Jorge Javier inicia 'Supervivientes' dando carpetazo definitivo a 'Sálvame': “No me gustaría volver a vivir una etapa así”

Jorge Javier Vázquez arranca este jueves Supervivientes 2025 con todas las miradas puestas en la misteriosa participación de Terelu Campos, que ha puesto ya rumbo a Honduras para emprender “una misión especial” dentro del reality de Telecinco. El presentador, que bromeó durante la presentación del programa afirmando entre risas que la hija de María Teresa había viajado a los Cayos Cochinos abierta incluso a sustituir a Laura Madrueño, se muestra expectante de ver a su excompañera enfrentarse, sea cual sea su papel, a las inclemencias de esta nueva aventura.

“A las Campos no nos gusta verlas contentas. Nunca están contentas, siempre tienen un motivo de queja y eso es lo que nos gusta de ellas. Realmente, una Campos feliz es aburridísimo. Entonces, una Campos cuanto más cabreada esté, mejor”, declara durante una entrevista con un reducido grupo de medios entre los que se encontraba verTele. Además, el catalán no se atreve a hacer un pronóstico sobre si Terelu será capaz o no de lanzarse del famoso helicóptero. “Rezo por un ataque de pánico antes de tirarse. Alguien que le dé miedo, que lo pase mal”, comenta con sorna.

Más allá de Supervivientes, Jorge Javier Vázquez celebra la reciente renovación de El Diario de Jorge y el cambio de horario que ha experimentado en las tardes de Telecinco: “Desde que empezamos hemos vivido siempre con la nube negra de la cancelación”, reconoce. “Yo creo que hay margen de mejora. Yo creo que es más sencillo, dentro de lo complicado que es, el margen de mejora dentro de este horario que a las cuatro. A las cuatro era una cosa absolutamente imposible, muy complicada”, valora.

En este nuevo horario dentro de la parrilla del canal, es muy posible que se dé una circunstancia cuanto menos llamativa. Y es que a Jorge Javier podría tocarle enfrentarse en su franja al nuevo magacín vespertino que prepara TVE, en el que todo apunta que acabarán recalando los antiguos rostros de Sálvame que actualmente trabajan en Ni que fuéramos Shhh: “Yo no lo vivo como un enfrentamiento. Porque si me llevara a mal con ellos... Que yo entiendo que para la gente haya mucho morbo y toda esta historia. Yo lo único que deseo ya es que ojalá pudiéramos convivir los dos”, señala.

Es entonces cuando Jorge Javier reflexiona sobre su vínculo con el universo Sálvame, rompiendo de forma definitiva con ese pasado profesional en el que estuvo entregado de lleno a la prensa rosa: “No me gustaría volver a vivir una etapa así, porque mentalmente estoy en otra, mentalmente no quiero. Además, creo que ya no sería bueno haciendo corazón”, asume, afirmando ser ya “muy laxo con los comportamientos ajenos”. “No me gusta convertirme en un policía de la moral”, sentencia.

¿Tienes alguna expectativa para este jueves?

Rezo por un ataque de pánico antes de tirarse del helicóptero. Alguien que le dé miedo, que lo pase mal. Si todo sale bien y nadie tiene miedo... Me acuerdo con Rosa Benito, que era el salto más esperado porque le resultaba imposible saltar, y la dejamos colgada y nos fuimos a publicidad sin saber si se tiraba o no. Hay ediciones que nacen benditas. Efectivamente esa había nacido muy bien, con una tía que no sabíamos si se iba a lanzar o no y nos fuimos a publicidad. Claro, la gente se quedó a ver qué hacía. Luego ya le bajaron el helicóptero hasta tocar el agua... [Risas].

¿Sientes que esta va a serlo?

Esto es como los melones, hasta que no los abres... Pero yo confío, no hay ninguna edición de Supervivientes que haya salido rana. Hay tantos elementos que pueden ayudar a la trama, las pruebas, el formato en sí y ver cómo se va complicando por momentos, que es difícil que salga mal.

Has dicho alguna vez que "las Campos, cuando peor estén, mejor para todos". ¿Esperas lo mismo con Supervivientes?

