El PSOE rescata a Chaves y Griñán en el 41 Congreso de Sevilla en pleno “asedio judicial” contra Sánchez
Hacía una década que José Antonio Griñán no salía de su casa para asistir a un acto público del PSOE. El expresidente andaluz ha reaparecido este sábado en el 41 Congreso federal del partido que se celebra este fin de semana en Sevilla. Griñán ha sido arropado por los suyos, agasajado y fotografiado mil veces, hasta que se ha sentado en primera fila entre su antecesor, Manuel Chaves, y su sucesora, Susana Díaz.
La presencia de Chaves y Griñán en este cónclave, adelantada por elDiario.es, es más que un simbolismo, más que un revulsivo para el partido. El PSOE rescata, homenajea y ensalza ante los casi mil delegados socialistas a quienes lo fueron todo en el partido y en el Gobierno de Andalucía, durante 37 años ininterrumpidos en el poder.
Los últimos 14 años han sufrido un ostracismo político como consecuencia del largo proceso judicial del fraude de los ERE, que terminó con la condena de ambos en el Tribunal Supremo: el primero fue inhabilitado diez años para ostentar un cargo público por un delito de prevaricacón, el segundo, además, fue condenado a seis años de prisión por malversación.
Los expresidentes y el resto de consejeros y altos cargos de sus gobiernos condenados recurrieron al Constitución, que antes del verano anuló provisionalmente las sentencias del Supremo, y devolvió el caso a la Audiencia Provincial de Sevilla para que emita una nueva sentencia. El caso ERE no ha terminado, ahora un nuevo tribunal -compuesto por los mismos jueces y otros distintos- revisará la instrucción teniendo en cuenta las reservas planteadas por el Constitucional.
Pero en este impasse, el PSOE, los dos expresidentes andaluces y el resto de exdirigentes condenados se han sacudido la ignominia, la “gran desolación”, la vergüenza y la rabia. La exministra Magdalena Álvarez, la exconsejera Carmen Martínez Aguayo -un año en prisión- y el propio Chaves salieron en tromba, tras el fallo del tribunal de garantías, para denunciar que fueron víctimas de una “cacería política y judicial”, comandada por el PP. Chaves, además, remató el relato asegurando que hoy Juan Manuel Moreno no sería presidente de Andalucía sin ese “asedio judicial”, sin ese “lawfare”.
Por eso su reaparición en el 41 Congreso federal del PSOE en Sevilla no sirve sólo para curar heridas del pasado, porque está de plena actualidad. Porque los socialistas usan hoy el ejemplo de Chaves y Griñán para explicar los que les está pasando en los tribunales estos días, el “asedio judicial” contra el presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, su mujer, su hermano y dirigentes de la cúpula socialista hoy salpicados por sospechas judiciales, aún por resolver.
“Quiero hacer un reconocimiento por justicia a estos compañeros: Gracias Manolo, gracias Pepe, Carmen, Magdalena, Miguel Ángel”, ha dicho el presidente del 41 Congreso y anfitrión del cónclave, Juan Espadas, poniendo en pie a los expresidentes andaluces y a todo el plenario, que les han arropado con un largo aplauso.
En 2015, siendo Susana Díaz presidenta de la Junta y líder del PSOE-A, los dos expresidentes andaluces fueron conminados a abandonar sus cargos públicos y a entregar el carné del partido –donde habían militado desde el tardofranquismo– tras ser imputados por corrupción, es decir, antes del momento procesal que establece el código ético del PSOE: la apertura de juicio oral.
Este sábado se han sentado los tres juntos, en primera fila, en un cónclave socialista que va a coronar a Pedro Sánchez y aspira a rearmar al partido en uno de los momentos políticos más difíciles de su historia desde la reinstauración de la democracia.
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