Con la humildad que le caracteriza y un escalofrío en la espalda por los momentos que nos está tocando atravesar, Javier Cámara se suma al encuentro virtual que TNT y Mediapro han organizado con periodistas. El actor estrena este domingo 29 de marzo Vamos Juan, la secuela de la comedia política Vota Juan y el “bálsamo” que muchos esperan para evadirse por unas horas de la realidad.
En un ejercicio de generosidad, tal como elogia Cámara, la cadena de pago lanza este 29 de marzo la serie al completo en modo maratón. “Ojalá que a todos aquellos que quieran divertirse un poco les podamos sacar una carcajada”, apunta el intérprete, que vuelve a ponerse en la piel del “patético” e “indeseable” Juan Carrasco.
Javier Cámara desgrana las claves de una temporada en la que ha experimentado también lo que supone ponerse tras las cámaras para dirigir, sin perder de vista la actualidad de una clase política real que supera los márgenes de cualquier guion de ficción. “Cuando la gente quiere dividir, me parece inhumano”, expresa sobre el polémico tuit de Vox acerca de la cultura.
'Vota Juan' terminó con Juan Carrasco en la cima, y ahora vuelve con él de nuevo en el barro. ¿Por qué se ha optado por una secuela, con un salto temporal, en lugar de explorar su faceta como vicepresidente?
Porque nos parecía mucho más patético, y más sorprendente, el hecho de arrancar otra vez en el barro. Los guionistas pensaron que era mucho más interesante volver al inicio de todo y darle más profundidad al personaje. Más que todo el show business y todo lo que conllevaba el hecho de estar expuesto, nos seguía interesando mucho la parte familiar, queríamos darle más importancia a Esty Quesada como la hija, a Yaël Belicha como la mujer... y ver un poco lo que hubiese sido el principio de la serie si la hubiésemos arrancado desde el inicio de todo.
También ha sido por eliminar gastos, que imagino que los alquileres de palacios eran un poco caros (ríe), y volver a espacios pequeños centrándonos en la casa y en sitios más íntimos. Ese salto temporal de dos años espero que si hay una 3ª temporada podamos explicarlo, o incluso mostrar las inquietudes que le arrastraron a ser político.
"Queríamos darle la razón al exministro del PP que nos dijo que 'Vota Juan' era más un documental que una serie"
Diego San José comenta que la visión que se da en esta 2ª temporada es de una política mucho más negativa, de mucha más trastienda, mostrando cosas que no estamos acostumbrados a ver...
Nos apetecía sobre todo cambiarle el tono a la serie, darle un toque mucho más oscuro. Queríamos tocar temas que no habíamos visto anteriormente en comedia, o incluso en una serie, como el Opus o el 11-M. Queríamos darle la razón a aquel exministro del PP que nos dijo que 'Vota Juan' era más un documental que una serie y darle ese tono realista basándonos en las motivaciones de los personajes.
Juan se mueve esta temporada por una venganza y con un rencor que no puede más. No tiene nada que contar en el terreno político, estoy seguro de que hay muchos 'Juanes Carrasco' en todos los sectores, pero no nos interesaba contarlo, sino ver que no hay nada detrás, que es un pobre hombre que está intentando sobrevivir en el barro. Queríamos que el público empatizara con él frente a esa fragilidad y ese bullying que le hacen constantemente mostrando un personaje muy patético y a la vez muy indeseable.
¿Crees que Juan sufre en su propia piel la metáfora de la ecdisis que aparece en el primer capítulo de 'Vamos Juan'?
Creo que Juan admira muchísimo a las chicharras y las ve como mariposas, piensa que uno pasa la vida como un capullo y luego se transforma. Esa metáfora le parece milagrosa, sobre todo por poder transformarse en una persona diferente.
Creo que todos en algún momento de nuestra vida queremos otra realidad. Después nos vamos acostumbrando y aceptando que esto es lo que hay y cada uno lo lleva mejor o peor, pero creo que Juan Carrasco es un eterno adolescente que quiere poder convertirse en un Superman y que nadie le reconozca como aquel ministro que robó. Piensa que puede tener una segunda oportunidad de verdad y cuando lee esto de la ecdisis ve que puede mudar de piel. Ese paralelismo es la esencia de la temporada: intentar convertirse en alguien, aunque no lo consiga.
"La realidad nos ha golpeado de una forma tan brutal, que la ficción no puede pelear contra ella"
En la serie no se termina de desvelar la ideología del partido. ¿Por qué se ha hecho así? ¿Es más complicada o más sencilla la construcción del personaje desde este punto de partida?