A las Campos no nos gusta verlas contentas. Nunca están contentas, siempre tienen un motivo de queja y eso es lo que nos gusta de ellas. Realmente, una Campos feliz es aburridísimo. Entonces, una Campos, cuanto más cabreada esté, mejor. Es que yo se lo digo a Carmen: “Carmen, es que verte sonreír me produce sopor, pero verte cabreada...” [Risas]. Además, que siempre tiene un gran abanico de cabreo, ¿no? Y llora bien. Llora bien porque no llora bonito [risas].

¿Cuál es tu Campos preferida?

[Piensa]. Es que todas tienen su punto. A mí me gusta la dignidad de Terelu, esos cabreos que se coge Terelu... Ahí es cuando pone la voz más grave todavía. Porque además me he dado cuenta de que Terelu, cuando se cabrea, primero hace [inspira fuerte], coge aire, y entonces suelta toda la perorata. Y luego Carmen es más visceral. Terelu es más de método, y Carmen es más de la escuela de la calle. Y no son rencorosas. No, no, porque después de todo lo que se ha dicho de ellas...

¿Te llevas bien con ellas?

Yo bien, pero cuando estaba con ellas trabajando también me llevaba bien. Yo nunca he tenido ningún problema, ni con Terelu, ni con Carmen. Nunca, nunca. Además porque yo creo que ellas conocen perfectamente el juego de todo esto y saben modular muy bien sus sentimientos. 

No sé qué exigencias ha puesto Terelu para ir a 'Supervivientes', pero yo pondría el triple

Y siendo como es Terelu, ¿por qué crees que ha aceptado este fregado de Supervivientes?

Pues porque yo creo que en este trabajo al final lo que te llama son las cosas que te sorprenden. Y sobre todo, llegados a una edad, dices: “¿Y por qué no voy a ir yo a esta cosa tan absurda, que me hayan llamado de Supervivientes y que la gente piense que no voy a ir?”. Yo creo que con los años lo que te apetece es divertirte y que te ofrezcan cosas que digas: “Ah, pues voy a ir y la que se va a liar pues me hace gracia”.

¿Y cómo la ves en el momento del helicóptero? ¿Crees que saltará?

Pues la veo muy mal. A ver, es que yo jamás pensé que ella iba a ir, jamás lo pensé, y cuando me enteré dije: “Ah... Pues qué bien”. Yo creo que no va a saltar, pero tampoco pensé que fuera a ir, o sea que... Y luego yo sí creo que puede suceder que, una vez que esté allí, decida quedarse más tiempo.

¿Crees que va a resistir?

Yo creo que sí. Es que, por ejemplo, yo creo que a ella pasar hambre... Hay gente que controla más el hambre que otra. Pienso que al principio lo que te mata es el hambre, y yo creo que con la edad lo tienes más controlado.

¿Crees que ha puesto muchas exigencias Terelu para ir?

No lo sé, pero yo pondría el triple que Terelu. A ver, es que yo no iría de concursante, porque no... Pero mira, pediría una cama y comida [risas]. El teléfono no. A mí me encantaría meterme en un reality, siempre lo digo, para desconectar del mundo. Eso me encantaría. Pero elegiría la cama y la comida.

¿Crees que Terelu rechazaría la cama o la comida a cambio de sustituir a Laura Madrueño si alguna vez se sintiese indispuesta?

Con que le den la cama, ya. Oye, que todo esto lo va a leer luego ella [Risas].

Jorge, ¿te esperabas la renovación de El Diario y Hay una cosa que te quiero decir?

Lo de El Diario es que desde que empezamos hemos vivido siempre con la nube negra de la cancelación. Y una cosa es lo que se va publicando, y otra es la información que nosotros manejamos. Algunas veces sí que concuerdan, pero otras tiene poco que ver lo que se publica con lo que yo sé. A ver, que yo entiendo que se publique, porque me dedico a esto, que salten noticias y tal. Pero me sabe mal por el equipo, que están siempre ahí pensando si esto se va a acabar, si no se va a acabar... Yo siempre les digo que vayan haciendo training, porque esta profesión es esto. Que al final es estar siempre pendiente de si sí o si no. Pero oye, ahí estamos resistiendo con la tontería, que llevamos siete meses, ¿eh? 

