Seis centros educativos de Zaragoza promueven la solidaridad y la educación para la paz con el alumnado nicaragüense

Fomentar una cultura de paz en la comunidad educativa es el objetivo de la iniciativa `Escuelas Hermanadas con Nicaragua´, en la que participan en la actualidad seis centros de la provincia de Zaragoza aunque muy pronto serán siete, con presencia en once municipios en este territorio.

Vigentes desde hace años y asentados ya plenamente, los hermanamientos entre los colegios “promueven la educación para la paz y la gestión emocional”, tal y como explica Lola Pérez, coordinadora de proyectos de EdpCG (Educación para el desarrollo y la ciudadanía Global) en el Hermanamiento León (Nicaragua) - Zaragoza (España).

Una de estas acciones escolares pioneras fue la que llevó a cabo el CEIP Pintor Pradilla, en Villanueva de Gállego (Zaragoza), con la Escuela de Mina la India en el año 1998. “Un cuarto de siglo de vínculo, de experiencias intercambiadas e historias compartidas entre alumnado, profesorado, y la población en general de Villanueva de Gállego que pasó por este colegio y que conoció Nicaragua a través de esta iniciativa”, apunta Lola Pérez.

Aunque el resto de hermanamientos son más recientes: el CRA Orba (Muel, Botorrita y Jaulín) en 2009, el CRA La Cepa (Paniza) en 2015, el CEIP La Cabañeta (antes, CRA María Moliner, en El Burgo de Ebro) en 2015 o el CEIP Parque Europa (Utebo) en 2017 tras el viaje en ese mismo año de una profesora de dicho centro -actualmente es su directora-. El último centro que se ha unido a esta iniciativa de la Red de Escuelas Hermanadas en la provincia de Zaragoza ha sido el IES Joaquín Costa de Cariñena, en junio de 2024. Y el próximo hermanamiento, todavía pendiente de oficializar, es el que se llevará a cabo con el CRA Luis Buñuel (en seis pueblos de Ejea de los Caballeros).

Experiencias que transforman la mirada

En el verano de 2017, Concha Breto, profesora en el CEIP Parque Europa, estuvo en Nicaragua. Fruto de aquella estancia surgió el Hermanamiento con la Escuela San Jerónimo, en Reparto La Merced, Nicaragua. Ahora, ya como directora del centro, Concha sigue compartiendo con el alumnado del centro su experiencia en el país de África. “Este curso, los niños de quinto de Primaria querían preparar unas cartas para el alumnado de la escuela hermanada. En una sesión previa les conté mi experiencia, les enseñamos fotografías, para que vean que son niños a los que les gustan las mismas cosas, pero que viven y estudian en lugares con menos recursos, se incide en que son niños como ellos”, señala Breto.

En opinión de esta profesora de carrera, debería de ser “casi obligatorio que todos viajáramos por diferentes lugares para entender el mundo”. Concha Breto está convencida de que los Hermanamientos son experiencias “que aportan, tanto al alumnado como al cuerpo docente”, y de manera trasversal también a las familias y a los pueblos. Especialmente en el caso de los centros educativos que se encuentran en zonas rurales, donde el contacto con la población es mucho mayor y más directo.

En los últimos 6 años, desde abril de 2018 y tras los conflictos sociopolíticos de Nicaragua, se trabaja la cultura de paz de forma transversal en todos los proyectos. “Esto ha generado multitud de materiales y experiencia por parte de los equipos técnicos que han visto la importancia de tener una Guía Didáctica para implementar las actividades de educación para la paz en los colegios de la provincia de Zaragoza, más aún en un momento donde la guerra de Palestina que ha despertado tanta sensibilidad en la ciudadanía global, sin olvidarnos de multitud de conflictos que siguen o aparecerán en el resto del mundo”, explican desde la Red de Escuelas Hermanadas.

Una iniciativa que viaja del rural de Aragón al de Nicaragua

En el caso del CRA Luis Buñuel fueron ellos quienes contactaron con el Hermanamiento de Zaragoza León. “Llevamos 18 años hermanados con Nicaragua, para nosotros, en el aprendizaje la solidaridad es fundamental”, confiesa su directora, Adela Sagaste, que cuenta cómo hasta ahora han colaborado a través de la figura de Gonzalo de Ena, antiguo profesor: “A través de él enviábamos cartas, llevaba el dinero que recaudamos en nuestras acciones solidarias y nos traía proyectos de otras escuelas en los que colaborábamos”, añade la directora.

