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La candidata del PP a la Comunidad de Madrid elige de 'número dos' al alcalde que llamó “amargadas” a las feministas

La candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, ya tiene a su número dos para intentar revalidar el Gobierno regional. Será el alcalde de Alcorcón, David Pérez, conocido, entre otras cosas, por definir a las feministas como “mujeres frustradas y amargadas” o negarse a votar la ley LGTBI impulsada por el Gobierno de Cifuentes. 

La elección se basa, según una nota enviada por el PP de Madrid, en “la experiencia de gestión y la eficacia de las políticas que ha desarrollado al frente de Alcorcón”. “Con esta incorporación a la candidatura de Díaz Ayuso, se hace una apuesta clara por el municipalismo, la zona sur de la región y las políticas eficaces que suponen bajada de impuestos, creación de empleo, reducción del déficit y mejora de los servicios públicos”. 

Pérez estuvo en la cuerda floja durante la etapa Cifuentes, cuando se llegó incluso a cuestionar su repetición como alcalde. El enfrentamiento con la expresidenta era conocido en el partido. Pero con la llegada de Pablo Casado, el diputado se ha resituado en el partido. El nuevo líder del PP, a quien el regidor dio su apoyo en las primarias, le dio un puesto como vocal en el Comité Electoral Nacional, el órgano presidido por el exministro Juan Ignacio Zoido y encargado de dar el visto bueno a todas las candidaturas de los conservadores. 

En su cuenta de Twitter, Pérez ha subrayado el “honor de poder acompañar a una valiente y luchadora como es Isabel Díaz Ayuso”. “Lo daré todo para contribuir a su proyecto para Madrid, esa Comunidad maravillosa que tanto conocemos y queremos. Ilusión, gratitud y sentimiento de responsabilidad y de servicio”. 

Fuentes cercanas al actual regidor aseguran que el partido “aún no ha decidido” si este nuevo puesto será compatible con que vuelva a ser candidato a la alcaldía. Pérez rompió la tradición socialista de Alcorcón y ganó con mayoría absoluta las elecciones de 2011. Las de 2015 también pero con un resultado más modesto. Ahora, mantiene una situación delicada con su propio grupo de concejales, muy dividido y lleva desde 2006 sin aprobar presupuestos porque Ciudadanos rompió con él a raíz de sus declaraciones contra el feminismo.

Además, Pérez lleva una década sentado en un escaño de la Asamblea de Madrid. Entre 2008 y 2011 fue portavoz del grupo parlamentario popular, a las órdenes de Esperanza Aguirre. También ella le nombró viceconsejero de Empleo y Mujer. 

Un perfil duro alineado con Casado

El regidor encaja con el perfil duro que distingue al nuevo PP y con el que esperan hacer frente a la amenaza de Vox en las urnas regionales. En septiembre de 2017 admitía en una entrevista que si sus “ideas tuvieran más reflejo en el PP, estaría más cómodo”. 

El partido que presidía Cifuentes dio varios toques de atención a Pérez, próximo a Esperanza Aguirre. La expresidenta le desautorizó públicamente en 2016 cuando, en unas jornadas de “educadores cristianos”, se refirió a las feministas como “mujeres frustradas, mujeres amargadas, mujeres rabiosas y mujeres fracasadas que vienen a dar lecciones a las demás de cómo hay que vivir y de cómo hay que pensar”. Cifuentes también censuró, en otra ocasión, una propuesta del alcalde para llevar a cabo “políticas, acciones y reformas legales” para suprimir de forma “paulatina” el aborto. “Está completamente fuera de la agenda política”, zanjó la expresidenta.  

Su posición como parlamentario, díscola con la disciplina de voto, tensó aún más su relación con el partido. Ha sido sancionado como diputado regional en dos ocasiones por ausentarse de votaciones en las que apeló a su “objeción de conciencia”. En la primera los diputados se pronunciaban sobre una moción no vinculante de Ciudadanos a favor de regular la gestación subrogada; la segunda fue el día de la aprobación de la ley contra la LGTBIfobia, impulsada precisamente por el Gobierno del PP.