Y ahora con nuevo horario. ¿Cómo has llevado el cambio?

Yo creo que para un programa como este, la hora es esa. Tradicionalmente siempre ha ido a esa hora, siempre. Entonces, ahora acomodándonos al nuevo horario, porque evidentemente la gente que lo veía de 16:00 a 17:00 era otra distinta y tenemos que ir probando. Pero vamos, que este es el horario del programa. Yo creo que hay margen de mejora. Que es más sencillo, dentro de lo complicado que es, el margen de mejora dentro de este horario que a las cuatro. A las cuatro era una cosa absolutamente imposible, muy complicada.

En este nuevo horario es posible que compitas contra tus excompañeros de Sálvame si finalmente fichan por TVE para ser el nuevo magacín de La 1. ¿Cómo lo vas a llevar?

Pues mira, yo ya únicamente a lo que aspiro es a que el programa continúe. He leído hace poco una entrevista de Paula Vázquez con la que me he sentido muy identificado. Paula decía que, para ella, precisamente ya en el trabajo ser el número uno no era lo esencial, el conseguir ser líder de audiencia. Decía que valoraba muchísimo más la parte personal, porque ella ya sabía lo que era renunciar a un montón de cosas y que tu vida se convierta en trabajo, trabajo y trabajo. Es que llegados a cierta edad también te apetece mirar hacia otro lado, y el trabajo también lo he enfocado ya de otra manera. Yo, sinceramente, a lo único que aspiro es a que los programas se renueven.

¿Pero cómo afrontas, si se termina dando, el tener que enfrentarte a ellos? ¿Te da un poco de morbo, o no te apetece?

Pues la verdad es que yo no lo vivo como un enfrentamiento. Porque si me llevara mal con ellos... Que yo entiendo que para la gente haya mucho morbo y toda esta historia. Pero es que no lo vivo en plan: “Ojalá los vayamos a aplastar”. Para nada. Yo lo único que deseo ya es que ojalá pudiéramos convivir los dos. Es que han sido compañeros míos durante quince años.

Óscar Cornejo y Adrián Madrid, creadores de Sálvame con La Fábrica de la Tele, se han reformulado ahora en La Osa Producciones y aseguran estar dispuestos a trabajar con todas las cadenas, incluida Mediaset. ¿Te gustaría volver a trabajar con ellos?

Es que he trabajado con ellos 20 años... Me gustaría seguir trabajando con gente con la que no he trabajado, fundamentalmente por variar. Llega un momento de tu vida que quieres conocer gente nueva y trabajar con otras productoras. He trabajado con ellos 20 años importantísimos de mi vida profesional. Pero también me gusta mucho trabajar con la gente de Zeppelin, Cuarzo, Boomerang... Trabajar con gente jovencísima como la de El Diario, que tiene una redacción de gente muy joven.

Me gustaría seguir trabajando con gente con la que no he trabajado, fundamentalmente por variar

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que no haces corazón? ¿Sientes que ya no te metes en tantas polémicas?

Pues eso lo he pensado mucho. Fue una época de mi vida y la viví, la exprimí, la disfruté, y la padecí también, al máximo. Se habla de Sálvame con nostalgia, pero me gustaría recordar lo que se escribía de Sálvame. Con razón y sin razón, me da igual. Y ahora cuando hablan de esa historia es como si hubiésemos sido La Casa de la Pradera, y no éramos La Casa de la Pradera. Y yo, que ya lo he vivido, sinceramente no me gustaría volver a vivir una etapa así, porque mentalmente estoy en otra, mentalmente no quiero. Además, creo que ya no sería bueno haciendo corazón, porque el corazón tiene gracia si lo haces con escándalo y siendo muy maniqueísta, o buenos o malos. Y con colaboradores que tomen mucho partido. Pero ahora, en este momento de mi vida, no creo ni en lo blanco ni en lo negro y soy muy laxo con los comportamientos ajenos. Porque lo que ha hecho equis persona lo he hecho yo multiplicado por 15 hasta antes de ayer. Y como lo he hecho, me veo incapaz de hablar, no me veo en esas.

