Surf de agua dulce

No hay olas. El agua es dulce. El entorno, montañoso. Y el viento sopla de manera regular y moderado. Las condiciones son perfectas y, como dice la máxima: si hay viento y agua, un windsurfista estará allí. El embalse de Rules, que recoge los caudales de la vertiente sur de Sierra Nevada, se ha convertido en un nuevo espacio para la práctica de este deporte. Un lugar que ya prometía cuando se estaba construyendo. “Ya sabíamos que, por el relieve de la zona a modo de embudo, era una zona propicia para el viento. Sólo tuvimos que esperar a que lo llenaran de agua”, explica Manuel Ruiz, presidente del Club Windsurf Granada. Desde entonces, se ha confirmado como una estupenda alternativa a la costa granadina.

El embalse de Rules, inaugurado en 2004 y que es compartido por los términos municipales de Vélez de Benaudalla, Órgiva, Lanjarón y El Pinar, se construyó para dotar de agua a más de 250.000 personas del sur de la provincia de Granada. Sus más de 100 hectómetros cúbicos de capacidad también buscan asegurar el regadío al cultivo de subtropicales en la misma zona. Sin embargo, a medida que se fue llenando, los aficionados del windsurf fueron comprobando que cumplía las condiciones idóneas para la práctica de este deporte. Así, cada vez que viajaban desde Granada capital a la costa tropical para navegar en el Mediterráneo, iban midiendo el viento. Así confirmaron que en primavera y verano sopla de manera regular con intensidad floja y media, perfecto para aprender la práctica del windsurf y, también, para que los más duchos puedan entrenar con buenas condiciones y practicar disciplinas como Freeride, Slalom y Freestyle.

Fue uno de los motivos de la creación del Club de Windsurf Granada, adscrito al Registro de Entidades Deportivas de la Junta de Andalucía desde 2011, cuando fue fundado por cinco socios. A finales de año ya eran 50 y, hoy, la cifra se acerca a 150 personas. Su principal objetivo es el de agrupar a todos los windsurfistas de la provincia de Granada activos, así como conseguir fines comunes en relación al fomento y accesibilidad al deporte, “algo que hemos conseguido con creces, siendo uno de los club más numerosos y activos”, asegura Ruiz. De hecho, la entidad ha funcionado como interlocutora con la administración para solicitar los permisos de navegación de acuerdo la normativa de la administración andaluza.

“Aunque desde el 2014 ya no son necesarios solicitar esos permisos para la modalidad de windsurf. Fue algo que se consiguió gracias al diálogo entre la Escuela y el Club con los responsables de la Cuenca Mediterránea, que nos escucharon y agilizaron los trámites”, subraya este especialista. Desde ese año se consolidó aún más la práctica del windsurf entre los meses de abril y septiembre, cuando las condiciones de viento son más idóneas. Eso sí, son los meses veraniegos los mejores con hasta un 94 por ciento de días navegables.

La estampa es sorprendente y en ella se fijan muchas de las personas que conducen por la autovía que une Granada con Motril. La carretera cruza sobre una parte del embalse de Rules y ya en estas fechas no es extraño observar windsurfistas disfrutando de su deporte. La situación ha sido similar en el embalse de Béznar, donde el viento sopla con mayor intensidad en invierno, pero la instalación reciente de carteles que prohíben el baño ha hecho que los deportistas no acudan allí. “Hay una contradicción entre la resolución administrativa que permite la navegación y las señales que se pusieron. Pero, por si acaso, nos hemos limitado este tiempo a no ir y navegar en la costa”, cuenta Manuel Ruiz, que no descarta la vuelta del windsurf a Béznar en cuanto la situación sea más clara.

Habitualmente, las condiciones para la práctica del windsurf las marca la intensidad del viento y el oleaje. En el embalse de Rules dichas condiciones son fáciles y seguras porque el viento es suave, es un lugar acotado y no hay oleaje. “La costa puede ser muy variable, desde días como los del embalse a días muy radicales de grandes olas de más de tres metros y vientos de más de 60 kilómetros por hora en la costa granadina, además que hay que tener siempre respeto al mar y no navegar sólo”, subraya Ruiz.

Esas condiciones animaron al presidente del Club Windsurf Granada a crear, en 2012, la Escuela Windsurf Granada. Se trata de una empresa de Turismo Activo que busca fomentar el deporte iniciando a más windsurfistas, alquilando y vendiendo material. Allí imparten cursos de iniciación al windsurf, aunque también existen clases avanzadas para aprender a navegar en cualquier lugar y en diferentes condiciones, así como aprender nuevas maniobras. La empresa también se ha encargado acondicionar los caminos de entrada y la zona de parking y acceso al agua de Rules.

Aunque desde el nacimiento de la escuela la proporción de mujeres que practican el windsurf ha aumentado, todavía la mayoría son hombres de entre 30 y 40 años, muchos de Granada capital, “pero también hay muchas personas que viven en La Alpujarra, principalmente extranjeros”.

Entre los nuevos alumnos se encuentran tanto amigos de windsurfistas, familiares o incluso “personas que al pasar por la autovía les llama la atención”. También hay personas que rondan los 70 años y niños. De hecho, la escuela realiza cursos “especiales” para niños de entre 7 y 12 años. “Son especiales porque son individuales: un monitor para cada niño, donde van enganchadas las tablas del monitor y el alumno a pocos metros para su seguridad y total atención. Sólo buscamos que se diviertan con sensaciones muy similares a navegar solos, pero con toda la seguridad que los menores requieren”, explica Manuel Ruiz, que destaca que la consolidación de la escuela ha permitido que cada vez más jóvenes de entre 12 y 18 se sumen al windsurf y sean ya el futuro de este deporte en Granada. Este año las clases comenzarán en el mes de mayo.

Desde el Club de Windsurf Granada también apuntan la intención de poder organizar alguna prueba deportiva en el embalse de rules. “Nos gustaría si contamos con los medios y los permisos necesarios, porque tenemos unas condiciones únicas. Y, tarde o temprano, se instaurará allí al menos un evento en verano”, subraya Manuel Ruiz, que explica que aún no han realizado ninguna competición porque requiere de permisos de la Junta de Andalucía, seguros, aviso a medios de emergencia y multitud de medidas de seguridad que requieren una competición. “Lo que sí hacemos es organizar entrenamientos de Slalom que emulan una competición, pero de carácter amateur, sin jueces, salidas ni mucho control en resultados. Se trata de entrenar para competiciones ya establecidas”, explica el presidente del club, que recuerda que el acceso al embalse es libre y cualquier persona interesada puede ir por sí misma a practicar el deporte. “Ya no hacen falta permisos de la Junta de Andalucía y nosotros no pedimos ninguna condición para acceder libremente a la zona que acondicionamos, ya que nuestro objetivo es el fomento del deporte y cuantos más seamos mejor”, destaca. Eso sí, recuerda que se deben respetar las normas que establece la Cuenta Mediterránea Andaluza en la resolución 31 Enero 2013, que es la normativa vigente de navegación en el embalse de Rules y Béznar.

Para practicar piragüismo, kayak u otras actividades acuáticas de vela es necesario pedir permiso a la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía. Mientras, otras actividades consideradas de riesgo en la instrucción que regula la navegación en el embalse de Rules, como el amerizaje de aviones, motos de agua, kitesurf o el esquí acuático tienen que contar con una zona expresamente delimitada para su uso. Y como aún no existe un espacio expresamente delimitado, no están permitidas en Rules.

 

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