Moreno esgrime la catástrofe de la DANA para exigir al Gobierno la presa de Huelva bloqueada por el exceso de aguas tóxicas
La presa de Alcolea, en término del municipio onubense de Gibraleón, estaba al 23% de su ejecución cuando en 2017 se paralizó por problemas económicos de la constructora y encalló definitivamente a renglón seguido, cuando se acrecentaron las dudas sobre su viabilidad al abastecerse de un río (el Odiel) muy contaminado con metales pesados por las filtraciones que llegan de antiguas minas. Desde su llegada al Gobierno en 2019, Juan Manuel Moreno ha hecho bandera de reactivar este proyecto para garantizar recursos hídricos a la población y a los agricultores, pero ahora lo ha resucitado con un nuevo argumento: al hilo de la reciente y catastrófica DANA, considera que es “imprescindible para la seguridad de los onubenses”, ya que permitiría afrontar mejor una inundación.
Así se lo ha transmitido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una carta en la que hace “especial hincapié” en esta obra al hilo de “las graves inundaciones producidas con motivo de la devastadora DANA”. En su misiva recuerda que en Huelva “se vivieron horas de angustia en numerosos municipios” por el caudal con el que bajó precisamente el Odiel, de hasta 800 metros cúbicos por segundo, por lo que insiste en el potencial de esta presa para “laminar avenidas”. Así se defiende también en una proposición no de ley del PP aprobada este jueves en el Parlamento andaluz con el apoyo del PSOE y Vox.
A todo esto, Moreno añade también su preocupación al considerar que una estructura de hormigón a medio construir “aumentaría aún más las consecuencias en caso de lluvias torrenciales como las de la última DANA”. Por eso, insta a retomar la construcción para así reforzar la “seguridad”, poniendo en un segundo plano que permitirá incrementar la garantía de suministro al sistema de Huelva, que hasta la fecha ha sido la principal reivindicación.
“Supuestos problemas” del agua
Es cierto que la opción de laminar crecidas del río se incluyó entre las razones para justificar este proyecto desde que se puso sobre la mesa, allá por 1998. Pero este uso siempre ha estado opacado por el del aprovechamiento del agua (sobre todo para riego agrícola) y de hecho en los últimos años nunca se ha esgrimido, aunque ahora el Ejecutivo andaluz ha desempolvado este argumento en el contexto de la DANA.
En su carta, Moreno recuerda que el embalse cuenta con una declaración de impacto ambiental vigente, pero pasa de puntillas por el argumento que desde 2020 tiene bloqueado el proyecto y alude de manera difusa a que “se justificó la paralización de la obra en supuestos problemas en la calidad del agua”. Pero estos “supuestos problemas” son nada menos que elevadas concentraciones de hierro, zinc, cobre, arsénico, cadmio o plomo, tal y como apuntan numerosos estudios científicos, fruto de que el Odiel y el cercano Tinto son los ríos que más contaminan el mar en todo el mundo con tóxicos mineros.
De hecho, el propio Moreno expresó el pasado mes de febrero sus dudas con esta obra, al punto de afirmar que “lo más importante es asegurar que no hay ningún tipo de contaminación por metales pesados y por carga minera”. De esta manera, ponía en duda el informe sobre la calidad del agua de Alcolea que encargó la propia Junta de Andalucía y que concluyó que sería apta, recogiéndose así en el Plan Hidrológico 2023-2027 del Tinto, Odiel y Piedras. Este documento, por cierto, no hacía ninguna mención a que la propia empresa que hizo el análisis publicó una adenda a sus conclusiones en la que reconocía sus dudas porque hizo el estudio sólo con los datos que le aportó el Ejecutivo andaluz.
Un agua para el mayor incremento de regadío de Europa
Moreno no tardó en rectificarse a sí mismo y en abril, menos de dos meses después de apelar a la prudencia, volvía a reclamar sin más que se finalizara el embalse. El Gobierno andaluz, que hasta ha creado un grupo de presión con los regantes, tiene ya comprometida la mayor parte de los 246 hectómetros que almacenaría, y es que Alcolea es una pieza clave para activar en Huelva uno de los mayores incrementos de dotación para riego de toda Europa.
Asi las cosas, a mediados de septiembre se produjo un importante giro en los acontecimientos cuando el Gobierno central –responsable de la construcción y que hasta la fecha se ha opuesto tajantemente a reanudar la obra– abrió la puerta a “desbloquear” el proyecto, comprometiéndose incluso a presentar dos o tres propuestas con posibles soluciones. Eso sí, mantiene como condición irrenunciable que primero hay que descontaminar el Odiel para que sus aguas sean menos ácidas.
El Ejecutivo andaluz ya se había comprometido a ello, pero a la hora de la verdad no ha puesto en marcha ninguna iniciativa en este sentido. Por su parte, el último estudio sobre a cuestión llegaba de la Universidad de Huelva y apuntaba que para garantizar un agua de buena calidad en Alcolea “sería necesario reducir los vertidos ácidos” en su cuenca “entre el 45 y el 70%”.
Y con la carta de Moreno a Sánchez como telón de fondo, la polémica infraestructura volvía este jueves al Parlamento andaluz con una proposición no de ley del PP que instaba a su “urgente” construcción. El esquema del texto era el mismo que el de la misiva presidencial, insistiendo una y otra vez el proponente (el diputado por Huelva Manuel Andrés Gomez) en que la población onubense “se expone a graves riesgos de inundación” sin esta presa. “Si el Gobierno de Pedro Sánchez sigue mirando para otro lado, mañana puede ser muy tarde”, ha llegado a afirmar al defender una propuesta que al final ha contado con el voto a favor de PP, PSOE y Vox, posicionándose en contra Por Andalucía y Adelante Andalucía.
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