¿Rechazarías hacer entonces un programa de corazón si la cadena te lo propone?

En televisión siempre tienes que estar dispuesto a aceptar que lo que digas hoy no tiene validez mañana. Yo tengo contrato hasta 2027 y si la cadena decide que tengo que hacer un programa de corazón, tendré que hacerlo porque soy un contratado por esta santa casa. ¿Qué me apetecería? Pues en este momento no. 

A mí el corazón tranquilo... el corazón tiene que ir unido al escándalo. Si no, se me queda flojo

¿Ni un programa de corazón más tranquilo o desenfadado?

A mí el corazón tranquilo... el corazón tiene que ir unido al escándalo. Si no, se me queda flojo. También estamos en un momento interesante en el que tenemos que preguntarnos hacia dónde vamos. ¿Dónde están los personajes de los que hablar? Creo que no estamos sabiendo integrar a los influencers y gente de las redes en la televisión para hacerlos objeto del corazón. ¿Cómo se hace? No lo sé, pero ahí está la cantera. 

Sálvame, además de lo polémico, tuvo una parte más divertida...

Eso estaba científicamente comprobado. Las risas, con cuentagotas. Sálvame funcionaba cuando había un conflicto o un misterio y la gente se quedaba diciendo: “Qué coño pasa aquí”. Pero hacer un programa de risas, no. Tiene que haber contenido. Eso te lo aguanta un programa un poquito, pero luego desconectas. La base de todo es el conflicto y si no lo hay, es otra cosa.

En ese sentido, ¿qué piensas cuando ves el rumbo que ha tomado Telecinco con el corazón de otros programas que supuestamente son más blancos?

Lo puedo ver y me entretiene como espectador, pero no me gustaría volver a hacerlo. Y a ver, yo llevo casi 30 años haciendo corazón. Una vez me hicieron una entrevista cuando era pequeño y dije que no me gustaría llegar a dar la boda de Paquirrín. Pues di la boda y los tres hijos [risas]. Y no es una cosa que desprecie, ¿eh? No, no. A mí me sigue entreteniendo de vez en cuando, pero como materia la he trabajado muchísimo.

En aquella época de Sálvame, ¿buscabas mucho tu nombre en Internet para ver qué decían de ti?

¿Sabes qué pasa? Es que siempre te llegaba, siempre había alguien que te lo hacía llegar. No digo esto con resentimiento, ¿eh? Pero pasaba una cosa muy curiosa. Cuando estás tan en boca, que nosotros estuvimos durante muchos años muy en boca, en mi caso lo que sucedía es que era como si hablaran de otra persona. Creo que a lo mejor es un instinto de protección. Y otras veces tampoco me veía yo muy reflejado. Ahora cuando escriben y no se ajusta a la realidad, o dicen cosas que son mentiras, también pienso: “A ver, es que yo lo habré hecho en algún momento también con algún personaje”. No me enfado por eso, forma parte del negocio.

¿Te arrepientes de haber dicho algo de alguien o de meter la pata con alguien durante aquella época?

En 15 años patinas casi todos los días. Patinas siempre. Y me pasaba que cuando patinaba pensaba: “He metido la pata, ¿cuándo será la próxima?”. Porque sabes que va a haber una próxima. En Supervivientes o Gran Hermano lo mejor que te puede pasar es acabar la edición y no haberte visto envuelto en ninguna historia. Son programas complicados y lo mejor es pasar lo más desapercibido posible.

¿Tienes algún enemigo justificado de la época de Sálvame? Alguno que pienses que tiene todos los motivos para sentirse mal contigo.

De la época de Sálvame, con la gente a la que le tuve que pedir perdón no tengo ninguna asignatura pendiente. La pregunta no es a quién pedí perdón, sino a quién no.

Soy presentador, no soy el guardián de las buenas costumbres

¿Qué valoración haces del GH con anónimos que presentaste?