Una de las señas de identidad de este CRA -Colegios Rurales de Aragón- “ha sido siempre la solidaridad”, explica Adela Sagaste. Pero, a sus 82 años, este voluntario ha decidido que es hora de dejar de viajar a Nicaragua, y por eso, el CRA Luis Buñuel se pusieron en contacto con el Hermanamiento de Escuelas entre Zaragoza y León, en Nicaragua, y a través de la red que este proyecto ofrece seguirán colaborando. La única condición que han puesto es que el Hermanamiento se lleve a cabo con escuelas que se encuentren en pueblos de zonas rurales de Nicaragua, “con los que seguro que compartimos problemas e inquietudes”, apunta la directora del CRA.

Este colegio rural cuenta con 132 alumnos y alumnas que estudian en seis pueblos: Pinsoro, Bardenas, Santa Anastasia, Sabinar, Valareña y Rivas, todos ellos ubicados en el término municipal de Ejea de los Caballeros. El último es un barrio de Ejea, y los cinco primeros son pueblos de colonización nacidos en la década de los 60 del pasado siglo. En enero comenzarán los primeros contactos entre el alumnado y el profesorado de ambas orillas del charco, y lo harán no solo por carta, también haciendo buen uso de las tecnologías de la comunicación; con videoconferencias y a través de WhatsApp.

El azar ayuda a responder necesidades

En la mayoría de los casos, el Hermanamiento entre centros ha surgido “por azar”, ya que “o alguien conoce la experiencia, o bien a través del hermanamiento se busca responder a una demanda que se lanza desde la localidad de León, en Nicaragua”, explica la coordinadora en Zaragoza. Una vez establecido el primer contacto, en los centros de enseñanza se genera un grupo de trabajo que será desde ese momento el encargado de mantener la dinámica del Hermanamiento: la comunicación con el centro hermanado en León, y la organización de actividades; tanto de recogida de fondos y materiales como de Educación para el Desarrollo. Siempre en continua comunicación y coordinación con la Oficina del Hermanamiento en Zaragoza, a través de los Consejos Escolares que se crean en cada centro y que responden a un calendario de reuniones periódicas en las que se intercambian las actas de León y Zaragoza, favoreciendo así el conocimiento mutuo de lo que se hace en cada ciudad.

En las distintas actividades participan los tutores y tutoras, y el resto del profesorado del centro en general. El alumnado, por supuesto, es esencial: “Esta es una experiencia participativa significativa, en la que tienen que tomar decisiones, repartir tareas, responsabilizarse y relacionarse entre sí y con el profesorado en unos paradigmas que no son los habituales”, subraya Lola Pérez.

En muchos centros, el proyecto de Hermanamiento va más allá e involucra a toda la comunidad educativa, dando a las familias un papel relevante. En el caso de los centros rurales, ese papel protagonista se hace extensivo a todo el pueblo. “Consideramos que los procesos de participación son un factor añadido en los hermanamientos escolares con un valor considerable”, apunta coordinadora de la Red de Escuelas Hermanadas.

La solidaridad y dotación de recursos materiales es una parte importante del proyecto de ayuda a las escuelas hermanadas en Nicaragua. “Recogemos fondos a través del sorteo de cestas de navidad, jornadas solidarias, un mercadillo de libros, carreras y andadas solidarias, entre otras actividades en las que las familias juegan un papel importante”, explica Lola Pérez. Los fondos recaudados en todos los centros educativos van a una bolsa común, y en el Consejo de Escolares de León se hace una propuesta de distribución equitativa entre los diferentes centros, teniendo en cuenta su población y necesidades.

El ciclo de la ayuda se completa con la elaboración de un informe de los gastos, imágenes de las mejoras y los materiales adquiridos, con sus soportes financieros, que se envían y se entregan a las Escuelas de la Provincia de Zaragoza para que vean cómo, a través de sus donaciones, han contribuido en positivo a otros escolares y a su profesorado. Desde la iniciativa en la provincia de Zaragoza, dicen sentirse felices por cómo se viene desarrollando este intercambio de cultura, saber y materiales, ya que: “Las escuelas de León han conseguido de manera progresiva mejoras significativas” y el alumnado aragonés también ha desarrollado y valioso vínculo y conocido una realidad muy diferente a la suya que les enriquece en valores.

Parte de las acciones que llevan a cabo en los proyectos de EdpCG (Educación para el desarrollo y la ciudadanía Global), como en el caso del Hermanamiento León (Nicaragua)-Zaragoza (España), están subvencionadas por la Diputación Provincial (DPZ). El siguiente paso es “fortalecer la Red de Hermanamientos Escolares a nivel de Provincia”, un paso “vital” para la permanencia del proyecto de educación en los valores de la solidaridad global y el diálogo intercultural, con “la finalidad de aportar otras miradas a las niñas y los niños de estos centros educativos, compartir saberes, metodologías e incluso la dinámica de los distintos centros educativos del territorio.