España va bien

Es evidente que a la oposición España le importa un mojón. En la sesión de control al Gobierno de esta semana, los portavoces populares se limitaron a preguntar por chorradas buscando el enfrentamiento frontal con el Ejecutivo en vez de ofrecer propuestas constructivas para resolver los problemas del país. 

La política de la oposición consiste en el pataleo y hacer el mayor ruido posible para tapar sus vergüenzas. Pedro Sánchez, cansado de las preguntas chorras y reiteradas de Feijóo, Gamarra, Tellado y compañía, le respondió claramente al líder de la oposición: “Usted lleva más de dos años y medio al frente del PP y nunca me ha preguntado por los temas que preocupan a los españoles, según todas las encuestas”. O sea, la economía, la desigualdad social, el paro, la vivienda, el enfrentamiento político, la seguridad, la sanidad y la inmigración. 

En casi tres años que lleva Feijóo al frente de la oposición, jamás le ha preguntado a Sánchez sobre estos problemas, señal inequívoca de que España va bien y los españoles no te digo. Si no fuese así, la oposición le preguntaría todos los miércoles por la situación económica del país. Y no lo hace porque si lo hiciera le saldría el tiro por la culata ya que en ese terreno poco hay que reprochar al Ejecutivo. 

No solo eso. El ministro de Economía, que lleva un año en el cargo tras sustituir a Nadia Calviño cuando esta se fue a Bruselas, no ha sido interpelado ni una sola vez por la oposición sobre el departamento que dirige, señal indicativa de que la economía va bien, como demuestran tozudamente todos los datos de los organismos internacionales. 

En 2024, justo el año que Carlos Cuerpo lleva al frente del ministerio, los números de la Unión Europea, el FMI y la OCDE son aplastantemente positivos en el crecimiento económico y la creación de empleo, a pesar de la turra que da constantemente la oposición. 

Por cierto, estos organismos internacionales no están regidos por rojos comunistas bolivarianos sino todo lo contrario. Parafraseando al prescindible Aznar, España va bien, por mucho que le cabree a Feijóo. 

Desde que ETA se extinguió durante el gobierno de Zapatero (otra cosa que no logró Aznar, a pesar de que negoció con la banda, a la que llamó Movimiento Vasco de Liberación), el terrorismo ha dejado de ser un problema para los españoles. Sin embargo, la tabarra plúmbea de la ultraderecha ha conseguido que haya gente engañada que crea que la inmigración es un problema para España y no una solución económica, social y laboral para los españoles, especialmente para los pensionistas, a causa de nuestra baja tasa de natalidad.  

Este viernes se reúne la Conferencia de Presidentes y Fernando Clavijo volverá a pedir árnica a todas las autonomías para que se solidaricen con Canarias en el reparto de niños inmigrantes. Realmente el presidente canario solo tendrá que convencer a sus homólogos del PP porque los socialistas y muchos nacionalistas ya están convencidos.

Menudo papelón hace su vicepresidente Domínguez en el conflicto. Sus compañeros de Madrid lo han dejado solo ante el peligro como un Gary Cooper con cachorro isleño que está metido en un embrollo porque no sabe cómo salir de este entuerto. 

Está en la encrucijada y no sabe si defender antes a Canarias que a su partido o viceversa. Por ahora gana la segunda opción, mientras ve cómo se le escapan los votos para las próximas elecciones y Juan José Cardona, ex alcalde de la ciudad más poblada de Canarias y expresidente de su formación en Gran Canaria, abandona el Partido Popular. Vaya marrón. 

Tras fallarle sistemáticamente el PP, a pesar de gobernar en el archipiélago con él, Clavijo ha optado por persuadir a Junts, el partido de Puigdemont. Tan desesperado está con su socio que el presidente canario se ha visto obligado a dar un velado corte de mangas a Feijóo y Domínguez, al tiempo que se ha arrimado al independentista catalán. 

El padre de Clavijo fue un reconocido independentista canario de izquierdas, colega del mítico abogado Antonio Cubillo, con el que militó en el Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC). Además, los neoconvergentes catalanes fueron aliados de Coalición Canaria y se presentaron juntos en una misma candidatura al Parlamento Europeo acompañados del PNV. 

Todo eso suma para Clavijo, que siempre presume de hacer las cosas al modo canario. Lástima que su popular socio siga en modo avión y no le haga ni puñetero caso. La sombra de Vox es muy alargada. España va bien, pero Canarias no tanto.