Cinco claves de por qué se han producido colapsos en urgencias

¿Por qué se han saturado las urgencias hospitalarias?

Todos los años los índices de demanda en los servicios y dispositivos de Urgencias crecen en invierno, especialmente porque la gripe y otros virus respiratorios tienen especial impacto en bebés, ancianos y personas con patologías crónicas. A partir de la segunda semana de enero, la gripe triplicó su actividad en España y se sitúa en los 212,8 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos recabados por el Instituto de Salud Carlos III, que destaca también que los fallecimientos que se han notificado hasta ahora representan un “exceso” de mortalidad “por encima del esperado”.

Luis Jiménez, responsable del Plan Andaluz de Urgencias, afirma que nunca se han dado estos picos de demanda. “Estaba previsto el incremento habitual en estas fechas pero no de estas proporciones”. Aproximadamente sitúan la media en algo menos de 300 pacientes al día, pero cuando llega la época de más frecuentación asciende a 340 personas en los hospitales grandes“. Este año, desde el fin de semana del 8 al 12, la llegada de pacientes se incrementó en los hospitales y en los dispositivos de cuidados críticos y urgencias un 40%, sumando una media de entre 100 y 150 pacientes más.

“Estábamos preparados para el incremento habitual del 10% pero encontrarte de repente con 100 enfermos más de los que esperas es demasiado. Los servicios de salud sufren situaciones de estrés y esta situación la hemos resuelto con sobresaliente”, afirma Jiménez, que también es jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Pese a los colapsos sufridos, especialmente en la primera semana, no se han tenido que suspender intervenciones programadas. Esta etapa de alta frecuentación suele alargarse hasta finales de febrero.

¿En cuánto tiempo se cifra la espera media?

Según la información aportada por el responsable del Plan Andaluz de Urgencias los tiempos de respuesta se han adecuado a los límites de calidad establecidos por las sociedades científicas. Estos datos indican que los pacientes más graves, denominados de Grado 1, son atendidos inmediatamente y existen salas de críticos adecuadas específicamente para atenderlos.

Los pacientes un poco menos graves, de urgencias no demorables o de Grado 2, se atienden en unos 13 minutos y medio. Los de Grado 3, 4 o 5 que presentan síntomas (molestia lumbar, décimas de fiebre o una erupción) pero no son problemas urgentes, y que de hecho deberían acudir a Atención Primaria, se atienden en una media de entre 38 y 55 minutos. Pese a que estas cifras corresponde a una monitorización diaria, el Sindicato Médico alude a determinadas esperas de hasta 40 minutos solo para clasificar la gravedad del caso.

¿La situación ha sido la misma en todas las provincias?

Esencialmente sí. Los picos se han producido en todos los hospitales grandes de capitales de provincia fundamentalmente. Almería fue la única provincia en la que durante los días más críticos del primer fin de semana de alta frecuentación, entre el 8 y el 12, mantuvo una actividad más normalizada.

¿Cuáles son las medidas que se han tomado?

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, se referió este lunes durante su intervención en el pleno extraordinario del Parlamento a las contrataciones de refuerzo que se han realizado para hacer frente a esta situación. Concretamente, 562 profesionales. Además, hizo alusión a la habilitación de nuevos espacios asistenciales y al esfuerzo en agilizar el horario de las altas hospitalarias, a fin de favorecer que al menos el 30% de ellas se realicen a primera hora de la mañana, para tramitar antes el ingreso de pacientes que han estado en observación.

Jiménez confirma que se han incrementando el número de profesionales de medicina y enfermería en Urgencias en aquellos hospitales donde se daban los mayores picos. “Estamos satisfechos porque este incremento de contratación ha sido ágil”, explica. Asimismo, anima a tranquilizar a la población ya que los pacientes están bien atendidos en los servicios de urgencias. “Tenemos bien identificada la situación en cuanto llegan a la puerta”, apuntan.

Los enfermeros y auxiliares de enfermería de Urgencias del Hospital Regional de Málaga desconvocaron durante la tarde del martes una huelga indefinida que comenzó en la medianoche de esa misma madrugada tras haberse comprometido por escrito la dirección del centro a que servicio esté cubierto al cien por cien.

Estas medidas, ¿son suficientes, según los profesionales?

Para los sindicatos de profesionales sanitarios las medidas son claramente insuficientes. Aunque reconocen un esfuerzo en contratación y el haber habilitado salas, creen que han sido soluciones paliativas. De hecho, consideran que es un problema estructural de la escasez de profesionales dentro del sistema. El Sindicato de Enfermería (SATSE) de Andalucía ha vinculado el crecimiento de la asistencia de usuarios a las urgencias con la destrucción de empleo en el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

A juicio de Francisco Muñoz, secretario general de SATSE, “con una reducción en más de 7.000 profesionales efectivos en la plantilla del SAS en los últimos cuatro años es inevitable que la capacidad de resolución del sistema se vea afectada en todos sus ámbitos y los ciudadanos acaben recurriendo a los servicios de urgencia”.

El vocal de hospitales del Sindicato de Médicos de Andalucía, Rafael Carrasco, cree que “solo se ha hecho paliar, achicar agua” y advierte de que lo peor de la época de gripe está por venir. “El comportamiento de la gripe es imprevisible, no es matemático; de ahí la importancia de hacer un buen plan”. Como medidas inmediatas proponen aumentar al menos en un 20% la plantilla de modo coyuntural y habiltar áreas de los hospitales que están cerradas. Las contrataciones a su juicio son renovaciones que había que realizar y no corresponden a contrataciones especiales en urgencias.

Para Francisco Muñoz, “tenemos un sistema que en su conjunto es bueno, pero si la atención urgente es a lo que se recurre, algo falla”. Por eso, vincula estos colapsos con la situación general en el Servicio Andaluz de Salud; donde “hemos perdido 3.000 profesionales en cuatro años, eso se nota y nos deja sin capacidad de resolución”. La media española está en 5,2 enfermeros por cada 100.000 habitantes y Andalucía presenta una tasa de 2,4. A más presión asistencial, más riesgo de error y “eso no es el ambiente laboral que deseamos”. Además de reforzar las plantillas, proponen diversificar los puntos de atención en urgencias y mejorar los recursos. “No solo es cuestión de personal, sino de espacio, material y rapidez en las pruebas diagnósticas”.