El Gobierno vasco aclara que “en el entorno laboral y de manera general no es preceptivo el uso de mascarilla”

El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan) ha publicado una suerte de guía para que las empresas encaren el cambio de normativa en España sobre el uso de mascarillas en interiores para prevenir la COVID-19. Osalan, de saque, aclara que, “en el entorno laboral y de manera general, no es preceptivo el uso de mascarilla”, aunque no ofrece muchas más precisiones en relación a lo ya conocido con la literalidad de la normativa del decreto aprobado por el Gobierno central y se limitar a indicar que es conveniente adaptar los protocolos de manera consensuada entre los responsables de prevención, los encargados e incluso los delegados sindicales.

“La evaluación de riesgos del puesto de trabajo será la actividad que permitirá tomar una decisión sobre las medidas preventivas adecuadas que deben implantarse, incluido el posible uso de mascarillas si así se derivara de la misma”, señala el documento hecho público por Osalan. Eso sí, subraya que sigue siendo obligatoria para “trabajadores de centros, servicios y establecimientos sanitarios según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003”, lo que también incluye a las farmacias, para “trabajadores de centros socio-sanitarios” como las residencias de ancianos o para “trabajadores de medios de transporte de personas”.

Plantea, no obstante, un “uso responsable de la mascarilla” pero no con carácter obligatorio entre la “población trabajadora vulnerable en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros” y entre “profesores con factores de vulnerabilidad”. “Los servicios de prevención de riesgos laborales asesorarán al empresario y se debe recabar la opinión de responsables, mandos intermedios y representantes de las personas trabajadoras”, se pide.

Como elementos que se tienen que valorar están la “ventilación adecuada” de los centros de trabajo, el “nivel de ocupación”, el “mantenimiento de distancia interpersonal de 1,5 metros”, el “tiempo de permanencia”, la “actividad” que se lleva a cabo, las “condiciones de temperatura y humedad relativa”, la existencia de “espacios comunes” como “vestuarios o comedores”, el uso de coches o vehículos “compartidos” y, desde luego, la “existencia de personas vulnerables en el puesto de trabajo”. Osalan recomienda igualmente que se analice la “información científico-técnica” sobre la transmisión del Sars-Cov-2 y sobre las formas de ventilación efectivas.