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El Gobierno vasco promete atender “de forma individual” a los migrantes asentados en el bosque de Berango

Mohamed, de nacionalidad marroquí, en su tienda de campaña donde vive en un monte entre la localidad vizcaína de Getxo y la de Berango

Maialen Ferreira

Berango —

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Tras una reunión a tres entre el director de Migración y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta, la alcaldesa de Berango, Itziar Aginagalde y el director del servicio vasco de integración y convivencia intercultural, Biltzen, Javier Pérez, han acordado colaborar para atender “de forma individual” a cada uno de los migrantes que llevan meses en un asentamiento en el bosque entre Berango y Getxo. “Son personan en exclusión, en situación de sinhogarismo, y deben de ser atendidas de forma individualizada”, ha aseverado Legarreta.

Pese a que ha recalcado que ante este tipo de situaciones los recursos deben provenir de los servicios sociales de la mancomunidad de Uribe Kosta, integrada por los ayuntamientos de Barrika, Berango, Gorliz, Lemoiz, Plentzia, Sopela y Urduliz, por ser su competencia, Legarreta ha confirmado que desde el Gobierno vasco se ofrecerá a partir del lunes el servicio Biltzen, un programa de integración y convivencia intercultural.

Este servicio prestará apoyo lingüístico en árabe y francés para facilitar la comunicación con esas personas, y entre esas personas y las autoridades. Además, informará y orientará a las personas acampadas en la localidad en relación con su situación administrativa, los trámites, documentación que necesitan, etc. Tanto en su situación actual como en las previsiones que se manejen. “En el caso de Berango, hemos conectado al Ayuntamiento con el servicio Biltzen para prestar información y orientación a las personas, con apoyo de intérpretes, así como ayudar a confeccionar un diagnóstico de situación, junto con los agentes sociales, estimar con precisión su número y realizar un triaje para valorar distintas respuestas a las personas en función de su situación”, ha informado.

Desde que llegan y solicitan el arraigo por estudio pueden pasar hasta dos años y es común que pasen largas temporadas en la calle

Hasta el momento asociaciones como San Nikolas Zabalik, que aglutina toda la labor social y solidaria que se realiza en la parroquia San Nicolás de Bari en Algorta (Getxo), se han encargado de dar cobijo a los jóvenes sin hogar que dormían en tiendas de campaña en el bosque. A través de un albergue de urgencia han conseguido que diez de ellos duerman bajo techo hasta que consigan mejorar su situación. De esos diez, uno ha conseguido entrar en el programa Trapezistak, un proyecto del Gobierno vasco que cuenta con el objetivo de sacar a personas jóvenes de entre 18 y 25 años de la exclusión social, dándoles herramientas y acompañamiento para que puedan desarrollar el inicio de su vida adulta con garantías y dignidad. La semana que viene esperan poder recibir a otra persona que ahora vive en el bosque en su lugar y han solicitado ampliar una plaza más.

“Poco a poco todos van encontrando una oportunidad, pero es un proceso lento. Desde que llegan y solicitan el arraigo por estudio pueden pasar hasta dos años. La primera fase, según llegan, la pasan en albergues y pernoctas, después pueden pasar a pisos comunitarios, pero es común que entre fases pasen largas temporadas en la calle. Es positivo que todas las administraciones e instituciones estemos aportando nuestro granito de arena, pero llegamos hasta donde podemos”, reconoce a este periódico Javier Garai, impulsor y miembro de San Nikolas Zabalik.

A pesar de que diez de los jóvenes que hasta ahora vivían en el bosque están ya siendo atendidos por la asociación, Garai calcula que solo en esa misma zona pueden estar hasta 50 hombres magrebíes. “Hay distintos asentamientos y es cierto que después de nuestras intervenciones se han desmantelado bastante, pero es difícil medir cuántas personas quedan aún. En las zonas boscosas de Getxo y Berango calculamos que puede haber entre 20 y 50, pero si hablamos de todo el territorio de los dos municipios, incluyendo zonas como La Galea, el número puede aumentar hasta 100 personas durmiendo en bosques”, lamenta Garai.

