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El Gran Buda de Cáceres, en entredicho por los contactos de la fundación promotora y la dictadura birmana

Imagen del Cerro Arropé, a siete kilómetros de Cáceres

Inmaculada Franco

14 de septiembre de 2022 21:49 h

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El proyecto de la Fundación Lumbini Garden para construir el llamado Gran Buda de Cáceres, el que sería complejo budista más importante de occidente, está quedando en entredicho tras las reuniones mantenidas con miembros de la Junta Militar Golpista de Myanmar, antigua Birmania, por el presidente de la entidad, José Manuel Vilanova, y la empresaria cacereña y patrona de la misma, Pilar Acosta.

A pesar de la explicación del alcalde, Luis Salaya, que ha rechazado hacer cualquier tipo de valoración pero ha insistido en desvincular al ayuntamiento de ese polémico viaje, que fue “privado y sin representación institucional alguna”, todos los grupos municipales, salvo el concejal no adscrito, Teófilo Amores –que abandonó las filas de Vox al poco tiempo de entrar en la corporación municipal– se han manifestado en contra de estos contactos, por tratarse de un gobierno que no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional, y que arrastra acusaciones de haber realizado crímenes de lesa humanidad.

Mientras Amores, considera que la fundación está haciendo lo correcto buscando apoyos para el proyecto y que la reunión con el Gobierno militar birmano tan sólo ha sido de carácter protocolario, los demás partidos han denunciado ese aspecto y señalan que van a pedir explicaciones sobre esos contactos.

Según el portavoz del PP en el consistorio cacereño, Rafael Mateos, “aunque no haya habido representación institucional en las reuniones, como ha dicho el alcalde, sí se ha puesto por delante el nombre de Cáceres, al estar enmarcados en la búsqueda de apoyos para el proyecto del Gran Buda”.

Además, ha afirmado tajante que el Ayuntamiento de Cáceres aún no ha hecho cesión ninguna del cerro Arropé, donde se prevé construir el gran complejo budista, y del que se daba cuenta en el reportaje publicado por elDiario.es el pasado domingo.

En dicho reportaje, el director de Relaciones Institucionales de la Fundación, Ricardo Guerrero, hablaba a este diario de que el proyecto preveía la “parcelación” de parte de las 110 hectáreas cedidas por el ayuntamiento, parcelas que serían ofrecidas a los gobiernos, embajadas y comunidades budistas asiática para que tuvieran presencia permanente en España y en Europa.

Mateos, en este sentido, ha querido dejar claro que no existe tal cesión de terreno y que, si se hace, se tendrán que dar todo tipo de detalles sobre el tema para evitar que se haga especulación con un terreno que se cedería gratuitamente.

Lo que está claro, afirma el portavoz popular en el Ayuntamiento es que “este proyecto, que se convirtió en la bandera del alcalde Salaya, en 2019, es un proyecto que no avanza, y los pequeños avances que se van conociendo lo que están haciendo es aumentar nuestra preocupación”.

El PP, ha dicho Mateos, “tomará la decisión de apoyar o no este proyecto cuando conozcamos todos los datos, pero desde luego, está muy claro que nosotros no vamos a participar en ningún proyecto o ningún movimiento que sea especulativo y perjudicial para Cáceres”.

El Gran Buda ya no se ve tan blanco

El complejo budista que se pretende hacer en Cáceres contará, según los promotores, con una estatua de Buda de 47 metros de altura, recubierta de una piedra blanca, la jadeíta, similar al jade, que será donada por unas minas de Myanmar. Pero el proyecto ya no parece tan blanco como el Buda que se proyecta.

La portavoz de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Cáceres, Consuelo López, después de la polémica suscitada por los contactos de la fundación con la Junta golpista y con el cuestionado y prominente monje budista Sitagu Sayadaw, uno de los líderes religiosos más importantes del país al que se le acusa de amparar la violencia contra la población musulmana de Myanmar y de guardar silencio ante las masacres, ha señalado: “en esos momentos tenemos todas las dudas del mundo de que éste sea un proyecto limpio”.

En declaraciones a este diario afirma que el proyecto del que se habla ahora “no es el inicial que nos presentaron”: “Ahora resulta que está en zona Zepa (Zona de Especial Protección de Aves), nos preocupa el tema del agua, cómo se va a abastecer todo aquello, que son 110 hectáreas, nos preocupa la financiación porque, hasta ahora, sólo sabemos de la subvención de la Junta de Extremadura (cercana a los 281.000 euros)”.

“También nos dijeron que iban a construir la 'Universidad de la Paz', ¿con qué financiación? –se pregunta– ¿con la de estos Gobiernos?”, dijo en relación a la Junta golpista de Myanmar.

El próximo jueves se va a celebrar un pleno en el Ayuntamiento de Cáceres, y Unidas Podemos se plantea poner sobre la mesa este asunto, bien preguntando directamente el equipo de Gobierno o pidiendo la creación de una comisión de investigación que ponga blanco sobre negro.

Mientras los dos concejales no adscritos que salieron Ciudadanos prefieren guardar silencio hasta conocer a fondo el asunto, la portavoz de Cs, Raquel Preciados, ha lamentado este miércoles la falta de transparencia que hay en torno al proyecto del Gran Buda, “del que nos vamos enterando por los titulares de la prensa”, y sobre el que cada vez “hay más sombras que luces”.

Preciados ha pedido la comparecencia de los responsables de la fundación y de los promotores del proyecto junto con el equipo de Gobierno para que aclaren todos los detalle. “Apoyaremos el proyecto siempre que haya transparencia y que no haya irregularidades administrativas o éticas”, afirman.

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