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Las claves para ahorrar al poner la lavadora y el lavavajillas

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Nuestros electrodomésticos y la manera en cómo los usamos juegan un papel determinante, no solo a la hora de reducir nuestro impacto en el medio ambiente, sino también en nuestras facturas. La lavadora y el lavavajillas son dos de los electrodomésticos más usados en un hogar y representan casi el 10% de las facturas de energía del mismo.

Siete pasos para ahorrar con la lavadora

Los factores que influyen en el consumo de energía de una lavadora, más allá de la frecuencia con la que solemos ponerla, son varios. Algunos de los que más nos pueden ayudar a ahorrar al final de mes son:

  • Usar agua fría, siempre que sea posible y cuando la ropa no esté muy sucia. La mayor parte de la energía de una lavadora se usa para calentar el agua (se calcula que el 80-85%). Ya hay mayor conciencia de las ventajas de lavar a 30ºC y algunos modelos de lavadoras incorporan, desde el año 2013, la opción de los 20ºC.
  • Hacer cargas completas: esperar a tener la lavadora llena es mejor que hacerlo cuando está medio llena porque, aunque una carga más pequeña puede usar menos agua, utilizará la misma cantidad de energía. Si, por el contrario, la llenamos demasiado, la ropa saldrá arrugada y no se limpiará bien. Por tanto, es importante que tengamos una lavadora que se ajuste a nuestras necesidades (las hay de varios kilos, cuantos más kilos, más capacidad).
  • Usar ciclos adecuados: si nuestra lavadora tiene una opción que dice “lavado rápido” o “ciclo ecológico” es recomendable usarlas, porque estos lavados están diseñados para la eficiencia energética, no solo para la velocidad del ciclo. Dar preferencia a los programas ecológicos, que aunque más largos, son más económicos (de un 3-54% de ahorro).
  • Reducir el número de lavadoras a la semana: si nos fijamos en todas las lavadoras que llegamos a poner, posiblemente nos demos cuenta que algunos de estos lavados no son necesarios o se pueden simplificar con menos cargas. 
  • Hacer un mantenimiento adecuado: el filtro puede acumular cal, que hace que la lavadora consuma más energía para funcionar bien. Limpiarlo de manera periódica nos ayudará a optimizar el funcionamiento, porque la cal que se acumula obstaculiza la evacuación del agua y fuerza el motor. Otra forma de garantizar un buen rendimiento es hacer un lavado mensual caliente, sin ropa, con un producto diseñado para limpiar y desinfectar.
  • Comprar una lavadora energéticamente eficiente: al comprar la lavadora, debemos prestar atención a las calificaciones de eficiencia energética. Desde el pasado mes de marzo, el nuevo etiquetado energético europeo presente en lavavajillas, lavadoras, neveras y pantallas distribuye los electrodomésticos de la A a la G (la A es la más eficiente). Sustituye así la escala A+++, A++, A+, A, B, etc. y ya no se añaden más signos a la clase A.

Consumir menos energía con el lavavajillas

Si no se usa de manera adecuada, el lavavajillas es otro de los electrodomésticos que más energía consume de toda la casa. El buen mantenimiento es fundamental: limpiarlo y estar atento a los primeros signos de problemas evita gastar de más en la factura y tener que reemplazarlo antes de tiempo. 

Es aconsejable:

  • Llenarlo antes de usar: el lavavajillas usa la misma cantidad de agua si está medio lleno que si está lleno del todo. Poner el lavavajillas al final del día, una vez al día, consumirá menos agua y energía que lavar los platos a mano durante todo el día. Si no logramos una carga al día, es aconsejable usar la función de enjuagar para evitar la acumulación de alimentos secos y, al mismo tiempo, ahorrar tiempo y agua. Debemos cargar los platos de acuerdo con las instrucciones del fabricante, llenar completamente las rejillas para optimizar el uso de agua y energía y permitir la circulación del agua.
  • Adaptar el lavado a la necesidad: debemos mirar bien qué estamos lavando (platos, vasos, paelleras, etc.) para poner el lavado adecuado. 
  • Mantener limpio el lavavajillas: limpiar los filtros es importante para que el electrodoméstico no gaste más de lo normal.
  • Usar la opción ecológica: muchos lavavajillas modernos ya incorporan un programa de modo ecológico, que limita la temperatura y la cantidad de agua usada para lavar los platos. Los programas ECO también pueden llegar a representar un ahorro de más del 40% en programas de 65ºC. Si, además,  disponemos de la función de secado al aire sin calor, es mejor usarla; si no la tenemos porque el modelo es antiguo, podemos apagar el lavavajillas tras el enjuague final y abrir la puerta para permitir que se seque al aire. 

Según un estudio, poner el lavavajillas permite un ahorro de unos 30 litros al día y se consigue ahorrar una media de 87 litros respecto al lavado a mano cada vez que se friegan los platos. Y no solo ahorramos en agua, sino también en luz: al usar este electrodoméstico y ser más eficiente en sus ciclos de lavado se ahorra en energía 1,06 kwh al día.

En todos los casos, tanto para la lavadora como para el lavavajillas, debemos priorizar su uso, siempre que sea posible, en las horas en las que la energía cuesta menos, que suelen ser los fines de semana y durante la noche.

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