Por su parte, el párroco de la iglesia Santo Domingo Guzmán, en Berango, Aitor Uribelarrea, que también trabaja con las personas migrantes que llegan a la zona, ha ha lamentado que las instituciones defiendan la necesidad de acoger personas de origen extranjero, pero luego no les den refugio. “Las instituciones dicen sí a la inmigración, ¿pero luego? Dejo el interrogante. No sé quién tiene que atender esta situación, la verdad. Pero si estamos dispuestos a aceptar que a nuestros territorios vengan personas inmigrantes, que creo que tienen derecho, también tienen el derecho de ser acogidos y atendidos”, critica. “El albergue en el que están no es un hotel de cinco estrellas, pero cada chico tiene ahora un colchón y un techo y guarda sus pertenencias en una habitación, por lo que su calidad de vida ha pasado de cero a cien”, sostiene el párroco.

Un plan para la acogida de personas inmigradas y refugiadas

El aumento de la llegada de personas migrantes a la zona de Getxo ha hecho que el Ayuntamiento cree el “Primer Plan Transversal de Acogida a personas inmigradas y refugiadas. Aportando a la cohesión social de Getxo 2023-2026”, una serie de estrategias para hacer frente a la situación y con el que dotan de recursos a asociaciones como San Nikolas Zabalik. Una vez los jóvenes llegan, se les deriva a los recursos que necesiten ya sea para aprender el idioma, para estudiar o para aprender un oficio. “Nuestro objetivo es lograr la integración de estas personas, pero muchas veces no damos abasto. Hacemos lo que podemos con los medios que tenemos. Esperamos que el albergue de urgencia solucione este problema, pero sabemos que es algo que lleva tiempo pasando”, reconoce.

Desde el Ayuntamiento de Getxo confirman a este periódico que con el plan de acogida buscan atender y dar cobertura a las necesidades de jóvenes mayores de 18 años sin red familiar en el territorio y con dificultades en el idioma y el acceso al empleo. “Coordinamos los servicios existentes en el municipio, tanto dependientes del Ayuntamiento (Servicio de información, valoración, diagnóstico y orientación, Servicio de Intervención Socioeducativa y psicosocial y servicio de Acogida nocturna) como de entidades sociales”, detallan.

Las instituciones dicen sí a la inmigración, ¿pero luego? Tienen el derecho de ser acogidos y atendidos

“A Getxo, al igual que a otros municipios, llegan jóvenes migrados sin referentes familiares, con muchas dificultades y riesgo de exclusión social. A través de este modelo, queremos trabajar por la inclusión de todas las personas, con el objetivo de ser una ciudad cohesionada. Por eso, queremos ofrecer a los jóvenes oportunidades para la cobertura de sus necesidades básicas, de apoyo socioeducativo y del establecimiento de relaciones y vínculos con la comunidad, a la vez que potenciar sus capacidades y habilidades, de cara al acceso a la formación y al empleo. Creemos que trabajar por reducir las situaciones de calle que muchos de ellos padecen es la alternativa adecuada para su inclusión, y para la cohesión social y convivencia que el conjunto de la sociedad necesita. Lo innovador en Getxo es la capacidad de entidades como Pertsonalde y San Nikolas Zabalik para articular vínculos comunitarios y lazos humanos que apoyan, orientan y permiten a los jóvenes integrarse en la sociedad”, informan desde el Consistorio. Por el momento no cuentan con un registro de las personas que han sido atendidas desde que el plan se puso en marcha, ni tampoco de las que siguen en las calles, pero no descartan publicar esa información de cara a septiembre.

Por último, el director de Inmigración y Asilo, Xabier Legarreta, en nombre del Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco, ha invitado a los ayuntamientos que integran la Mancomunidad de Uribe Kosta, “a sumarse al recuento bienal de personas sin hogar, a los procesos de trabajo para generar recursos descentralizados de atención a dichas personas, ampliando la capacidad de la que disponen de acuerdo con el mapa de servicios sociales”, y también a “habilitar nuevas respuestas dirigidas al perfil de jóvenes, migrantes o no, sin red de apoyo familiar”.

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