Oltra, al banquillo por orden de “la Superioridad”: claves de una acusación sin indicios que desgasta a la izquierda
Mónica Oltra ostenta la condición de procesada, propia de la fase intermedia anterior a la apertura del juicio oral. Por tanto, una vez dictado el auto del instructor que desestima los recursos de varias defensas, la ex vicepresidenta valenciana queda al borde del banquillo. Oltra se enfrenta al juicio oral sin que el magistrado Vicente Ríos ni el fiscal Jaime Cussac vean indicios sólidos de un presunto encubrimiento por parte de la dirigente de Compromís de los abusos a una menor tutelada por los que su exmarido fue condenado en sentencia firme.
Una falta de indicios que refuerza la estrategia de defensa de Mónica Oltra y del resto de procesados y que apuntala la tesis de Compromís, según la cual el procedimiento judicial encaja en un supuesto caso de 'lawfare' (la utilización de la Justicia para arremeter contra oponentes políticos). Un término que, al calor de diversas causas judiciales, especialmente la relativa a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, se ha popularizado en los argumentarios de la izquierda española.
El instructor archivó provisionalmente la causa el pasado 2 de abril al “no haberse justificado la perpetración de delito alguno” por parte de los investigados. Sin embargo, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de València, presidida por el magistrado conservador Pedro Castellano, revocó el archivo y obligó al juez a finalizar la instrucción, algo que el magistrado dictó en un auto remarcando que era “por imperativo legal”.
El fiscal, en su informe sobre las alegaciones de las partes, reconoce que se trata de una situación “relativamente inusual” y descarga la responsabilidad en la sección cuarta de la Audiencia de València y en su decisión de revocar “sin más” el sobreseimiento del juez instructor. El representante del Ministerio Público recuerda que la decisión de sobreseer la causa fue “rechazada por la Superioridad”, en referencia —con una mayúscula oficialista— a la sección cuarta.
El informe del fiscal entiende que la decisión de la Audiencia de València alude exclusivamente a hechos por los que nadie figura en calidad de investigado: la conducción de la menor tutelada —esposada por parte de la Policía autonómica a pesar de su condición de víctima— al juicio al exmarido de Oltra, en el que fue condenado por abuso sexual. Se trata de un “episodio por el que nadie llegó a adquirir la condición procesal de investigado”, recuerda.
Por otro lado, el representante del Ministerio Público también desliza otras claves que apuntan a un juicio con escasa carga acusatoria. Así, el escrito del fiscal alude a la “asunción, tácita pero inequívoca”, por parte de la Audiencia de València del relato fáctico del minucioso auto de archivo, en el cual el instructor concluía de plano la falta de indicios.
El fiscal, en definitiva, rechaza los recursos de la defensas, que pedían un segundo sobreseimiento, al tratarse de un “imposible judicial”. Es decir, de un callejón sin salida para el instructor que, a pesar de no ver indicios de delito, está obligado por la “Superioridad” a seguir adelante. “No puede sino acogerse tal razonamiento”, contesta el juez instructor en el auto dictado este jueves.
Una causa con consecuencias políticas
Los peculiares vaivenes de la causa tienen un notable eco en el seno de la izquierda valenciana. Oltra dimitió como vicepresidenta y consellera de Igualdad de la Generalitat Valenciana el 21 de junio del 2022, tras su imputación por parte de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV).
Al perder la condición de aforada, la causa volvió a manos del titular del Juzgado de Instrucción número 15 de València. El Pacte del Botànic vivió su último año al frente del Ejecutivo autonómico sin una de sus figuras más relevantes. Además, con la dimisión de Mónica Oltra, Compromís quedó descabezado ante unas elecciones que ganaron el popular Carlos Mazón y sus socios de Vox.
El sobreseimiento provisional de la causa, hace casi seis meses, abrió brevemente la puerta a un posible regreso de Oltra a la primera línea política.
La dirigente de Compromís se dejó ver en aquellas fechas más frecuentemente en actos públicos, en un contexto en que afiliados, simpatizantes y cuadros celebraban la anhelada resurrección política de la que fue líder indiscutible de la coalición desde sus inicios.
Tras la polémica decisión de la sección cuarta de la Audiencia de València, Mónica Oltra regresó a una nueva fase de hibernación de su perfil público para centrarse en el ejercicio de la abogacía. Oltra conoce los tiempos, más bien lentos, de la Justicia española.
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