Una valoración hiperpositiva, porque teníamos nuestro miedos, ¿eh? Y yo el primero. Me produjo mucha satisfacción ver el resultado del primer día, porque hacía mucho tiempo que no se hacía el programa y no sabíamos por dónde iba a salir. Y luego el dato se mantuvo, lo cual nos permite hacer otra edición. O mínimo dos más, creo yo. Fue una gran alegría y yo creo que para la cadena está muy bien que aparezca gente nueva, anónimos, que vayan nutriendo. 

Cuando la tensión crece en los programas y realities que presentas, ¿en qué momento consideras que tienes que mojarte e intervenir?

¿Sabes qué pasa? Que tampoco me gusta convertirme en un policía de la moral, ¿eh? Es que me parece que un presentador tiene que ser un presentador y ya, pero cuando tenemos que estar ahí pendientes de según qué cosas... A ver, que hay momentos que sí, que ya empiezan a superar y tienen ese punto desagradable. Pero eso, yo soy presentador, no soy el guardián de las buenas costumbres. Y además que yo ya lo justifico todo. Digo: “¡Ay! Pues fíjate, es que tiene hambre...” [risas]. Al final, con los años, intentas justificarlo todo. Y eso no sé si es bueno.

Siempre has puesto en valor esa televisión que te hace vibrar y levantarte de tu asiento. ¿Hay algún programa de la tele actual que te haga sentir eso?

Mi Diario.

¿Pero alguno como espectador?

[Piensa] ¿Un programa que vea y que me guste? [Sigue pensando]. ¿Un programa que me siga sorprendiendo? Es que no...

¿Te han llamado de El Hormiguero o La Revuelta?

¡De ninguno de los dos! No los veo porque la mayoría de las noches a las 22:00 ya estoy en la cama, aunque a veces pienso que tengo que volver a las calles a renovar las fotos que salieron de mí [risas]. Tengo que empezar a renovar el parque automovilístico. Es que empieza todo muy tarde. El viernes mi madre me hizo ver Cifras y Letras y no me gustó porque no acertaba nada. ¡Que yo no sabía que valían los gerundios! Pero mira, mi sobrina es muy fan de Broncano y cuando estaba en Movistar siempre me decía que fuera. Y yo le respondía: “Primero: no pagan y yo no voy a una tele si no es cobrando. Y segundo: solo iría por promocionar algo y Broncano no pregunta por la promoción”. Sí que fui a Buenafuente, pero porque estaba promocionando Grandes Éxitos, mi segunda función.

¿Ahora irías a Broncano sin cobrar?

Sí, sí. Pero si tuviera que promocionar una novela también iría a El Hormiguero porque es sinónimo de... [da a entender que de éxito y promoción].

¿Cómo responderías a las preguntas clásicas de Broncano?

¡Pues lo he pensado! [Risas] Sí, sí... Y bastante lamentable. El dinero, tengo el necesario para dejar de trabajar el resto de mi vida, pero teniendo cuidado con el dinero, sin derrochar. Pero mucho menos de lo que la gente piensa porque no soy productor y el sueldo es mucho menos de lo que la gente piensa. Y el sexo, francamente mal. Muchas veces pienso que no me acuerdo del último tío con el que dormí una noche entera, para que veas qué tristeza. Eso no quiere decir que no haya tenido algo, pero que hayan abandonado la casa... [Risas]. Echo de menos dormir con alguien, pero desde que tengo la máquina para la apnea del sueño, férula...

¿Qué te parece la serie de Belén Esteban que quiere hacer La Osa?

¿Pero se va a hacer? ¿Está firmada? No lo sabía. 

Tendrás que salir como personaje. ¿Qué actor quieres que haga de ti?

Teniendo en cuenta que Belén quiere que sea Ester Expósito, yo quiero que de mí haga Quim Gutiérrez, que es el mismo nivel de parecido [risas]. Y de joven, Manu Ríos. Al principio de Sálvame Manu Ríos y quince años después Quim Gutiérrez [risas]. No está mal.

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