Primer debate televisado en la campaña vasca. Lo ha organizado este martes por la noche TVE en el Azkuna Zentroa, la Alhóndiga de Bilbao. Llegarán después dos de ETB en euskera y castellano, dos de Vocento y otro de Prisa. Solamente Eneko Andueza, del PSE-EE, estará en todos ellos. En este primero se han ausentado los dos favoritos, Imanol Pradales del PNV y Pello Otxandiano de EH Bildu, al igual que Miren Gorrotxategi de Elkarrekin Podemos Alianza Verde.
El PNV ha tenido en Joseba Díez Antxustegi, cabeza de lista por Álava, su representante. EH Bildu ha elegido a Nerea Kortajarena, jefa de la oposición en los últimos meses. Juantxo López de Uralde, candidato por Álava ha ocupado el lugar de Gorrotxategi. Completaban los atriles Javier de Andrés del PP, Alba García Martín de Sumar y Amaia Martínez Grisaleña de Vox. No había ni una sola corbata en la puesta en escena y los portavoces de Elkarrekin Podemos Alianza Verde y Sumar han coincidido en exhibir una pequeña bandera de Palestina en la solapa de sus chaquetas.
Significativamente, después de un recuerdo al fallecido lehendakari José Antonio Ardanza, el primer bloque ha girado en torno al estado de salud de la Sanidad pública. Kortajarena, la primera en tomar la palabra, ha tardado 30 segundos en criticar la gestión del PNV y ha puesto como ejemplo de ello el escándalo de las oposiciones médicas de 2018, que se cobraron la cabeza de varios altos cargos del Gobierno de Iñigo Urkullu, incluido el consejero de entonces, Jon Darpón.
Díez Antxustegi se ha agarrado a que Euskadi es la comunidad autónoma que más gasta mientras, casi como un coro, el resto criticaban al PNV por el empeoramiento de la calidad del servicio y porque promete cambiar en campaña lo que no ha aplicado en esta legislatura. López de Uralde se ha quejado de que no hubiese un apartado específico para hablar de cambio climático. Vox ha logrado colar en un bloque social a ETA y sus propuestas xenófobas, el único tema que repiten machaconamente en una campaña en la que buscan salvar su único escaño. Y el PP insiste en que los perceptores de ayudas hagan trabajos comunitarios. “Adoquinar calles”, propuso De Andrés en la entrevista con este periódico.
Lo macro no es lo micro en economía
En el apartado de Vivienda, política gestionada por el PSE-EE en el Gobierno vasco, el eje ha cambiado y las izquierdas han pugnado con Andueza, a quien han reprochado falta de ambición en la comunidad con los terceros alquileres más caros. Kortajarena se ha pertrechado de dos datos: Euskadi ha tardado seis años en regular las viviendas vacías y ocho en desarrollar el derecho a la vivienda desde que se promulgó la ley de 2015. En Educación, Elkarrekin Podemos Alianza Verde y Sumar han lamentado que el 50% del alumnado matriculado lo esté en centros de titularidad privada. De Andrés, del PP, ha ironizado que las familias eligen en masa la concertada porque no quieren colegios controlados “por PNV y PSE-EE”. “Ustedes viven en otro mundo diferente”, le ha dicho De Andrés a Díez Antxustegi. Ambos han confrontado a lo largo de la noche como prueba de que ambas formaciones también están pugnando por un determinado electorado fronterizo.
En el bloque económico, PNV y PSE-EE se han jactado de los datos de récord de cotizantes a la Seguridad Social y bajo desempleo. La oposición ha venido a decir que lo macro no implica que lo micro vaya bien. “Los salarios no se corresponden con eso”, ha resumido García Martín. “Hay debilitamiento en la locomotora”, ha ironizado también Kortajarena. Andueza ha recordado a la audiencia que PNV y EH Bildu votaron en contra de la reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez y sus rivales a la izquierda han aprovechado el comentario para reivindicar la labor de los socios de ese Ejecutivo. Díez Antxustegi han insistido en que en Euskadi hay muchas huelgas y Kortajarena y García Martín han roto una lanza en defensa de la “clase trabajadora”. López de Uralde ha alertado del riesgo ambiental que implica el nuevo Guggenheim en Urdaibai. “Se nos están yendo las empresas”, ha clamado De Andrés.
Todos contra todos en el final
Y el debate sobre los pactos ha llegado al final. Como también ETA. Y todo se ha enredado. Todos contra todos. El PNV, que se ha definido como el partido “más joven” tras la renovación en sus candidaturas, ha defendido “un nuevo pacto” con el Estado y gestionar el régimen económico de la Seguridad Social. Pero, acto seguido, nacionalistas y socialistas se han enzarzado porque, aunque son socios y en privado asumen que lo seguirán siendo después del 21 de abril, públicamente se reprochan que, aparentemente, ambos quieren pactar con EH Bildu. Andueza ha completado la escenificación de su 'no es no' a la izquierda abertzale pidiéndole directamente a Kortajarena que condenase el terrorismo antes que las derechas.
Al PNV le preocupa que la decisión no está en manos de Andueza, que repite siempre que puede que no llegará a acuerdo con EH Bildu, sino de un Pedro Sánchez con cambios repentinos de opinión. “Podemos ser decisivos”, ha terciado De Andrés, aunque a la vez se ha dicho escarmentado por los acuerdos en Durango, Vitoria y Gipuzkoa de 2023, cuando los 'populares' apoyaron alternativas a EH Bildu, la lista más votada. “Me encantaría pactar con ustedes”, ha replicado Díez Antxustegi, aunque ha matizado rápidamente que se refería a un PP “moderado” y no al actual, que gobierna en varias instituciones con Vox.
Kortajarena, ubicada justamente en el centro del plató, se ha limitado a repetir que “el momento requiere más soberanía” y a poner como ejemplos los pactos en Pamplona y Navarra. “Estamos viviendo un nuevo ciclo político”, ha concluido también apelando al “cambio” a partir del 21 de abril. “EH Bildu está preparada para liderar. El cambio es ahora”, ha apostillado. Sumar ha manifestado que el PNV ha de pasar a la oposición y Elkarrekin Podemos Alianza Verde que un país “mayoritariamente de izquierdas” casi siempre ha estado liderado por la derecha nacionalista. ¿Y Vox? “Nadie le quiere”, le ha espetado Andueza, que ha llamado a este partido “xenófobo”, “racista”, “homófobo” y “excluyente”.
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