Un grupo de figurantes se niega a que les escaneen en un rodaje sin avisar: “Querían ahorrarse esa jornada de trabajo”

Un grupo de entre ochenta y noventa figurantes acudieron el pasado 16 de octubre a la grabación de La canción, la serie producida por Buendía Estudios en colaboración con Movistar Plus+, sobre la primera victoria de España en Eurovisión. Todo lo que sabían es que se trataba de un rodaje de época, y que no se admitían ni pelos largos ni barbas. Al llegar a la localización, se encontraron con una sorpresa: a varios de ellos se les dijo que “se les iba a escanear, sin especificar el motivo”. La agencia que les había contratado, Penélope, no les había comunicado que la jornada incluiría esta práctica.

“Nos opusimos porque no nos habían informado”, relata a este periódico un vocal de la Asociación Profesional de Actores de Figuración (APAF), que estuvo presente en la fallida convocatoria, y que ha emitido un comunicado al respecto. “Fue la primera vez que se dio un parón así en rodaje”, añade sobre lo que implicó que el 80% de los citados se opusieran.

Desde el equipo de la ficción les explicaron que el objetivo del escáner era “rellenar butacas, con sus figuras modificadas, dentro de un auditorio”. Una acción que, hasta entonces, era conocida como “hacer capas”. Es decir, colocar a una porción de las personas necesarias para llenar un espacio en una ubicación concreta, filmarlas, cambiarlas a otra, que pusieran diferentes posturas y llevando a cabo distintas acciones como aplaudir o levantarse, y volver a grabarles. “Como si nos barajaran, para luego componerlo en edición”, expone el vocal.

“Antes una grabación así equivalía a una jornada de trabajo, que ahora quieren ahorrarse mediante el escaneo”, argumentan desde la Asociación. A su vez, describen que la tecnología que se utiliza para ello es “una especie de plataforma en la que te subes, que va dando vueltas y toma mediante un lector diferentes perfiles. Te piden movimientos para tomar la imagen a partir de ahí y poder transformarla después como quieran”. Y no es algo nuevo, reconocen que es una práctica a la que llevan siendo sometidos desde hace dos años, pero siempre con previo aviso.

Al ser las agencias mediante las que se realizan las contrataciones –aquí Penélope–, son estas quienes “detallan lo que va a suceder”, en función del acuerdo al que hayan llegado con las productoras –en este caso Buendía Estudios– de los proyectos.

El equipo de La canción trató de enmendar la situación. Los primeros en intervenir fueron los compañeros de dirección. “Intentaron convencernos de que lo hiciéramos”, comenta el vocal. El siguiente fue el jefe de producción, que les pidió que accedieran, ya que “habían traído la máquina” con la que se hace el escáner, con su consecuente coste, alegando que el auditorio en el que iban a filmar era “muy grande” y aquella era la mejor opción para llevarlo a cabo –para ellos–. Los figurantes insistieron: “No nos han avisado y no estamos de acuerdo”. A partir de ahí se abrió un proceso de negociación.

Intentaron convencernos de que lo hiciéramos. Les dijimos que no nos habían avisado y que no estábamos de acuerdo

Entre medias, la agencia Penélope les envió un mensaje por WhatsApp, pidiendo perdón por lo sucedido. “Disculpadme por no avisar de que hoy habría escaneo”, escribieron en el chat al que ha tenido acceso elDiario.es. La figuración, según especifican en el comunicado emitido por la APAF, demandó dos condiciones: un documento en el que la productora se comprometiese a utilizar solo en ese proyecto las imágenes digitalizadas (que incluyese una compensación económica en caso de incumplimiento), y la correspondiente compensación económica. “Nunca llegaron a darnos una propuesta escrita ni un acuerdo de compromiso”, lamenta.

