Allanamientos y nuevos bienes bajo sospecha: la trama que altera a los vecinos de Paraná y Concordia
Paraná y Concordia dejaron este jueves por la mañana de ser ciudades apacibles al calor de las noticias políticas y judiciales. En un operativo simultáneo en ambas ciudades, funcionarios judiciales junto a la Policía Federal y a Gendarmería Nacional allanaron propiedades de Edgardo Kueider, expulsado hoy de la Cámara de Senadores de la Nación.
Las medidas fueron ordenadas por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien además pidió el desafuero del legislador, en el marco de las investigaciones por enriquecimiento ilícito que pesan en su contra.
Desde hace días, la gente de esta provincia sigue atenta lo que sucede con ‘el caso Kueider’. Con la detención en Paraguay del exlegislador y su secretaria, Iara Guinsel Costa, por el tráfico de dinero no declarado, comenzó a develarse una serie de operatorias del exfuncionario provincial. Entre ellas, viajes que Kueider habría realizado a países limítrofes.
Según los datos de migraciones, en el tiempo que ocupó cargos públicos y fue legislador, Kueider viajó 166 veces a Paraguay, 119 a Uruguay y otras 23 a Brasil, además de otros viajes internacionales. Ese dato por sí ya genera indignación, en un contexto crítico económicamente para gran parte de la población entrerriana.
También se conocieron algunas propiedades de lujo que tendría en Paraná, así como empresas dedicadas al rubro agropecuario, las cuales no presentan movimientos económicos en los últimos períodos fiscales.
En ciudades donde la mayoría de la gente se conoce, los hechos de corrupción como estos, en los que se involucran cifras siderales, parecen estar bien lejos. Sin embargo, o tal vez por eso mismo, el tema está en todas las conversaciones, incluso entre quienes dicen no interesarse por la política. Más allá de las opiniones, lo cierto es que el tema fogonea la idea que algunos buscan imponer, de que en la política está todo podrido.
Departamentos, cocheras y vínculos
En calle Santiago del Estero y Tejeiro Martínez, en Paraná, se erige el edificio donde en la mañana de este jueves se llevó a cabo uno de los allanamientos dispuestos por la Justicia. Se presume que unos cinco departamentos y tres cocheras serían propiedad de Kueider o figurarían bajo el nombre Betail, la empresa de la cual el exsenador es titular. Los departamentos están valuados en aproximadamente US$150.000 cada uno, los de dos dormitorios. Pero también se contabilizan dos cocheras y un semipiso de tres dormitorios, con un valor de mercado de US$350.000.
El cambio en la titularidad de estas unidades, de Betail S.A a Iara Guinsel Costa, fue uno delos motivos que alertaron a Arroyo Salgado, que dispuso los allanamientos que alcanzaron también a la sede de la empresa Dujovne, en pleno centro de la capital entrerriana, integrante del Grupo CDS, responsable de la construcción del edificio en cuestión.
La orden de Arroyo Salgado llegó también a la ciudad de Concordia, de donde Kueider es oriundo y donde radica Javier Rubel, primo del ahora destituido legislador. Rubel está registrado como albañil monotributista pero figura como uno de los responsables de Betail SA. En su domicilio y en una escribanía ubicados en las calles San Luis e Ituzaingo de esa localidad, se realizaron los procedimientos.
Pero como si la sucesión de nombre fuera poca, las vinculaciones alcanzan a otros conocidos empresarios de la ciudad de Paraná, como Claudio y Marcelo Tortul, imputados por presuntos sobornos de empresa Securitas, abierta en 2020 en el fuero federal de San Isidro. En esta causa se menciona directamente a la empresa estatal de energía de la provincia (ENERSA), en donde Kueider se desempeñó como directivo en parte del período investigado.
Llamativamente, en el edificio Live Santiago, donde Kueider tendría los departamentos de lujo y las cocheras, otras unidades constan como propiedad de Claudio Tórtul.
Destitución y rechazos
La jueza federal Arroyo Salgado también pidió en la mañana del jueves el desafuero del senador en un oficio enviado a la presidenta de la Cámara alta, Victoria Villarruel, con el objeto de “proceder a su detención por los canales diplomáticos correspondientes”, algo que también generó amplia repercusión mediática, social y política en la provincia.
En todo el arco político hubo expresiones en contra del legislador, muchas de las cuales se escucharon en el recinto mientras se debatía la destitución. Pero en la provincia no hay conversación que no se refiera más temprano que tarde a este tema que hoy tiene alcance internacional.
“Estoy harto de que Entre Ríos sea noticia por hechos de corrupción”, fueron las expresiones del gobernador de la provincia, Rogelio Frigerio, cuando se conoció la detención de Kueider y ya producida la detención preventiva del exgobernador Sergio Urribarri, alojado actualmente en la Unidad Penal N°1 de Paraná, imputado por los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con el cargo de gobernador. “La peor grieta que existe hoy en la Argentina es la grieta que existe entre la política y la ciudadanía, que no confía en los políticos precisamente por cosas como estas”, dijo Figerio a elDiarioAR.
También la diputada nacional, Blanca Osuna, en diálogo con este medio sostuvo que la expulsión de Kueider “cierra una etapa para abrir otra”. “En lo estrictamente institucional y político deberá analizarse las razones por las cuales su voto en particular provocó el dictamen y luego el tratamiento y el empate para la aprobación de la Ley Bases que impacta fuertemente en los derechos laborales, previsionales, las políticas tributarias y hace claramente una Argentina más desigual y más injusta”.
Asimismo, señaló que si bien en el plano de la justicia debe seguir su curso, “en lo político la cuestión principal es el vínculo de esta conducta que éticamente ha sido reprochada en el Senado y en la sociedad y condenada moralmente y políticamente”.
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