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Nawal al-Sa'dawi : “El árabe no se respeta en este continente”

voces femeninas

Alvaro López

Granada —

Ante un público predispuesto hay veces que casi no es necesario hablar. Hay quienes hablan sin decir nada y quienes son capaces arrancar un aplauso con una simple frase. Están contando algo. El Centro Federico García Lorca de Granada fue durante tres días uno de esos testigos mudos que observan atónitos lo que el talento es capaz de dar. En el ciclo de conferencias del 'Tres Festival, voces del Mediterráneo' hubo lugar para el aplauso, para el extraordinario elogio. Así arrancó la conferencia sobre los retos de la mujer. Con aplausos. Aplausos como atajo para llegar directamente a las entrañas de todos los presentes.

“¿Por qué no hay traducción al árabe en este congreso? Porque el árabe no se respeta en este continente”, se preguntó y respondió nada más comenzar la charla Nawal al-Sa'dawi, egipcia, frágil en apariencia, médico, escritora y, sobre todo, feminista. Luchadora incansable por los derechos de la mujer, presa por sus ideas y capaz de bajar a la tierra para tratar de alcanzar los cielos en la Primavera Árabe. Así es Nawal con más de ocho décadas de vida. Así es quien logra arrancar los aplausos de un público tímido que no lo había hecho antes. Lo hizo en un foro pensado para invitados de muchos países mediterráneos en el que el árabe fue el gran ausente.

Nawal no era la única en el escenario del García Lorca. Junto a ella, Wassyla Tamzali, de Túnez, tan luchadora y cultivada como ella y casi tan mayor. Ambas son personalidades del mundo árabe por su capacidad de no dejar de apoyar la igualdad entre hombres y mujeres. Ambas han reunido todos los premios posibles y ambas tuvieron claro qué mensaje era necesario dar en el debate que mantuvieron.

Aunque de fondo siempre resonaron los tambores de guerra, aquellos que de verdad suenan en los países árabes, la charla pivotó siempre sobre la mujer. Sobre los retos a los que se enfrenta y la dificultades que tiene no solo en el mundo árabe sino en el resto del planeta. Que Nawal se preguntase al comienzo el porqué de no haber traducción al árabe no era casualidad. Su píldora cayó cual losa para ilustrar el sistema patriarcal que denuncia y cuyo principal motor es el capitalismo de occidente. Porque acaso “¿qué es el feminismo?” sino “volver al sentido común, contra las injusticias en cualquier parte, incluso en este congreso”. Nawal y Wassyla dieron buena cuenta de esa base patriarcal. Y sobre ella una pregunta inundó el salón de actos: “¿qué se hace por equiparar los derechos entre hombres y mujeres?”.

“La religión es una idea política”

Para Wassyla “es un tema que está ausente y que no está presente en el discurso político de los países árabes. Más que nunca se enfrentan a prioridades que son la de luchar contra movimientos radicales” pero no es exclusivo de oriente. De hecho para ser feminista no basta con ser mujer o estar en contra del sistema patriarcal. No están en oriente pero, para Nawal, mujeres como Clinton o Merkel tienen mentalidad patriarcal y son la consecuencia de un sistema que promueve que la importancia reside en el hombre.

Por eso sonreían irónicas cuando se les preguntaba sobre el feminismo islámico que ellas consideran algo que en realidad no existe. Que se trata de un movimiento sobre todo universitario que le otorga una etiqueta de islamista cuando es inconcebible. “No hay nada que se llame así; feminismo islámico, ni cristiano ni judío, porque en el momento en que eres religioso en el momento en que crees en Dios, en la Biblia… en Dios que es hombre, tienes que entender el feminismo de una manera muy distinta”, sostiene Nawal. Su voz no calla a quienes luchan pese a tener una creencia religiosa, no, al contrario para ella “la religión es una idea política”. Es ese sentimiento de pertenencia que desde hace milenios se intenta imponer y que recoge un problema de fondo, el colonialismo y por ende el feminismo colonial.

Wassyla puso el dedo en la llaga, “¿dónde están los movimientos feministas en los países árabes? Pocas mentalidades magrebíes tienen pensamiento positivo del futuro de la igualdad. Hay otras prioridades como por ejemplo la independencia de los países o la violencia”. “La democracia tiene una muy mala reputación en Egipto. La democracia no es libertad. Las elecciones son un juego, el parlamento es un juego. Estamos yendo hacia atrás. Bush invadió Irak bajo la democracia. Las mujeres nunca serán liberadas en democracia”, exponía Nawal.

Después de asegurar su cansancio por los congresos y la poca utilidad de ellos para lograr la liberación de la mujer, Nawal refirió un alegato extraordinario: “he pasado años de mi vida estudiando las religiones y nos podemos referir al nuevo testamento, al Corán o al hinduismo y todas las religiones son similares. Difieren en poca cosa pero son similares en una cosa: la opresión de la mujer. Tenemos que ser conscientes de que las mujeres no van a ser liberadas bajo ninguna religión porque la religión es política; es un sistema patriarcal y a menos que luchemos contra esta noción de que las mujeres pueden ser liberadas, jamás se podrá lograr”.

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