“Me dicen que no lo queréis hacer porque creéis que vuestra imagen va a ser utilizada para otra cosa. Por favor, esto es solo para esta serie. No se va a utilizar en ninguna otra cosa. Os ruego por favor, que lo hagáis. Muchas gracias”, fue el resto de las explicaciones que recibieron los trabajadores al respecto. A continuación, la respuesta del jefe de producción fue ofrecerles “condición de 'figuración especial'”, lo cual se traducía, según explica el vocal, en “entre 15 y 20 euros más” de lo inicialmente estipulado. “Con el escaneo quieren ahorrarse esa jornada de trabajo”, insiste. “No compensaba”, comparte. Más allá de esta situación, la jornada de rodaje continuó según lo previsto. “Seguimos rodando sin el escáner”, afirma el vocal, “y una gran parte volvió al día siguiente también”.

Este periódico se ha puesto en contacto con la agencia Penélope, que contrató a los afectados, desde donde afirman que, “aunque no se les avisase, hay veces que se ha hecho igualmente”. “A veces les avisan, a veces es en el último momento, o incluso en el mismo día”, explican, asegurando que se dejó claro que “se les garantizó que su imagen sería usada solo en esa serie”. elDiario.es se ha comunicado también con la productora Buendía Estudios, quienes recuerdan que la relación contractual de los actores de figuración depende de la agencia de figuración, que es la que “establece las condiciones respecto a categorías y tarifas, y la que traslada la información en sus representados”.

“En este caso hubo un error de esa empresa en comunicar que en esa jornada se iba a proceder al este procedimiento de escaneo. Ese mismo día la agencia les contactó para explicarles el error”, relatan desde la productora. Igualmente, inciden en que el propósito del escaneo era “la construcción de capas digitales en la recreación de una masa de público anónimo en un auditorio y su uso está limitado exclusivamente a este proyecto”. Buendía Estudios valora que, en el rodaje, el grupo de figurantes que se opuso a la práctica “intentó imponer como condición una tarifa exorbitada para el tarifario al uso”.

Hubo un error de la agencia de figuración al comunicar que en esa jornada se iba a proceder al este procedimiento de escaneo. Ese mismo les contactó para explicarles el error

Desde APAF, al tiempo que trabajan en “hacer un nuevo convenio con especificaciones”, describen que, actualmente, “se han estipulado una serie de categorías, que no están recogidas en ningún sitio”, que determinan sus tarifas. La 'especial' se refiere a “cuando haces una habilidad, como llevar una bandeja”. También está el 'acting con actuación muda', “para cuando das la mano a un actor, das un abrazo o incluso estás en una explosión”; después ya pasa a formar parte del convenio actoral, en el que el siguiente escalón estipula un “máximo de dos líneas, sesenta caracteres”.

Los riesgos de dejarse escanear

La implantación de la IA es una de las grandes preocupaciones del sector audiovisual. La falta de regulación y protección ante la misma fue una de las reivindicaciones de la huelga de guionistas que paralizó Hollywood durante 148 días en 2023. De hecho, las negociaciones en esta materia fue una de las grandes victorias del acuerdo que lograron. Sus protestas fueron extensibles a nuestro país, y que están afectando a otros ámbitos como la literatura, la traducción, los videojuegos y la ilustración.

El uso del escáner en rodajes ha abierto debate, de nuevo por la falta de regulación. “Es una opción personal, cualquiera es libre de pedir escanearse y una compensación”, afirma el vocal de APAF, aunque particularmente expone: “No estoy por la labor. Es pan para hoy y hambre para mañana”. También opina que tampoco es una práctica que compense a las propias agencias. “Para ellas también sería quedarse sin trabajo”, argumenta.

El otro punto problemático que identifican desde la Asociación es la desconfianza sobre el uso de sus imágenes escaneadas. “No sabes donde puedes acabar mañana. Tú eres un monigote en un escenario, en un pueblo del oeste, al que cambian el traje, el color del pelo, estás en el fondo, no se te ve. ¿Cómo podrías comprobarlo? Es imposible”, sostiene.

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