Este jueves se celebró una nueva tertulia en Casa Tey que estuvo protagonizada por Héctor Izquierdo, comisionado especial del Estado para la Reconstrucción de La Palma, que realizó “una amena, detallada y muy interesante exposición de la aportación de la Administración central desde el inicio hasta la actualidad”, informa la organización. La tertulia reunió a diversos participantes que analizaron los avances y desafíos del proceso, y se orientó en “cómo la reconstrucción del Valle de Aridane podría ser clave para revertir el fenómeno de la despoblación y el modelo de isla muy dependiente de subvenciones”.
Durante el encuentro, se discutieron los efectos de las ayudas fiscales, como el 60% de descuento en el IRPF, el escudo social de los ERTE y la fuerte inversión estatal, elementos que han sido cruciales para mantener a flote la economía insular. “A pesar de la desescalada progresiva de estas medidas, se destacó un dato alentador: los indicadores macroeconómicos actuales, con todas las reservas necesarias, igualan o incluso superan a los de 2019, antes de la pandemia”, subraya.
“Sin embargo, también se subrayó la lentitud de los procesos administrativos, un aspecto que dificulta significativamente la recuperación, una burocratización de la que resulta difícil salir por el entramado competencial y es perjudicial en contextos de emergencia que requieren celeridad, optándose en varios aspectos por dejar que sea la iniciativa privada la que culmine el proceso, que ha mostrado mayor agilidad”, dice.
Entre las propuestas mencionadas para el desarrollo futuro de la isla, se destacaron “la apuesta por la geotermia y la posibilidad del centro vulcanológico y establecer un campus universitario en La Palma, son proyectos que podrían diversificar y revitalizar la economía insular, aumentando el peso de estos sectores en la economía insular”, apunta.
En el ámbito urbanístico, se debatió “la decisión de reconstruir sobre las antiguas fincas agrícolas y mantener un modelo de viviendas diseminadas, una estrategia que algunos participantes consideraron inadecuada, aunque admitieron que, de momento, no existe alternativa ya que los gobiernos insular y autonómico han escogido este modelo”, subraya.
“El conversatorio también dejó claro que, a pesar de los avances económicos, La Palma sigue siendo una isla vaciada. Los datos confirman que la población real retrocede más de lo que avanza, lo que plantea un desafío demográfico de gran envergadura. No obstante, el hecho de que los datos macroeconómicos actuales sean comparables a los de 2019 genera cierta esperanza en el proceso de reconstrucción y en la posibilidad de un futuro más próspero para la isla”, añade.
“Nuevamente, se puso de manifiesto el problema de la vivienda en la isla, clave para cualquier posible desarrollo. Y que las administraciones deben de ponerlo como prioridad a resolver, para mantener y atraer población”, resalta.
“El camino por recorrer es largo, pero encuentros como este reflejan el interés y el compromiso colectivo por transformar La Palma en un territorio de oportunidades”, concluye.