El 72,2% de las empresas cree que los precios se mantendrán estables este trimestre, un máximo desde 2021

Daniel Yebra

20 de abril de 2023 18:40 h

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El 72,2% de las empresas cree que los precios se mantendrán estables este trimestre, un máximo desde 2021. El Índice de Confianza Empresarial que calcula el INE (Instituto Nacional de Estadística) recoge que apenas una de cada cinco compañías de España espera más inflación entre abril y junio respecto al primer trimestre.

Por su parte, de las 8.000 empresas encuestadas para la elaboración de este indicador, solo un 4,7% considera que los precios bajarán. Estos resultados del sondeo de Estadística responden a una caída de los costes y están en línea con la desinflación (moderación de las subidas) que mostró el IPC (Índice de Precios de Consumo) en marzo, hasta el 3,3% (de los más contenidos de la eurozona), principalmente por el abaratamiento de la energía (carburantes, gas y electricidad) y pese al encarecimiento de los alimentos.

De hecho, entre las expectativas sobre los precios para este trimestre que reúne el Índice de Confianza Empresarial, en el sector del comercio (donde están incluidos los supermercados y las tiendas de comestibles o bebidas) son un 31,2% las empresas que contestaron que habrá más inflación. Por su lado, las que esperan estabilidad en este sector se reducen al 63,9%.

El IPC del 'carrito' de la compra está por encima del 16%, sin dar tregua en los últimos meses. Y ahora la oferta de alimentos está amenazada por la sequía, tras sufrir desde 2021 el incremento de los costes energéticos, de los fertilizantes, de los pastos del ganado... o los atascos en el comercio mundial por la pandemia, primero, y por la invasión rusa de Ucrania, después.

Todas estas presiones inflacionistas se han relajado, y eso se nota en el resto de la cesta de bienes y servicios. Y ya todas las instituciones admiten que, al margen de la sequía en el caso de los alimentos, el último factor que está actuando en esta crisis es la mejora de los márgenes de beneficios de las empresas. Es decir, su capacidad de trasladar el aumento de los costes a los precios de venta por la falta de competencia en ciertos mercados y por la fortaleza de la demanda.

“El incremento de los ganancias de las empresas ha jugado un papel importante en la inflación”, confirmó este miércoles Isabel Schnabel, economista alemana del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE).

Mientras, los salarios sufren una importante pérdida de poder adquisitivo. Porque las subidas de los sueldos (del 3% en nuestro país en promedio el año pasado según Eurostat) no han compensado el daño del aumento de los precios, que fue de alrededor del 8% en el conjunto de 2022 y que este 2023 se espera que acabe entre el 5% y el 4%, según las previsiones de las distintas instituciones.

Esta semana, Funcas alertó de que el crecimiento de los márgenes empresariales acabará dañando la economía si no conlleva más inversión. El centro de análisis prevé que el aumento de la capacidad de las empresas de obtener beneficios por la inflación todavía duplicará el incremento de la remuneración de los trabajadores en 2023.

El crecimiento de los beneficios duplicará el de los salarios en 2023

En 2022, según los datos de la Contabilidad Nacional publicados por el INE que recoge Funcas, los márgenes de las empresas crecieron un 18,8%. En 2023, el equipo de analistas de este 'think tank' estima que esta comparación seguirá siendo muy dispar. Un 7,5% de aumento para los márgenes y un 3,4% para las remuneraciones de los trabajadores.

Este reparto desigual del golpe de la crisis de inflación entre las empresas y los salarios será un factor negativo para el crecimiento económico “si no viene acompañado de un crecimiento de la inversión”, advirtió este lunes Raymond Torres, director de coyuntura y estadística de Funcas.