“In Spain we say 'its amargura', in Spain we say 'ay, me desangro', in Spain we say 'qué coño hago'”. La respuesta es disfrutar. Rigoberta Bandini ha convertido su gira de despedida “por un rato largo” en una fiesta de libertad, comunión, reivindicación de las tetas y los saltos. La pista del Wizink Center de Madrid no entendió este viernes de suelas de zapatos. Vibró, brincó y brindó por y para la fiesta de la banda liderada por la cantante catalana. Una cita frenética, electrónica y divertida que devolvió a su prima -y mitad del show- Belén Barenys al escenario y subió a una Amaia Romero a la que le sienta muy bien seguir sus pasos. Todo empezó con la canción In Spain we call it soledad, aunque no hubo ni un ápice de ella.
Paula Ribó apareció vestida con gafas de sol y una bata blanca llena de brillantina. Prenda que acabó quitándose para acabar con el look de colegiala que ha lucido durante sus conciertos desde antes de convertirse en un fenómeno gracias al Benidorm Fest y su himno Ay mamá. Su espectáculo ha cambiado mucho. Mientras en otras etapas ha necesitado repetir temas, versionar a otros artistas y alargar canciones por falta de repertorio ahora, con su disco La emperatriz ya en el mercado, el grupo puede recrearse en lo que mejor hace: convertir sus actuaciones en una auténtica celebración. La propia banda lo reivindica en las primeras palabras que comparte con el público. “No sé si sois conscientes de que habéis venido a una fiesta”, grita Bandini al acabar el primer tema. Y no miente.
La evolución es notable desde la puesta en escena, acompañada ahora de más bailarinas que da otra factura y envergadura al recital. Ya no son cuatro familiares/amigos entonando sus reconocidas canciones. Hay un cuerpo de baile, mucho movimiento y ganas de pasarlo bien. Lo último ya estaba, pero ha ganado gracias a la setlist, la apuesta por el Coro de Jóvenes de Madrid y en este caso la 'visita' de la ganadora de OT 2017 con la que Ribó firmó un tema que ha llegado para gritarse y gritarse, Así bailaba.
Pero no todo es euforia y subidón. Bandini deja espacio para respirar antes de la traca final, que tampoco sabe a desenlace. Había temor por la ausencia de Belén Barenys (Memé). La corista habitual había portado hasta ahora el talento para levantar el show regalando segundas voces para el lucimiento tanto de Ribó como del propio show. Nadie la esperaba porque en el festival Granada Sound celebrado a mitad de septiembre se despidió del público consciente de que su avanzado embarazo no le permitiría seguir el ritmo de la gira. Pero anoche regresó, con la camisa abierta, con una tripa prominente por bandera y la misma energía. “Siempre serás mi enana y ahora vas a ser madre”, le dijo Ribó avivando el entusiasmo del público.
El grupo ha decidido saltarse la versión Génesis de Ay mamá para que esta acapare todas las miras. Y ha sido un acierto. “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas, sin ellas no habría humanidad ni habría belleza” se hizo oír muy alto, confirmando lo ya cosechado. Chanel triunfó en el Benidorm Fest y llevó su SloMo al tercer puesto histórico en Eurovisión, pero Rigoberta Bandini se quedó con el verdadero himno que desde enero se vitorea en discotecas a fuerza de alaridos llenos de poder, convicción y entrega. En su concierto no iba a ser menos.
Aunque se esperaba que fuera el tema de cierre del concierto, la cantante apareció en su mitad con velo y gafas de sol puestas, acompañada del citado coro que llenó el escenario y Memé dispuestas a hacer vibrar y confirmar la necesidad de reivindicar nuestras tetas, los cuerpos, la sororidad y la emoción. Lo consiguieron, rap incluido y obligando al público a bailar entre cervezas tambaleantes, mochilas sobrantes y abrazos entusiasmados.
Una gira con sabor a punto y seguido
El evento no estuvo exento de homenajes, que se materializaron especialmente en un popurrí que recordó al programa de televisión Furor y que generó una mezcla de canciones tan dispares como Eres tú de Mocedades, Hentai de Rosalía, Como yo te amo de Raphael, Es la noche del amor de la banda sonora de la película El rey león y el La, la la con el que Massiel ganó Eurovisión en 1968. Lo siguiente fue La emperatriz, uno de los últimos temas de Bandini, incluido en disco homónimo que lanzó el pasado viernes añadiendo varios temas nuevos a su repertorio. Eso sí, entre las novedades la más celebrada fue Canciones de amor a ti, que dedica a su hijo Nico. “Que papá nos haga boloñesa todos los domingos y más cosas, que algún día podamos ver juntos las de Sorrentino, que los hombres de este nuevo mundo lloréis bien tranquilos”, fueron los versos graznados con más energía en el recinto madrileño.
Esteban Navarro, pareja de Paula Ribó y cómico del dúo VengaMonjas tiene igualmente su importancia dentro del concierto. El músico aviva al público para que ladre, disfrute y se desate. “Que si yo ahora fuera perra, juguetona y muy amable, no tendría estos problemas de ansiedad. Que si yo ahora fuera perra, no estaría aquí llorando, que saldría al patio rápido saltar”, entonó Rigoberta con su tema Perra, el segundo gran culmen del evento por su denuncia a las correas y modales impuestos a las mujeres.
El final, eso sí, fue para Too many drugs, una de las canciones más antiguas de Rigoberta Bandini, que invita a mover “el espíritu como un esqueleto”. La apoteosis se hizo con el escenario, y también con Amaia Romero. La gran invitada de la noche se dejó llevar para entonar el Así bailaba que ambas artistas compusieron juntas. “Lunes antes de almorzar, una niña fue a lavar, pero no pudo lavar porque tenía que bailar” cantaron demostrando química, mucha alegría y todo lo que como rezan en el propio tema, se “admiran”.
La banda va a decir adiós por un tiempo, pero antes va a recorrer España con un show en el que han dado un paso adelante. Y no porque se hayan sumado a la tendencia de hacer de las pantallas un elemento protagonista o contar con una realización en directo con la que dar mayor envergadura audiovisual al espectáculo. Han ampliado el equipo para extender su espíritu de disfrute pero siguen luciendo el mismo uniforme. Ahora llevan corona de Emperatriz, pero el gamberrismo, desate y liberación sigue siendo lo que más cala, resuena y conquista.