La declaración de Artur Mas de este lunes era el plato fuerte de un juicio, el del 9-N, al que le quedan todavía cuatro sesiones. El juicio se alargará hasta el viernes con las declaraciones de testigos y la presentación de las periciales y documentales. Una vez han hablado los acusados –aunque sólo contestando a las preguntas de sus abogados– es el turno de los testigos que respaldarán o rechazarán el relato de Mas, Rigau y Ortega.
Este martes está previsto que declaren hasta 16 testigos, después de que el tribunal haya admitido la comparecencia propuesta por el fiscal Emilio Sánchez Ulled de un trabajador de Fujitsu, una de las empresas a las que la Generalitat externalizó el 9-N. Entre el resto de personas que declararán –la mayoría a propuesta de las acusaciones– figuran cargos de la Generalitat y personas sin relevancia pública, como directores de centros educativos e inspectores de Enseñanza.
Fueron personas que o bien pidieron órdenes concretes de la Generalitat sobre qué hacer con el 9-N si actuaba el Constitucional o directamente se negaron a abrir su centro educativo, como la directora de l'IES Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat (el único que no abrió el 9-N). “Nos encontramos con una directora con la que había un tira y afloja, y había cierto trasfondo político en sus decisiones, porque hacía unas peticiones que iban más allá de las que eran normales”, ha dicho sobre ella este lunes Irene Rigau, en referencia a que la docente fue simpatizante de Ciutadans.
También declarará este martes el director gerente del Centre de Telecomunicacions de la Generalitat (CTTI), Jordi Escalé, que respondió a la empresa T-Systems que “ninguna de las actividades” del encargo de la Generalitat por el 9-N resultaban “explícitamente afectadas” por la suspensión de la consulta ordenada por el Constitucional.n
El miércoles será el turno de los testigos de mayor peso político, solicitados por las defensas. Declararán Francesc Homs, exconseller de Presidència que irá a juicio en las próximas semanas también por el 9-N ante el Supremo; los expresidentes del Parlament, Núria de Gispert y Joan Rigol; y el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias.
Las pruebas periciales se expondrán ante el tribunal este jueves, tras lo que llegará el turno de las documentales, con el juicio ya en su recta final. Este punto se antoja clave, en especial después de las declaraciones de este lunes de Mas, Rigau y Ortega. Los tres acusados han alegado que no recibieron ningún requerimiento formal del Constitucional después de que el tribunal suspendiera la consulta y que el 9-N se rebajara a “proceso participativo”. La falta de un aviso claro y contundente del Constitucional sobre las consecuencias de desobedecer, junto al protagonismo exclusivo de los voluntarios en la votación, es la principal baza de las defensas.