Una exposición excepcional del Museo Británico explora el día a día de las legiones romanas
Claudio Terenciano nació en Egipto a finales del siglo I aunque era hijo de un veterano de las legiones romanas llamado Claudio Tiberiano. Este viejo soldado licenciado vivía en la ciudad de Karanis (hoy el lugar lleva el nombre de KomAushim), un enclave especial por su vinculación con las legiones al ser un lugar habitual de retiro de los veteranos del ejército romano. Claudio Tiberiano ha pasado a la historia por dejar para la posteridad uno de los archivos epistolares más importantes del mundo antiguo. Cartas que le llegaron desde diversos y lejanos puntos del imperio. Entre estas cartas destacan las que envió Claudio Terenciano contando sus peripecias como legionario. Este es el apasionante punto de partida de una de las exposiciones arqueológicas más interesantes de este 2024. La muestra lleva el nombre de Legión, la vida en el Ejército Romano (Legion, life in the Roman army) y tiene como escenario es imponente Museo Británico de Londres (Great Russell Street). La exposición estará abierta hasta el 23 de junio y las entradas vuelan. Es una excusa excelente para hacer una escapada a la capital británica y, de paso, disfrutar de una de las mejores exposiciones históricas de los últimos 30 años en Europa.
Las peripecias de Claudio Terenciano sirven como base de un discurso expositivo que cuenta con dos centenares de objetos íntimamente relacionados con las míticas legiones de Roma. Los más espectaculares son un Scutum (escudo) procedente de la ciudad de Dura Europos (Siria) -de la colección arqueológica de la Universidad de Yale- y que cuenta con un grado de conservación excelente, un guardabrazos articulado hallado en el Fuerte Trimontium (Escocia) y la lorica segmentata (armadura segmentaria) más completa encontrada hasta el momento que procede del campo de batalla de Kalkriese en Alemania. Esta armadura fue utilizada durante la batalla de Teutoburgo (año 9 DC), una de las derrotas militares más duras del Imperio Romano y que supuso el freno de la expansión territorial de Roma hacia el norte de Europa. De esta armadura se conservan una treintena de piezas (está casi entera) y los expertos afirman que perteneció a un militar romano que fue sacrificado como ofrenda a los dioses germanos después de la batalla (lo que explica su estado de conservación). La muestra es impresionante. Imperdible para cualquier amante de la arqueología.
Desterrando mitos.-Las cartas de Claudio Terenciano y los llamadas Tablillas de Vindolandia (recuperadas de uno de los principales castrum -campamento- del Muro de Adriano) son las principales fuentes documentales directas de la vida de los legionarios de Roma. No estamos hablando de relatos históricos o literarios. Hablamos de las propias experiencias de un legionario y una gran cantidad de documentos escritos en tablillas de abedul, aliso y roble donde podemos leer desde una invitación a un cumpleaños a documentos de carácter oficial y administrativo relativos al funcionamiento cotidiano del ejército (intendencia, alimentación, órdenes de campaña o datos sobre la organización de los campamentos). A través de estas dos fuentes documentales y esos dos centenares de objetos podemos conocer como era el día a día de uno de los primeros ejércitos profesionales del mundo.
Una de las grandes virtudes de esta exposición (como suele ser habitual en las muestras que organiza el British) es que sirven para desterrar mitos. La realidad, casi siempre, suele ser más prosaica. Así podemos ver que para ser legionario había que un hombre libre. Los objetos (que no sólo son de carácter militar o bélico) nos ayudan a comprender y a poner en contexto uno de los pilares fundamentales del poderío romano: un ejército perfectamente profesionalizado, preparado, abastecido y organizado. A través de monedas encontradas en viejos campamentos y campos de batalla conocerás todos los detalles de la soldada y los beneficios que aguardaban a los que se convertían en veteranos licenciados. Lápidas funerarias, objetos cotidianos, amuletos y un largo etcétera de joyas arqueológicas sirven para poner el contexto de todo lo que rodeaba a la milicia.
Restos romanos en Londres.- Si vas a Londres y ves esta exposición puedes aprovechar para rastrear las huellas de la antigua Londinium que aún quedan en la capital británica. Para remontarse a los orígenes mismos de la ciudad nada mejor que ver lo que queda de las murallas del fuerte romano sobre el que se fundó la ciudad en el 67. Se pueden ver restos de los viejos fuertes y murallas de Londinium en diversas partes de la ciudad: Noble Street, 3, dónde puedes ver un lienzo de muralla (reforzada en época medieval) que pertenecía a las murallas construidas en el 190 de la era cristiana;en Tower Hill y la Torre de Londres aún pueden verse tramos bien conservados de la muralla y varias torres de origen romana integrados en las fortificaciones medievales; los baluartes de St Giles Cripplegate (Monkwell Square) son también medievales, pero la parte inferior de las torres y los muros son de origen romano y, por último, hay un tramo de muro muy bien conservado en las instalaciones del Museo Británico de Barbican (London Wall, 150).
El crecimiento de Londres y las sucesivas ‘destrucciones’ de la ciudad a lo largo de la historia (sobre todo en el gran incendio de 1666 y los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial) han cambiado la faz a la ciudad de manera importante. Seguro que bajo los cimientos de muchos edificios de la City hay numerosos restos romanos, pero en la actualidad sólo hay tres yacimientos visitables.
El Anfiteatro de Londres (Guildhall Yard, sn) se encuentra bajo el Guidhall, la sede histórica del ayuntamiento londinense (que es muy bonito de visitar, la verdad). Los restos de la única arena de Londinium se descubrieron durante unas obras en 1988 y se obró el milagro. No sólo se hizo un trabajo de excavación arqueológica increíble, sino que se creó un espacio que combina restos arquitectónicos y equipo multimedia para recrear este espacio en su época de máximo esplendor. El descubrimiento del Mitreo de Londres (Walbrook, 12) también fue fruto de la casualidad: la construcción de un edificio en 1954 sacó a la luz este pequeño templo dedicado al cuto a Mitra con numeroso material arqueológico que ahora se custodia y exhibe en el Museo Británico. Este espacio nos conecta de manera directa con la exposición sobre las legiones ya que el culto a Mitra era muy popular entre los militares romanos. En un relieve que representa a Mitra matando a un toro (custodiado hoy en el British Museum) puede leerse: Ulpius Silvanis, soldado veterano de la Segunda Legión Augusta, en cumplimento de su juramento, realiza este altar -como resultado de- una visión. Ya por último nos acercamos a la l aDomus de Billingsgate (LowerThames Street, 101 -sólo visitas guiadas-) para ver la única casa romana y baños que se ha descubierto en la ciudad hasta el momento.
Fotos bajo Licencia CC: michael kooiman; Sergio Geijo; Cary Bass-Deschenes
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