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Los rostros de la acampada por el clima frente al Ministerio de Transición Ecológica

Andrea Pardo

Una mañana de lunes atípica en Madrid y en decenas de ciudades del mundo. El colectivo Extinction Rebellion impulsaba acciones conjuntas en todo el planeta para exigir a los Gobiernos medidas concretas para luchar contra la crisis climática. Madrid no fue la excepción: un grupo de activistas de la plataforma 2020 Rebelión por el Clima cortó el tráfico en el puente que cruza la Castellana a la altura de Raimundo Fernández Villaverde, en la zona norte de la capital. Fueron desalojados por la policía, que se llevó a unas 40 personas a comisaría para identificarlas, además de dejar detenidas a tres de ellas. Los manifestantes denunciaron varias decenas de heridos leves.

Mientras tanto, otro grupo de activistas mostraba una cara diferente de la protesta: plantaban sus tiendas de campaña frente al Ministerio de Transición Ecológica entre cánticos, pancartas y coloridas performances con el mismo objetivo: exigir compromisos firmes al Gobierno en funciones.

En esa acampada hay muchos rostros y experiencias vitales diferentes que confluyen en un mismo objetivo: alertar de una situación de emergencia que necesita de acciones inmediatas.

Griam Cutanda: “Estamos a tiempo de mitigar lo peor”

Griam es escritor y doctor en Ciencias de la Educación. A sus 62 años, recorre España dando charlas sobre los peligros del cambio climático. Es uno de los seis fundadores de Extintion Rebellion en España y lleva décadas luchando por la conservación del planeta: “Ahora hay estudios que dicen que tenemos una posibilidad en 20 de que se extinga la raza humana. ¿Si tuvieras esa posibilidad de que un avión se estrellase ¿te subirías?”, pregunta.

Cutanda, que conoce de cerca la creciente concienciación de los últimos años –“En el 92 ya estuve apagando fuegos en Valencia y en el 93 replantando árboles”– está convencido que la gente no conoce esta información. “Hay que actuar ya, no queda tiempo ni de ser pesimista”, se enciende. Y concluye: “ya llegamos tarde”. Aun así, cree que “estamos a tiempo de mitigar lo peor”. Y por eso no piensa moverse de la acampada.

Alison: “El futuro de mis hijos está en peligro”

Está sentada en el césped junto a sus dos hijos, Tommy y Lucas, de 7 y 9 años. Alison y sus pequeños vienen desde Cantabria con un billete solo de ida, ya que pretenden quedarse el máximo tiempo posible.

Alison es de Reino Unido pero lleva 15 años viviendo en el norte de España. “El futuro de mis hijos está en peligro” se lamenta Alison. Asegura que “mientras que los políticos electos no se responsabilicen de proteger a la población tendremos que salir a la calle”.

Ella y su familia están cómodos en la acampada “el ambiente es relajado, la gente sociable y la convivencia muy buena”

Sus hijos ven claro que “lo más importante es la vida y el bienestar de todos las especies en este planeta”, aseveran ambos hermanos.

Alison cree que es complicado ver el colapso que va a tener la civilización “no podemos imaginar cómo será”.

Laura: “Ya sufrimos el cambio climático”

Laura ha venido desde un pueblo cercano a Talavera de la Reina. No ha venido sola, la acompañan su pareja y su hijo Milo de 14 meses. Es la primera vez que se suman a una acción como esta. Lo hacen porque les “preocupa el ahora y el futuro” que le dejarán a Milo.

La familia se ha enterado a través de las redes sociales y han traído a Milo “porque forma parte de todo esto como futuro heredero del planeta”. Laura es escaladora y le encanta la naturaleza. A través del contacto que tiene con ella ha visto que los veranos cada vez son más largos y más secos. Sin embargo hasta ahora no había encontrado respuesta a su gran preocupación por el clima. “Hay que tomar medidas gubernamentales, ya estamos sufriendo el cambio climático”, afirma.

La familia solo pasará el día de hoy en la acampada pero querían formar parte a su manera.

Olga Balado: “Basta de mirar hacia otro lado”

Olga se define como arquitecta, animalista y vegana. Tiene 50 años y lleva más de 10 luchando contra el cambio climático y la extinción de la especies “para mí lo más importante que puede hacer un ser humano es luchar contra esta masacre y el maltrato a los animales”.

Balado considera que lo más importante es la acción: “Que se nos oiga, es una forma de dar viabilidad a nuestras demandas”. Cree que con el cambio climático no se está prestando la suficiente atención: “El ser humano tiene facilidad para mirar hacia otro lado”.

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