La inflación baja al 3,2% en noviembre por el abaratamiento de los carburantes y de la electricidad
La inflación general ha bajado 3 décimas al 3,2% en noviembre, respecto al mismo mes de 2022, por el abaratamiento de los carburantes y de la electricidad, según el dato del IPC (Índice de Precios de Consumo) avanzado por el INE este miércoles. La inflación interanual lleva por debajo del 4% desde abril en nuestro país, aunque algunos alimentos básicos, como el aceite de oliva, siguen disparados.
En octubre, el IPC general se mantuvo en el 3,5%, como en septiembre. Ese mes, la inflación repuntó después de haberse moderado por debajo del 3% en junio, julio y agosto. Además de la bajada de los precios de la energía, el INE destaca el abaratamiento de los paquetes turísticos y la menor subida de los alimentos.
El IPC subyacente, que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos, ha caído 7 décimas al 4,5% en noviembre, un mínimo no visto desde abril de 2022. De esta forma, España se consolida una de las principales economías de la eurozona con una menor inflación y mayor crecimiento.
“Los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas competitividad, aumentando su cuota de mercado, incluso en el difícil contexto internacional”, destacan desde el Ministerio de Asuntos Económicos.
En los supermercados está el mayor foco de preocupación. El detalle del IPC de noviembre no se conocerá hasta el 14 de diciembre, cuando el INE publicará la confirmación del adelanto de este miércoles. En octubre, la inflación interanual de los alimentos se quedó en el 9,5%, desde el 10,5% septiembre y otro 10,5% en agosto.
Una inflación pegajosa y persistente
La vida en general es un 3,2% más cara que hace un año. Y eso que en noviembre de 2022 los precios ya aumentaron un 6,8% respecto a 2021. La inflación está siendo muy pegajosa y persistente. Y la mayoría de las previsiones esperan una subida de precios media todavía superior al 3% tanto en este 2023 como en 2024.
De hecho, las pensiones se prevé que se incrementen un 3,8% este 2024, según la inflación media del año. Se trata aún de una previsión, “no cerrada”, indican en el Ministerio de Seguridad Social, ya que el último dato de IPC conocido –de noviembre– es aún provisional.
La Comisión Europea llega a estimar que e la inflación acumulada en España desde el cierre de 2022 a 2025 será del 10% —tras la escalada de los precios del 12% de 2019 a 2022—, y calcula que el crecimiento de los beneficios empresariales explicará seis puntos de esta subida.
En noviembre, en el cálculo mensual, respecto a octubre, los precios bajaron un 0,4%, según el IPC general, y la inflación subyacente apenas repuntó un 0,1%.
Las medidas anti inflación
El nuvevo Gobierno de coalición ya ha anunciado que el 1 de enero renovará la rebaja del IVA de los alimentos y los descuentos al transporte público. Antes de que termine 2023, tendrá que decidir también si renueva otras medidas que están vigentes para aliviar el daño de la inflación a las familias y a las empresas, como el tope al gas o la rebaja de los impuestos a la electricidad.
Recientemente, la OCDE aconsejó al Ejecutivo retirar todas estas medidas para iniciar desde ya un proceso de reducción del déficit (el desequilibrio entre los ingresos y los gastos, tras los shocks de la pandemia y de la crisis de precios), atendiendo, eso sí, a las necesidades de las familias más vulnerables, al cambio climático, a una mayor inversión en educación y al incremento del gasto de pensiones y en sanidad por el envejecimiento de la población. El Banco de España se pronunció este martes en el mismo sentido.
Por su parte, el BCE paró en su última reunión el ciclo de aumentos del 'precio' oficial del dinero en el 4,5% por la inminente recesión económica en el conjunto de la eurozona (España es una excepción), y concretamente en Alemania. Una estrategia para luchar contra la inflación que comenzó en julio de 2022 y que ha extendido hasta dejar los tipos de interés en máximos de 2001. La pregunta ahora es si es el fin del endurecimiento de esta estrategia, que pasa por encarecer el acceso a la financiación para ahogar la capacidad de invertir de las empresas, de consumir de las familias y de gastar de los Estados y contener así las subidas de precios.
La institución monetaria enfatizó que “está decidida a garantizar que la inflación regrese oportunamente a su objetivo de medio plazo del 2%”, y recalcó que “sobre la base de su evaluación actual, [...] los tipos de interés oficiales del BCE se encuentran en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán sustancialmente a este objetivo”. La siguiente cuestión es: ¿qué significa “suficientemente largo”? La presidenta del BCE, Christine Lagarde, calificó de “prematuro” este debate.
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