La familia de Iñigo Cabacas acudirá al Comité de Derechos Humanos de la ONU para pedir un juicio con todas las garantías

elDiario.es Euskadi / Europa Press

21 de enero de 2021 14:08 h

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La familia de Iñigo Cabacas acudirá al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas para plantear una queja y reclamar su derecho a un juicio “con todas las garantías” tras la sentencia de la Audiencia de Bizkaia, ratificada por el Tribunal Supremo, que condenaba a dos años de prisión y 4 de inhabilitación por homicidio e imprudencia omisiva grave a un ertzaina por la muerte el 9 de abril de 2012 del aficionado del Athletic de Bilbao. Así lo han anunciado este jueves en una comparecencia de prensa la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, y los padres del joven fallecido como consecuencia de un impacto en la cabeza de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza tras el partido de fútbol celebrado en el Campo de San Mamés entre el Athletic y el Schalke 04.

Además de elevar a dicho comité su recurso “lo más rápido posible, aunque no hay límite de plazo para hacerlo”, la familia Cabacas presentará una petición ante el Relator Especial del Alto Comisionado europeo, que supervisa la labor y la independencia de magistrados y abogados, para que elabore un informe sobre “la investigación que impulsó la Fiscalía de Bilbao en relación con todo el procedimiento”, tal como ha anunciado Goirizelaia y recoge Europa Press. Igualmente, la letrada ha añadido que la sentencia del Supremo ha confirmado que la familia Cabacas “tiene que ir a buscar justicia a Europa y tiene claro que debe salir fuera de las fronteras del Estado, y recurrir a las instituciones a nivel internacional, para conseguirlo”.

En su resolución, la Sala del Supremo ha rechazado los recursos presentados, tanto por el oficial de la Ertzaintza condenado, que era el de más rango respecto al mando del operativo policial, como por los padres de Cabacas, como acusación particular, y confirma íntegramente la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia, que absolvió a otros 5 agentes juzgados, tras no haberse logrado probar quién fue el ertzaina que realizó el letal disparo. A juicio de Jone Goirizelaia, y tras analizar la sentencia, “el Tribunal Supremo no ha querido entrar al fondo de los recursos y lo único que ha hecho es buscar argumentos que sirvieran para ratificar la sentencia”. Para la abogada de la familia Cabacas, se ha vulnerado un derecho fundamental porque “no se ha podido llegar al fondo de los hechos, al no practicarse todas las pruebas y porque esa investigación venía condicionada por una actuación previa de la Ertzaintza”.

En su opinión, la sentencia del TS “ratifica la sentencia de la Audiencia de Bizkaia desde una óptica totalmente corporativista, aunque no puede evitar decir que la Ertzaintza no hizo bien las cosas”. Para Goirizelaia, “los mandos dieron la orden y está claro que se disparó, con lo cual, hay ya un elemento objetivo y, sin embargo, el Supremo dice que ese hecho, que ratifica la orden dada, no es suficiente y absuelve a los otros agentes juzgados tras no haberse logrado probar quién fue el ertzaina que disparó”.

“Es una contradicción”

En este sentido, la letrada de la acusación particular ha afirmado que les ha llamado la atención la lectura que ha hecho el Supremo del tipo delictivo, que considera y califica como imprudente y, aunque reconoce la actuación como tal, que quedó “clara” en el juicio y en la sentencia, “absuelve porque dice que solamente puede haber condena si se actúa dolosamente, lo que claramente es una contradicción en sus propios términos”. Por otro lado, el padre del joven, Manu Cabacas, ha afirmado que “la familia se siente vapuleada, ninguneada y con mucha rabia”. En este punto, ha añadido que tenían “un atisbo de esperanza” al acudir al Supremo y que cambiara algo, pero su tristeza y desazón ha legado al conocer esta sentencia y “ver que es más de lo mismo o peor, porque encima se ríe de nosotros y nos hace pagar las costas. Es vergonzoso”, ha añadido.

Tras señalar que están “hartos” y no pueden más, ha afirmado que “jamás” podrán creer en la justicia española y, por eso, quieren ver si fuera de España algo les puede favorecer. “No pedimos que nos den, sino que, al menos, no nos quiten, y eso nos hicieron tanto en la Audiencia de Bizkaia como ahora en el Supremo, y ya no podemos más”, ha remarcado.