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Acción En Red rompe con su ONG en las Islas por la “mala praxis” de su líder con los cargos de Podemos en el Cabildo grancanario

Juan Manuel Brito.

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

Acción En Red, la organización no gubernamental de activismo social desde la cual han dado el salto político a Podemos cargos públicos como Juan Manuel Brito, vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, no comulga con los modos de actuar de este grupo del sector crítico de Podemos recientemente reorganizado como partido político en Sí Se Puede Gran Canaria, hasta el punto de llegar a la ruptura.

Así lo ha confirmado a Canarias Ahora el dirigente estatal de Acción En Red Javier Álvarez Dorronsoro, delegado por la federación el último año para tratar la crisis abierta con la ONG canaria, desde que Brito asumiera la vicepresidencia segunda del Cabildo gracias al pacto de gobierno con Nueva Canarias (NC) y PSOE, y acto seguido se promoviera, sin éxito, a su pareja como directora insular de Igualdad.

La federación resolvió a mediados de junio, que a causa a la “mala praxis” política de la cúpula de Acción En Red Canarias, se debía proceder a la “separación” de la asociación isleña, después de meses de discusiones entre los dirigentes estatales y el grupo de Brito, de los que una mayoría de activistas y socios ha sido ajena.

“La mala praxis fundamentalmente fue el nombramiento de Noe Parra”, explica a este diario Álvarez Dorronsoro, interlocutor estatal con el grupo de Brito desde el otoño pasado, al estallar el escándalo del nombramiento de la pareja de Brito, la activista y experta en sexología Noemí Parra, como directora general de Igualdad en la consejería que dirige su compañera de ONG y partido María Nebot, abortado finalmente por el presidente del Cabildo, Antonio Morales (NC).

“A raíz del nombramiento hubo una crítica por parte de la federación estatal. Ellos no han aceptado esa crítica, ha habido un debate interno cuyo eje principal ha sido la acción política y la designación de cargos, que por cierto, nos enteramos de eso por la prensa”, señala Dorronsoro. “El resultado es que Acción En Red en Canarias ya no pertenece a la federación estatal”, aclara el portavoz de la ONG.

Brito sostiene que solo son desacuerdos internos

Brito, por su parte, admite a este diario que se ha producido una “suspensión de las relaciones” entre Acción En Red Canarias y la federación estatal en la que estaba integrada desde 2008, pero quien ha sido referente de la ONG en las Islas hasta su entrada en política en 2015 rechaza que se deba a esa “mala praxis”.

“La suspensión de relaciones se debe a desacuerdos sobre la participación política y no por una mala praxis mía”, indica el vicepresidente del Cabildo. “Acción En Red no puede sostener ese planteamiento porque no es su ámbito, no se ha presentado a las elecciones. En todo caso me lo puede exigir Podemos, son ámbitos diferentes”, dijo, además de recordar que “la decisión de ese nombramiento no fue mía, sino de María [Nebot], eso quedó ya claro”, rechazando que fuera un caso de nepotismo.

Brito, que ha querido aclarar que ya no ejerce de portavoz ni tiene cargo ni función en Acción En Red Canarias, explica que las divergencias con la federación estatal se han dado “en un ámbito de más calado, de discusión sobre participación política y otras cuestiones estrictamente internas, como el cambio que se ha producido en la federación, en la que las partes pierden autonomía con respecto a la estatal”.

“Hay un cambio de relaciones, no una ruptura”, recalca Brito, que insiste haber participado “como miembro que fui. No hablo en nombre de Acción En Red, soy un cargo público que ha tenido vinculación” con la ONG, que no ha hecho pública esta polémica “como muchas discusiones internas que no se hacen públicas”.

Dorronsoro, por su parte, desconoce si no se ha comunicado formalmente a socios y activistas la ruptura de junio. “Si ha habido ocultamiento, no lo sé. Ellos se dieron por enterados de nuestra decisión de llegar a una separación provisional, pero su respuesta fue que de provisional, nada, que si se resolvía una separación esta fuera indefinida. Y así se ha resuelto, es una separación indefinida”.

Como consecuencia, la federación abordará “el problema del nombre, porque es oportuno que en Canarias cambien el nombre”, avanza Álvarez Dorronsoro. “Aún no les hemos instado a ello, pero se deben cambiar el nombre para que no haya confusión, y debe darse a conocer que ya no son parte de la federación estatal”.

Al respecto de la denominación, subrayó: “En nuestras reuniones es obligado tratar el tema de Canarias, está pendiente, porque aparece el nombre y es lo que permanece. Lo que pueda salir y afectarles a ellos, nos puede afectar a nosotros”, sostiene sobre la confusión que generen dos proyectos con el mismo nombre, y que será abordada este fin de semana por la federación estatal.

Brito no tiene constancia de que desde la federación estatal se haya planteado a la asociación en Canarias el cambio. “Se puede dar esa circunstancia, en la asociación ha habido un relevo generacional, y si así lo deciden, se puede cambiar el nombre, pero no nos han pedido eso, lo que ha habido es un periodo de discusión” entre la acción política y el activismo social que ha acabado en esta ruptura.

Del activismo social a la política institucional

Acción En Red lleva trabajando en Canarias en asuntos sociales de relieve como la violencia de género o los derechos de los inmigrantes también desde 2008, cuando el grupo Canarias Alternativa cambió de nombre y se integró en la recién creada federación procedente del viejo Movimiento Comunista (MC) de ideología maoísta, disuelto en la década de los 90, del que Dorronsoro fue histórico militante.

A su vez, Canarias Alternativa hundía sus raíces en partidos de corte maoísta de los años 70 (PUCC-MIRAC), que evolucionaron en los 80 a la Unión de Nacionalistas de Izquierda (UNI), de donde procede entre otros la consejera de Igualdad del Cabildo, María Nebot, y también parte de la militancia tinerfeña de Sí Se Puede. Brito entró directamente en Canarias Alternativa en la década de los 90.

En aquellos años de ruptura en el seno de esta otra izquierda, la mayoría de UNI se integró en lo que fue Iniciativa Canaria (Ican) con el Partido Comunista de Canarias –PCE-, sus aliados de Izquierda Canaria Unida (ICU) y los nacionalistas y cristianos de base integrados en Asamblea Canaria Nacionalista (ACN).

El grupo dirigente de UNI, con el que después fuera presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, al frente, acabó en la gestación del partido gobernante en el Archipiélago desde 1993, Coalición Canaria, hasta la escisión de 2005 de la que se formó Nueva Canarias, desde entonces la fuerza nacionalista de izquierda dominante en Gran Canaria gracias a la base de Asamblea Nacionalista Canaria.

Curiosamente, la minoría de UNI que no emprendió el camino político de los años 90 y siguió en el activismo social de Canarias Alternativa, ha iniciado su conversión en partido esta década, tras un proceso de reflexión desde el 15-M de 2011 y por último aprovechando la ola estatal de Podemos en 2014. Ahora se ha reencontrado con esa otra UNI integrada en Nueva Canarias, en el pacto de gobierno del Cabildo.

Hace unas semanas, articulados cada vez más claramente como sector crítico de Podemos enfrentado a la dirección autonómica, presentaron la promotora de Sí Se Puede en Gran Canaria, partido de implantación en Tenerife con el que mantenían contactos desde 2013 antes de la irrupción de Podemos para alcanzar acuerdos.

Sí Se Puede se convierte así en la nueva herramienta de este grupo de dirigentes de la izquierda social con el que rompe ahora el referente estatal de sus últimos ocho años, Acción En Red.

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