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¿Es recomendable cambiar la sal por productos bajos en sodio para tus platos?

Foto: National Institute of Korean Language

Marta Chavarrías

25 de diciembre de 2022 21:54 h

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La excesiva ingesta de sal es uno de los principales riesgos de nuestra dieta. Aunque el sodio es un mineral esencial que nos ayuda a regular el equilibrio de líquidos y la función muscular, cuando el consumo es excesivo causa millones de muertes cada año, relacionadas sobre todo con efectos adversos en la presión arterial y un riesgo más alto de infarto y daño renal.

La hipertensión, a la que se hace referencia como “la epidemia silenciosa”, es uno de los principales y más peligrosos enemigos porque muchas veces no presenta síntomas.

Según algunas fuentes, necesitamos no más de 1,25 gramos de sal al día, equivalentes a una cucharada pequeña de café. Pero tomamos entre una y tres de estas cucharadas al día. 

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, establecen para los adultos no exceder los cinco gramos de sal al día si deseamos mantener en su sitio la presión arterial y reducir a niveles razonables el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y enfermedad coronaria. 

De toda la cantidad de sal que recibimos, solo el 10% está presente de forma natural en alimentos frescos como frutas, vegetales, carnes o huevos; el 15% la añadimos nosotros al cocinar; mientras que el 75% restante procede de los alimentos procesados. 

¿Qué son los sustitutos de la sal bajos en sodio?

Reducir la cantidad de sal que consumimos todos los días es un consejo de salud que llevamos años escuchando. Una dieta baja en sal añadida puede ayudarnos a normalizar la presión arterial. Hacerlo con la abstinencia es complicado, pero podemos hacerlo no añadiendo sal en las comidas que preparamos sino usando más especias.

Además, y de la misma manera que contamos con sustitutos del azúcar (edulcorantes) como estrategia dietética, también podemos usar un sustituto de la sal para reducir su consumo. Se trata de productos que contienen menos sodio que la sal común y se reducen sustituyendo parte del sodio por potasio u otros minerales. 

De sabor y apariencia similar al cloruro de sodio, tienen sin embargo una gran diferencia: una proporción significativa de cloruro de sodio se reemplaza con cloruro de potasio, que se ha demostrado que ayuda a reducir la presión arterial. 

Beneficios de los sustitutos de sal bajos en sodio

Según la evaluación de Nutrimedia, un proyecto del Observatorio de la Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra y el Centro Cochrane Iberoamericano, solo con sustituir con cloruro de potasio parte de la sal normal se pueden conseguir beneficios como:

  • Disminución del riesgo de sufrir ictus no mortal y síndrome coronario agudo.
  • Mortalidad cardiovascular ligeramente inferior.
  • Pequeña reducción (menor de 10 mm Hg) de la presión arterial, tanto la sistólica como la diastólica.
  • Niveles de potasio en sangre ligeramente mayores.

Estos beneficios, que se han observado sobre la salud cardiovascular, son muy pequeños a nivel individual, pero pueden ser relevantes en toda la población. 

En otro análisis que reúne los resultados de 21 ensayos clínicos internacionales y que se publica en Heart, los expertos han demostrado que el uso de sustitutos de la sal puede reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte por todas las causas y enfermedades cardiovasculares. 

El análisis muestra que los sustitutos de sal reducen los riesgos de muerte prematura por cualquier causa en un 11%, de enfermedad cardiovascular en un 13% y los riesgos de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular en un 11%. 

Otro ensayo, el Salt Substitute and Stroke Study (SSaSS), determina también que el sustituto de sal reduce el riesgo de accidente cerebrovascular en un 14% y reduce el riesgo de eventos cardiovasculares adversos importantes en un 13% en comparación con el uso normal de sal. Además, el riesgo de mortalidad por todas las causas se reduce en un 12% entre los que usan el sustituto de la sal. 

¿Todo son beneficios? Los límites de los sustitutos de sal bajos en sodio

A pesar de todos estos beneficios demostrados, y siguiendo con el análisis de Cochrane, faltan evidencias sobre los efectos de estos productos en determinados sectores y, además, los sustitutos de la sal bajos en sodio también pueden suponer un riesgo para la salud, como un nivel de potasio en sangre superior al normal, lo que se conoce como hiperpotasemia. Esto comporta problemas en la velocidad y el ritmo de los latidos del corazón o puede hacer que este se detenga. 

El análisis publicado en Heart también lanza una advertencia: los sustitutos de la sal no se recomiendan para personas con enfermedad renal o cualquier otra enfermedad que requiera una reducción del potasio en la dieta. 

Los expertos tampoco han podido establecer conclusiones sobre los efectos en el control de la presión arterial, episodios de enfermedad cardíaca, muerte causada por ictus o sobre los efectos ni la seguridad de su uso en lugar de sal común en los niños.

La evidencia es limitada también con las mujeres embarazadas y las personas en las que se sabe que un aumento de la ingesta de potasio es potencialmente perjudicial.

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