La Casa Rosada desmiente a Villarruel y pone en duda la sesión en la que se expulsó a Kueider del Senado
Luego de que el Senado votara la expulsión del aliado oficialista Edgardo Kuider, detenido en Paraguay tras ser encontrado con más de US$200.000 sin declarar, en Casa Rosada decidieron elevar aún más las tensiones con la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien acusan de haber “incumplido” el rol que en ese momento le exigía la Constitución.
Lo que le cuestionan es que la titular del Senado presidió la votación en el mismo momento en el que debía estar en ejercicio de la presidencia debido al viaje a Italia que Javier Milei emprendió durante el mediodía del jueves.
Sin embargo, desde el entorno de Villarruel sostienen que la vice recién firmó el traspaso a las 19, desnudando la acefalía del Poder Ejecutivo en las horas en las que el libertario partió a Europa. Incluso, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, planteó: “Desconozco de donde sale la versión de que no es válida la sesión. La vicepresidenta, según lo dice el artículo 88 de la Constitución, asume cargo de presidencia una vez que firma que es notificada por el escribano, y eso ocurrió después”.
Ante este escenario, los abogados del senador Kueider anticiparon que pedirían la nulidad de la sesión que expulsó al entrerriano ya que la titular del Senado no podría haber coordinado la sesión por tener que estar al frente del Gobierno.
A través de una nota firmada por el jefe de Casa Militar, Sebastián Ibáñez, y enviada por el sistema de Gestión Documental Electrónica, fuentes de Balcarce 50 afirman que Villarruel fue debidamente notificada en tiempo y forma, y aseveran que la funcionara “miente”, por lo que la expondrán públicamente por su error.
“Informo a usted que, el día 12 de diciembre de 2024 a las 12:00 horas aproximadamente, el señor Presidente de la Nación, viajará a la ciudad de Roma (República Italiana), teniendo previsto su regreso el día 15 de diciembre de 2024 a las 20:00 horas aproximadamente”, se le notificó a la funcionaria y a sus colaboradores a través del documento.
Incluso, difundieron un chat con la secretaria privada de la vicepresidenta, Guadalupe Jones, a quien se le hizo extensivo el documento en formado PDF de la Casa Militar notificando días y horarios, bajo el nombre “Viaje a Italia”. Jones dio confirmación de recepción con dos “ok” a las 8.37 del día martes.
En horas de la mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó un sugestivo mensaje en su cuenta de X, direccionado contra la compañera de fórmula de Javier Milei, aunque sin hacer mención: “En este gobierno no se miente. Que tengan todos un gran cierre de semana. Fin”.
Respuesta de Villarruel
Ante esta situación, Villarruel se dedicó a responder comentarios de usuarios que se quejaban en su cuenta de Instagram por lo sucedido. “Hasta que no me traspasan el poder soy vicepresidente. Y eso se hace informándomelo el escribano de presidencia. Firmé el acta dando el conforme a las 19″, afirmó en la noche del jueves. En otro comentario añadió: ”Deben informármelo ellos y enviar al escribano para que me lo notifique. Yo soy la vice, no estoy al tanto de esas cuestiones y menos dirigiendo una sesión tan complicada“.
Por otra parte, explicó que estaba a favor de la suspensión de Kueider y no de su expulsión, ya que no consideraba correcto “darle la banca al kirchnerismo”. Al respecto, señaló: “Además era hasta marzo, para dar tiempo a la Justicia paraguaya de procesarlo”. También insinuó que un senador aliado “no cumplió con su palabra y desvirtuó todo” durante la sesión, aunque evitó mencionarlo por su nombre.
Villarruel también se refirió a otros temas, como su ausencia en la cadena nacional del pasado 10 de diciembre, cuando se cumplió el primer año de gestión libertaria. Al respecto, expresó que a ella “le hubiera gustado estar” pero aseguró que no fue invitada. “Trabajo muy intensamente y muchas horas diarias para que a Milei le vaya bien”, destacó la vice, y al referirse a su vínculo con el Presidente, concluyó: “Sin comunicación es muy difícil. Pero yo siempre a disposición”.
Lo cierto es que la polémica que cruza por estas horas al Senado motivó un debate entre constitucionalistas. El exdiputado nacional del PRO Pablo Tonelli, especialista en temas constitucionales, advirtió: “Si ella presidió la sesión mientras el Presidente estaba fuera del país, es una irregularidad grave”. Con todo, aclaró que “en los hechos, no pasará nada”.
Al respecto, algunos remiten al artículo 88 de la Constitución, que dice que “en caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del Presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación” y que “en caso de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad del Presidente y vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué funcionario público ha de desempeñar la Presidencia, hasta que haya cesado la causa de la inhabilidad o un nuevo presidente sea electo”.
Pero más allá de eso, Tonelli aclaró que no hay “ningún artículo en particular” que establezca lo que no debe suceder. “El presidente es el titular del Poder Ejecutivo y no puede, al mismo tiempo, presidir el Senado. Es consecuencia de la división de poderes”, precisó el jurista.
Interna caliente
Sin retorno. Así podría definirse el estado del vínculo que mantienen Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel. Era una realidad cada vez más difícil de disimular para el oficialismo, hasta que, hace un mes, el Presidente lo reconoció por primera vez durante una entrevista con LN+. A pesar de los malabares discursivos del vocero Manuel Adorni y su intento por bajarle el tono a la interna, las definiciones del libertario acerca de que la titular del Senado no tiene “ninguna injerencia” en el día a día del Gobierno fueron ratificadas una por una por la Casa Rosada.
“El Presidente tiene una imagen positiva altísima, mientras que Victoria está en caída. Cometió muchos errores”, resumió ante elDiarioaAR una alta fuente que transita los pasillos de Balcarce 50. Un conjunto de tropezones que ahora también incluiría lo sucedido durante la sesión en la que se votó la expulsión del senador Kueider.
La lista de desencuentros entre Milei y Villarruel tiende casi al infinitio y se remonta incluso hasta la campaña electoral. Pero un hecho reciente escenificó como nunca antes la agenda propia que ostenta Villarruel desde la llegada al poder de La Libertad Avanza: el viaje que emprendió a Europa a principio de octubre, con su correspondiente visita al Vaticano. El itinerario de la que fue su primera gira al exterior como vicepresidenta tuvo todos los condimentos que hacen particular a la figura de la titular del Senado: desde coqueteos en tono protocolar con la derecha española, hasta eventos en los que tuvo oportunidad de levantar la bandera de la “memoria completa” respecto de los 70.
Otra muestra reciente del enfriamiento en las relaciones entre la Casa Rosada y el Senado tuvo lugar en septiembre, cuando Villarruel decidió ausentarse del acto de La Libertad Avanza encabezado por Milei en el Parque Lezama, en el se festejó el lanzamiento del espacio a nivel nacional. Desde su entorno esgrimieron un argumento formal: que ella todavía es afiliada del Partido Demócrata, por lo que su presencia en el convite le hubiera generado inconvenientes.
Pero el malestar también podría remontarse a un par de meses antes, en el marco del pomposo Pacto de Mayo firmado la noche del 8 de julio en Tucumán. Ese día, la vice no viajó porque adujo un cuadro gripal, pero pocas horas después compartió con el Presidente el fastuoso desfile militar por la avenida Libertador en Buenos Aires. El acto se coronó con Milei y Villarruel arriba de un tanque de guerra. Un gesto de complicidad hoy absolutamente impensando.
PL
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