Construir ya la Asamblea Climática de Andalucía

Andalucía se asoma al final de la pandemia en medio de una enorme crisis económica, social y ambiental. Los fondos europeos Next Generation pueden contribuir de manera decisiva a cambiar esta situación si somos capaces de aprovechar, junto con la financiación europea, todas nuestras fortalezas para dar el gran salto que necesitamos. La salida de las crisis provocadas por la COVID-19 tiene que ser una salida de cambio que conecte las exigencias de la emergencia climática con la diversidad de demandas democráticas, tanto las socio-económicas como las feministas, antirracistas y LGTBI.

El cambio tiene que ser verde y social. La transición ecológica es también la estrategia para la creación de empleo digno y para superar la desigualdad y la dependencia del modelo productivo andaluz. Por ello, el Green New Deal o Pacto Social Verde, vincula la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con la finalidad de acabar con la desigualdad y la injusticia social.

Para este objetivo, aprovechar la salida de la crisis para cambiar el modelo productivo andaluz vinculando transición ecológica, transformación tecnológica y digital y justicia social, es clave la participación ciudadana porque, en este proceso, la implicación de la sociedad se vuelve más importante que nunca.

Ante el desafío de descarbonizar la economía y llevarlo a cabo sin dejar a nadie atrás, la deliberación a través de asambleas ciudadanas, y otros ejercicios de organización democrática, es determinante para escuchar la opinión de la ciudadanía respecto a cómo debe encauzarse el cambio.

La participación de la ciudadanía en la toma de decisiones sobre la crisis climática ha tomado un gran impulso en todo el mundo, especialmente en Europa; Irlanda, Francia, Suecia y Reino Unido son los países europeos donde ya se han puesto en marcha mecanismos de deliberación a nivel estatal para asegurar que la transición ecológica se haga en clave de justicia social, además de los que se han organizado en muchas ciudades.

Las asambleas climáticas están formadas por muestras representativas de ciudadanas y ciudadanos que reciben el mandato de formular recomendaciones para la transición ecológica y social. Para tener éxito, se debe garantizar una participación significativa, teniendo en cuenta el principio de representación equilibrada entre mujeres y hombres y la participación de jóvenes; ser un proceso inclusivo y, sobre todo, que genere cambios reales. Un ejemplo de esto es el ambicioso paquete de 150 medidas formuladas por la Convención de Ciudadanos por el clima en Francia.

El Plan Andaluz de Acción por el Clima sigue sin aprobarse a pesar de que el trámite de información pública finalizó el 11 de febrero de 2021.

En España, recientemente el Artículo 39 de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, prevé el establecimiento de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático a nivel del Estado y recomienda que se establezcan asambleas autonómicas y asambleas municipales.

En Andalucía, la Junta no está haciendo aún nada. La Ley 8/2018, de 8 de octubre, de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía, encargaba al Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC), que contuviera medidas para fomentar la participación ciudadana en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el PAAC sigue sin aprobarse a pesar de que el trámite de información pública finalizó el 11 de febrero de 2021.

Por ello, ante la urgencia de tener constituida ya en Andalucía la Asamblea Climática para afrontar el cambio imprescindible hacia la transición ecológica con justicia social queremos, en este 5 de junio de 2021, día Mundial del Medio Ambiente, hacer un llamamiento a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas de Andalucía, comprometidas con la transición ecológica justa, para constituir una plataforma de impulso a la constitución urgente en Andalucía de la Asamblea Climática Ciudadana, con el objetivo central de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 55 % para 2030 y alcanzar la descarbonización completa en 2050. De la misma manera, impulsaremos la Asambleas Climáticas Ciudadanas Municipales, Comarcales y Provinciales, para que las ciudades, las comarcas y las provincias andaluzas se incorporen al compromiso de reducción, de forma participativa.

Nos va la vida en ello.

Andalucía se asoma al final de la pandemia en medio de una enorme crisis económica, social y ambiental. Los fondos europeos Next Generation pueden contribuir de manera decisiva a cambiar esta situación si somos capaces de aprovechar, junto con la financiación europea, todas nuestras fortalezas para dar el gran salto que necesitamos. La salida de las crisis provocadas por la COVID-19 tiene que ser una salida de cambio que conecte las exigencias de la emergencia climática con la diversidad de demandas democráticas, tanto las socio-económicas como las feministas, antirracistas y LGTBI.

El cambio tiene que ser verde y social. La transición ecológica es también la estrategia para la creación de empleo digno y para superar la desigualdad y la dependencia del modelo productivo andaluz. Por ello, el Green New Deal o Pacto Social Verde, vincula la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con la finalidad de acabar con la desigualdad y la injusticia social.