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Opinión - España: una democracia atascada. Por Rosa María Artal

Fosa común del cementerio de Las Palmas: basta de trabas y mentiras

Algo tan justo como sacar los huesos de una fosa común se ha convertido en una odisea siniestra para nuestras familias, persecución política y laboral, ridiculización de nuestras justas demandas, amenazas en los tiempos del PP en Las Palmas, mentiras y vergonzosas dilaciones del siguiente grupo de gobierno supuestamente “del cambio”, obstáculos de todo tipo, la mediación del presidente del Cabildo, la luz al final del camino, la esperanza, que de pronto se ve truncada, trabas burocráticas al convenio de exhumación por parte de la ULPGC, el silencio como respuesta ante nuestras llamadas y mensajes, el silencio del asesor del presidente del Cabildo, el profesor y político, que sólo parece interesarse y llamarnos o contestar nuestros mensajes, cuando este vergonzoso asunto de absoluta dejación aparece en los medios de comunicación.

La supuesta negativa y la nula respuesta de un genetista a realizar las muestras de ADN a las familias que tenemos muertos en la fosa común del cementerio de Vegueta, tanto de las Islas Canarias, como de distintos puntos del territorio del estado, siendo sin embargo presuroso y efectivo cuando dichas pruebas son para los pozos de Arucas o Tenoya, para la familia del luchador Florido supuestamente arrojado a la Sima de Jinámar, para las heroicas mujeres hijas y nietas de los asesinados de Agaete, lo cual nos parece perfecto, pero no entendemos que no tenga el mismo trato con nuestra gente.

Ya no sabemos que manos negras hay detrás de todo esto, miramos con tristeza los recortes de prensa de 2005, 2006, 2007, 2013, 2014, 2017 los últimos reportajes periodísticos de 2018 que ya daban por hecha la exhumación, las declaraciones de un hombre al que consideramos honrado y honesto como es Antonio Morales, al que conocemos de hace muchos años, de su buena labor como alcalde del Ayuntamiento de Agüimes.

Pero todo se trunca de repente, parece que nunca va a llegar el momento de que se empiecen los trabajos de exhumación, no es tan difícil, si la Universidad de Las Palmas no se pone de acuerdo que el Cabildo pague una empresa privada como se está haciendo en el pozo de Tenoya, si dicho genetista no quiere o no desea analizar el ADN de nuestras familias, pues que se busque otro que de verdad sea sensible a todas las víctimas sin excepción del genocidio franquista en Canarias, no solo de quienes son asesoradas por el mismo político y concejal de turno, el que durante todos estos años ha puesto todo tipo de trabas para que esta fosa común jamás se exhume, para que no se haga justicia histórica con decenas de hombres de bien asesinados por defender la democracia y la libertad.

Estas letras no son ni serán jamás una canción desesperada, sabemos bien lo que es sufrir las tretas de un régimen podrido, la estrategia de quienes por ocultos intereses tratan de que no se mueva ni un gramo de tierra en este cementerio, en esta fosa del horror y el exterminio fascista, somos conscientes de que vamos a seguir luchando gobierne quien gobierne, nos mienta quien nos mienta, tal como vienen haciendo ciertos personajes, pero si pedimos respeto, honradez, sensibilidad con nuestro drama familiar, el que comenzó la tarde del 29 de marzo de 1937 cuando las balas asesinas acribillaron a balazos en el campo de tiro de La Isleta al alcalde comunista de San Lorenzo Juan Santana Vega, a mi abuelo Francisco González Santana y al resto de camaradas y compañeros.

Todo parece conseguido y estamos seguros que desde la Presidencia del Cabildo todo se facilitará, pero no entendemos esta inmensa mediocridad de quienes juegan con nuestro dolor, con nuestras heridas abiertas. No pedimos nada del otro mundo, solo recuperar los huesos de nuestros muertos, homenajearlos, darles una sepultura digna, un lugar donde llevarles flores, en eso estamos y no vamos a parar hasta conseguirlo.

Algo tan justo como sacar los huesos de una fosa común se ha convertido en una odisea siniestra para nuestras familias, persecución política y laboral, ridiculización de nuestras justas demandas, amenazas en los tiempos del PP en Las Palmas, mentiras y vergonzosas dilaciones del siguiente grupo de gobierno supuestamente “del cambio”, obstáculos de todo tipo, la mediación del presidente del Cabildo, la luz al final del camino, la esperanza, que de pronto se ve truncada, trabas burocráticas al convenio de exhumación por parte de la ULPGC, el silencio como respuesta ante nuestras llamadas y mensajes, el silencio del asesor del presidente del Cabildo, el profesor y político, que sólo parece interesarse y llamarnos o contestar nuestros mensajes, cuando este vergonzoso asunto de absoluta dejación aparece en los medios de comunicación.

La supuesta negativa y la nula respuesta de un genetista a realizar las muestras de ADN a las familias que tenemos muertos en la fosa común del cementerio de Vegueta, tanto de las Islas Canarias, como de distintos puntos del territorio del estado, siendo sin embargo presuroso y efectivo cuando dichas pruebas son para los pozos de Arucas o Tenoya, para la familia del luchador Florido supuestamente arrojado a la Sima de Jinámar, para las heroicas mujeres hijas y nietas de los asesinados de Agaete, lo cual nos parece perfecto, pero no entendemos que no tenga el mismo trato con nuestra gente.