A pocos días de la jornada contra la violencia hacia las mujeres, el 25 de noviembre, la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, ha dado la orden de tramitar de modo urgente el decreto que regulará las primeras ayudas específicas creadas en Euskadi para víctimas de agresiones sexuales. Ya es conocido que en 2025 tendrán una primera dotación económica de 1,8 millones, como explicó la propia consejera en la comisión de presupuestos del Parlamento Vasco.
Según la documentación inicial del expediente administrativo, a la que ha tenido acceso este periódico, las prestaciones derivan de la normativa estatal de 2022 y persiguen “facilitar la autonomía económica y la recuperación integral” de las víctimas. Aunque se una propuesta del Gobierno central, se delega su desarrollo a las comunidades autónomas por tener éstas competencias plenas en materia de “asistencia social”. “Hemos iniciado ya el procedimiento de elaboración del proyecto de decreto por el que se establece el procedimiento de concesión y de pago de la ayuda económica a víctimas de violencia sexual. Hemos hecho que se haga una tramitación urgente habilitando la reducción a la mitad de los plazos para la emisión de informes o de alegaciones”, detalló Melgosa.
El expediente del equipo de Melgosa apunta a que es “un hecho incontrovertido” que “las violencias sexuales vulneran el derecho fundamental a la libertad, a la integridad física y moral, a la igualdad y a la dignidad de la persona, y en el caso, del feminicidio sexual, también el derecho a la vida”. “Estas violencias no son una cuestión individual sino social y no se trata de una problemática coyuntural sino estructural, estrechamente relacionada con una determinada cultura sexual arraigada en patrones discriminatorios que debe ser transformada”, se agrega.
Las nuevas ayudas serán “un paso más” en la reparación de estas víctimas, entiende el Ejecutivo. “La verdad es que la finalidad de la ayuda es fácil. Es garantizar a la víctima su autonomía económica. Sabemos que muchas de las mujeres no denuncian porque no tienen una autonomía económica”, asegura también la consejera Melgosa. “Creo que tenemos que trabajar todos y todas para cambiar estas estructuras heteropatriarcales que tenemos y dando pasos para poder luchar contra esta lacra social que es la violencia machista”, señaló también la titular de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico.
Se da la circunstancia de que Melgosa ha perdido en esta legislatura las competencias de Igualdad, que han regresado a Presidencia y que ahora están coordinadas directamente por el lehendakari. En 2025, el presupuesto del Instituto de la Mujer (Emakunde) bajará un 2,5% con respecto a 2024 si no median enmiendas. Ocurre así en un contexto de subida media del gasto del 4,7%, como criticó EH Bildu, la principal fuerza de la oposición.
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