Buenos días a todas las personas que estáis hoy aquí, acompañándonos en un día tan especial para nosotras, las tres hermanas de Manuel José García Caparrós y nuestra familia que nos acompaña.
Queremos saludar de parte de toda la familia García Caparrós a las autoridades y cargos públicos presentes del Ayuntamiento de Coria del Río, del Ayuntamiento de Casares, del Ayuntamiento de Málaga, de la Diputación de Málaga, de la Junta de Andalucía y del Gobierno de España. Y otras personalidades o administraciones a las que también saludo. Gracias por estar en este acto y hacerlo posible.
Nuestro discurso va a ser un discurso lleno de agradecimientos y de esperanza, porque esto ha sido lo que hemos vivido en estos años de lucha. Una lucha que en nuestra familia comenzó cuando un policía armada asesinó a nuestro hermano el 4 de diciembre de 1977 en la manifestación por la autonomía andaluza. Aquel día salieron miles y miles de andaluces y andaluzas en todas las provincias. Nuestro discurso no será otro que de agradecimiento al pueblo andaluz que siempre nos ha apoyado. Nosotras gracias a ese aliento siempre hemos tenido la esperanza de que la justicia llegaría algún día.
Este acto de hoy es un paso importante, un paso más, hacia esa ansiada justicia que pedimos desde hace cuarenta y siete años.
***
Nuestro hermano Manuel José era un joven malagueño muy guapo, le gustaba ir a la playa con sus amigos y amigas, como joven tenía muchas ganas de vivir, trabajaba en la fábrica de Cervezas Victoria, era un buen trabajador y buen compañero de trabajo. Tenía muchos amigos y le gustaba ir a ver al Málaga, su equipo de fútbol. Era una persona sencilla, que tenía conciencia de clase trabajadora y estaba afiliado a las Comisiones Obreras. Pero esa bala lo cambió todo.
Él no pudo vivir la vida que nosotras hemos vivido, no ha podido formar una familia, ver crecer a sus hijos, luchar por el trabajo y solucionar los problemas que tuviera en su casa…hacer la vida de una persona normal, trabajadora, como era él. Nosotras hemos podido vivir, y con todo el dolor, tirar hacia adelante con su recuerdo siempre presente. Nosotras pudimos al menos vivir, con dolor, pero vivir.
Su muerte fue dura para nuestra familia. Nuestro padre luchó por la verdad y solo encontraba puertas cerradas en los despachos. Nuestra madre se fue poco a poco con la pena. Y en apenas unos años los dos faltaban en la casa. Tuvimos que crecer rápido. Por así decirlo en aquel 4 de diciembre nos hicimos adultas, de golpe y porrazo.
Sin embargo la muerte de nuestro hermano no cayó en saco roto. Aquello al régimen no le vino tan bien como se pensaba y Andalucía tomó la fuerza que como pueblo le pertenecía. La muerte de aquel joven, de nuestro hermano, por una bala asesina en una manifestación pacífica se convirtió en un símbolo para Andalucía y formó su sangre parte de la historia de nuestra tierra.
Hemos reivindicado siempre, junto a miles de andaluces y andaluzas, que el día nacional de Andalucía es el 4 de diciembre, lo que se celebra mañana, 28 de febrero, no le quitamos valor, fue el resultado del impulso popular de aquel 4D.
Pero los años pasan y pesan, y nosotras nos hemos dedicado en cuerpo y alma a luchar contra el olvido. El olvido siempre ha estado ahí y nosotras luchando contra él. Pero en esta lucha nos hemos sentido arropadas por mucha gente y por muchos lugares…
***
Este camino que hemos andado en estos años no ha sido en balde. Hemos conseguido avanzar en el reconocimiento de nuestro hermano en la sociedad andaluza y española. El reconocimiento de hoy es especial porque por fin se le da la condición de víctima en base a una ley estatal, de forma oficial.
Pero hagamos un poco de historia. Nosotras tenemos en este punto que agradecer a las miles de personas anónimas que han apoyado nuestras iniciativas, y aquellos colectivos sociales y organizaciones políticas que en algún momento nos han apoyado. Por honestidad debemos resaltar a una organización política como Izquierda Unida de Andalucía que siempre ha estado ahí, desde el principio, y nos ha ayudado en nuestro camino de muchas formas. Siempre estaremos agradecidas a Antonio Romero, su amistad y apoyo incondicional.
Hemos llevado la memoria de Manuel José por toda Andalucía y fuera de ella gracias a presentaciones de libros o películas documentales, de inauguraciones de calles y plazas con el nombre de nuestro hermano.
Hemos llevado la memoria de Manuel José al Parlamento de Cataluña, al Parlamento Vasco, al Parlamento Navarro … donde se realizaron declaraciones institucionales como víctima de terrorismo de estado o de violencia política. Hay que señalar que desgraciadamente no hemos podido nunca aprobar en el Parlamento de Andalucía una declaración de nuestro hermano como víctima de terrorismo de estado, aunque en 2013 fuera declarado Hijo de Andalucía a título póstumo.
Hemos llevado la memoria de nuestro hermano hasta el Parlamento europeo donde nos acompañó una delegación de setenta personas, entre ellas, los familiares de las víctimas del caso Almería, del caso Arturo Ruiz, de SanFermines 78, del 3 de marzo de Vitoria… todas estas personas se convirtieron también en nuestra familia, porque las familias que hemos sufrido la violencia contra nuestras familiares entendemos la vida de otra forma. Esa unión nos ha ayudado a seguir hacia adelante. Gracias a estos encuentros con la familia Mañas del Caso Almería , o con la familia de Arturo Ruiz… fundamos una asociación andaluza de víctimas de la transición.
Hemos llevado la memoria de nuestro hermano en cada una de las ediciones de los premios que llevan su nombre, esta tarde precisamente será la gala de los premios en Sevilla, en su onceava edición.
Mucho recorrido y lo que nos queda por recorrer, porque es el momento de la esperanza.
Aprovechamos el altavoz que nos da este acto para hablar de esperanza, y con esto vamos terminando.
Esperanza de que todas las familias de víctimas de la transición podamos acceder a toda la documentación de nuestros casos. La desclasificación de las actas y archivos es fundamental para tener una democracia sana y transparente. Conocer la verdad también es fundamental para que haya justicia y reparación.
Esperanza de que más pronto que tarde todas las víctimas de la transición, más de 300 en algunas investigaciones publicadas, sean reconocidas tal como fueran sus asesinatos a manos de la policía o la ultraderecha paramilitar.
Esperanza de que todas las familias con víctimas salgan a la luz y luchen por la memoria de su gente.
Esperanza de que nunca más se repitan estos crímenes y que nunca más existan víctimas de primera y víctimas de segunda.
Que la muerte de nuestro hermano y la de tantos jóvenes en la transición no caigan en el olvido, que sean semilla de una Andalucía más justa y libre. Por la memoria de ellos y por el futuro de nuestra tierra ¡Viva el cuatro de diciembre! ¡Viva Andalucía Libre!
Firmado: Paqui, Puri y Loli García Caparrós.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
0