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Más transparencia y comunidad de socios y menos algoritmo: los desafíos del periodismo en la era de la desinformación

Pau Rodríguez

Barcelona —
29 de junio de 2024 12:08 h

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Martin Baron, exdirector de 'The Washington Post', advirtió en una visita reciente a España de que pocas veces en la historia reciente el periodismo había padecido tantas presiones. ¿Es tan grave la situación para la libertad de prensa? ¿Y es ese el principal reto de los medios de comunicación a día de hoy, o lo son el auge de la desinformación, la fatiga de muchos lectores o los modelos de financiación de la prensa? 

Cuatro de los principales medios del país se han juntado este sábado en Plaça de Catalunya de Barcelona, en la primera mesa de debate del Festival de las Ideas y la Cultura de elDiario.es, para tratar de responder al cúmulo de desafíos que planean sobre el periodismo. Ignacio Escolar, director del diario organizador del evento; Esther Vera, del Ara; Jordi Juan, de La Vanguardia, y Soledad Gallego Díaz, exdirectora de El País, han dado con algunas recetas: mayor transparencia, fortalecimiento de la comunidad de lectores, más servicio público, menos dependencia de los poderes económicos y de los algoritmos de las redes sociales y, por último, una nueva –aunque delicada– regulación del sector. 

“Hay más presiones políticas, judiciales y en las redes sociales por mecanismos de desinformación para tratar de combatir la libertad de prensa”, ha arrancado Escolar, sobre la pregunta lanzada por la moderadora Neus Tomàs, subdirectora de elDiario.es, a cuenta de las palabras de Baron. “Pero no se trata tanto de presionar a los medios para que saquen informaciones falsas”, ha continuado Escolar, “sino de desacreditar sus informaciones verdaderas”, como hace Trump en Estados Unidos o sus “chiquititos” imitadores por todo el mundo. 

Ante este primer diagnóstico, Vera y Juan han rechazado que las presiones de los poderes político y económico sean hoy peores. “No soy de escenarios apocalípticos, pero podemos empeorar mucho antes de mejorar”, ha manifestado la directora del Ara. “¿Presiones? Bienvenidas sean”, ha respondido, provocador, el director de La Vanguardia, “señal de que lo que publicas no pasa desapercibido y de que estamos vivos”. La pregunta es, entonces, cómo lidiar con esas presiones para que no afecten a los diarios. 

En este punto, la mayoría de los ponentes han coincidido en la necesidad de tener autonomía financiera con la aportación de los lectores, un modelo con el que elDiario.es ha logrado alcanzar los 87.000 socios esta semana. “O lo paga el lector o lo paga quien tiene otros intereses”, ha resumido Vera. 

Cómo regular los bulos

Uno de los nuevos retos del periodismo, han coincidido también todos, es la de lidiar con la desinformación y, en particular, de las webs que se hacen pasar por medios de comunicación y que incluso reciben financiación pública para difundir bulos. “La línea debe ser la veracidad. La Constitución protege el derecho de los ciudadanos a recibir información y no mentiras”, ha defendido Gallego Díaz, que ha pedido mayor contundencia contra aquellos que publican a sabiendas información falsa que afecta a la vida de otros. 

En ese punto, el debate ha girado en torno a cómo regular la proliferación de desinformación, una cuestión que se contempla en la ley europea Media Freedom Act y que recientemente el presidente Pedro Sánchez puso sobre la mesa cuando habló de poner coto a los “pseudomedios”. “Puedo estar de acuerdo, pero quién pone la raya y decide qué es un pseudomedio? ¿El Gobierno?”, ha planteado Juan, que ha mostrado sus reservas –compartidas por la mayoría– de que el poder político establezca una normativa que acabe perjudicando al periodismo. 

Escolar, por su parte, ha argumentado que sí es posible establecer ciertos “criterios objetivos” que definan a un medio de comunicación frente a estos portales. Por ejemplo, tener a periodistas contratados. “Parece una obviedad, pero así eliminaríamos al 80% de los pseudomedios”, ha asegurado. Y ha añadio otros requisitos posibles, como la transparencia en la propiedad. 

Una nueva regulación, han coincidido todos los directivos, debería incluir también una exigencia de mayor transparencia en las subvenciones y aportaciones públicas a los medios de comunicación. “Todo el dinero que sale de una Administración debe saberse adonde va”, ha constatado Juan. Vera, por su parte, ha denunciado la diferencia que existe entre la Generalitat, que es de las pocas administraciones que hace pública su publicidad institucional en los medios, y la Comunidad de Madrid. 

En este punto, Juan y Escolar han advertido además que existe una fórmula para financiar con dinero público a los medios que es todavía más complicada de rastrear. La que se hace a través de empresas privadas. “Un ayuntamiento encarga una rotonda o una biblioteca y en el pliego dice que la empresa tiene que destinar tanto dinero a publicitarlo”, ha puesto como ejemplo, y es ahí donde la administración les empujan dar dinero a determinados medios.

Las esencias del oficio frente al algoritmo

Por último, los responsables de estos cuatro periódicos han insistido en aferrarse a las esencias del oficio, a la investigación, fiscalización del poder y al servicio público. “La información debe ser para los lectores y no para el algoritmo”, ha declarado Escolar, que ha asegurado que perseguir a la audiencia en las redes sociales, a costa de titulares sensacionalistas y contenido superficial, no tiene futuro. 

Frente a la posibilidad de personalizar la información que el lector recibe, Gallego Díaz ha querido cerrar además apelando a la necesidad de leer noticias que puedan no interesar al lector de entrada. “El presidente de Google dijo algo que me puso los pelos de punta: que iban a conseguir que el lector solo reciba la información que le interesa. Entonces solo recibirá la de su pueblo, su equipo de fútbol y el oficio de sus hijos. ¿No le vamos a informar sobre Sudán?”, ha dejado en el aire la pregunta. 

Reunidos en Plaça de Catalunya, decenas de lectores de elDiario.es y otros curiosos y transeúntes han desafiado la idea de que la información interesa cada vez menos. Y han adaptado el lema del diario, Periodismo a pesar de todo, a la meteorología de este sábado en Barcelona: Periodismo a pesar de la lluvia.