El Congreso no sancionará al diputado de Amaiur que rompió la Constitución
No habrá sanción para el diputado de Amaiur Sabino Cuadra por romper varias hojas de la Constitución en la tribuna de oradores del Congreso. La Mesa de la institución ha decidido este martes, después de dos semanas estudiando el caso, que todo se quede en una amonestación contra el diputado y el “rechazo total a su conducta”. No obstante, el presidente del Congreso, Jesús Posada, se reunirá el jueves próximo con el parlamentario y con el portavoz de Amaiur, Mikel Errekondo, para pedirles que “retiren la ofensa” por el “ultraje a un símbolo de la libertad”.
Sabino Cuadra rompió varias hojas de la Constitución durante el debate de la reforma exprés del Tribunal Constitucional impulsada por el PP, lo que levantó airadas protesta del PP, el PSOE y UPyD, que exigieron sancionarle.
Aquel día, el presidente del Congreso reconvino a Cuadra por su comportamiento calificándolo de “inadmisible y censurable”. Varios grupos pidieron a la Mesa y a Posada que le sancionaran por su actitud “ofensiva” en sede parlamentaria contra la Constitución. UPyD incluso abogó por dejarle sin empleo y sueldo.
En el escrito que ha hecho público hoy, la Mesa rechaza la conducta de Cuadra, muestra el “apoyo a la reconvención que el señor Presidente hizo al diputado” y le solicita que “retire la ofensa proferida, advirtiéndole de que si no fuera así, la Mesa apoyaría la adopción de las más severas medidas disciplinarias previstas por el Reglamento”. El propio Posada se encargará de intentar que Cuadra rectifique, aunque los miembros de la Mesa son conscientes de que la posibilidad de sanción es muy limitada.
Además, en el escrito -que la Junta de Portavoces ha estado también debatiendo- se señala que a partir de ahora “se promoverá cualquier actuación dirigida a impedir que hechos similares puedan volver a repetirse”.
Errekondo, portavoz de Amaiur, ha avanzado que no habrá ni “rectificación” ni mucho menos manifestaciones de disculpas por parte de Cuadra al considerar que su comportamiento no es reprobable sino fruto de la libertad de expresión.