Es liberador. En '7 vidas' hacíamos chistes sobre personajes famosos de la época y si ahora la ves te preguntas '¿y ese quién es?'. El hecho de anclar una serie en la realidad te desbloquea para el resto del tiempo, no la vas a poder ver 5 años después. Nos apetecía mucho la atemporalidad.
Además, nos hemos dado cuenta de que si cada uno tiene la posibilidad de imaginarse de qué ideología es este tipo, es muy tranquilizador para nosotros. Es verdad que Juan Carrasco con esa corbata y esa ideología puede parecer más de derechas, pero también podía ser perfectamente un barón del PSOE. Queríamos quitarle ese peso porque... ¿qué os voy a contar hoy precisamente de lo que es la realidad? La realidad nos ha golpeado de una forma tan brutal, que la ficción no puede pelear contra ella. La ficción tiene que contar otra cosa que sea ficción, tiene que evadirse... si no se queda antigua antes de estrenarse.
Al principio de la serie dicen que las ideologías se utilizan para perder votos, y las víctimas para ganarlos. ¿Crees que esa idea es también atemporal, o es muy actual?
Es actualísima. Es una crítica durísima al uso que se ha hecho de algunas víctimas y el papel que han asumido algunas otras, con lo duro que es ser una víctima.
Es verdad que en la serie hemos podido tocar temas muy reales: hemos hablado del 11-M, de una familia del Opus, temas que una cadena generalista nunca lo hubiese permitido. Cuando TNT y Mediapro nos dieron esta libertad se pusieron muchos temas sobre la mesa, y algunos son demasiado presentes como para hablar de ellos... pero tienes que agarrarte a cosas de la realidad y transformarlas. Ese speech que tiene Jesús Vidal sobre las víctimas es brutal, me parece demoledor. También la trama de Oti Manzano, cuyo marido murió en el 11-M. La realidad está utilizada de una forma dantesca en la serie, siempre al servicio del humor y de los personajes, y nunca haciendo mofa de ese horror.
Los guionistas son unos genios, Borja Cobeaga y Diego San José estuvieron en 'Vaya semanita' y mira que era difícil trabajar en aquellos tiempos en el País Vasco tocando temas muy sensibles. Hay un momento en el que uno tiene que abrir la puerta, dejar que entre aire fresco, sanearse y poder hablar de ello.
"Tocamos temas que una cadena generalista nunca nos hubiese permitido"
En el rodaje, Víctor García León decía que en un momento en el que todo el mundo está atemorizado por levantar ampollas, lo que vosotros buscábais era precisamente eso. ¿Os consta que 'Vota Juan' haya llegado a molestar a algunos políticos?
Creo que capeamos el temporal, no sé si inteligentemente, con la intención de no darle la ideología supuesta que pueda tener la serie. Lo interesante es ver cómo los diferentes partidos políticos ven esta ficción. Cada vez que un analista político habla de 'Vota Juan', valora muchísimo que reparte para todos los lados y no solo para un sitio en concreto. Yo creo que todos los grupos políticos tienen errores comunes y generales.
Realmente, es una serie que no va sobre política, va sobre la humanidad de los políticos, cuando llegan a su casa e intentan manejar su familia o manejar sus emociones y ambiciones. Hablamos de políticos como podríamos hablar de médicos o periodistas, pero ya hemos visto otras series así y son mucho más generalistas. En esta podemos empezar a tocar algún hueso que moleste un poco y por eso nos han dado tanta libertad. Es nuestra responsabilidad hacerlo bien para que podamos seguir hablando de cosas que duelen, pudiendo hacerlo con cierto humor.
El sexto episodio es un paréntesis en 'Vamos Juan'. Es el más divertido, pero a la vez el más triste para el personaje…
Ese fue el que dirigí yo. Diego San José me convenció cuando me dijo que el episodio lo iba a escribir Pablo Remón y lo iba a interpretar Anna Castillo. No podía decir que no. En la temporada anterior, ya me habían dado la oportunidad de dirigir, pero no quise hacerlo. Yo no soy director.
En la segunda temporada empezó a crecer la bola de nieve y vi que en ese capítulo, que es un episodio burbuja o piloto, tenía más libertad e incluso libertad para cagarla. Me encantó ver todo lo que se iba generando alrededor. Y más allá de la satisfacción de dirigir un capítulo, desde la inconsciencia y la humildad, ha sido muy interesante el conocimiento que he adquirido a la hora de ser actor. Es brutal ver el trabajo de la producción del que un actor nunca es consciente, es brutal la postproducción, el montaje, el sonido, las músicas… Son meses y meses de decisiones. Es un aprendizaje muy bonito y sería interesante que todos los actores fuéramos conscientes de ese recorrido.
A veces, los actores estrella van a los rodajes con todo preparado y esperan en la caravana a que le toque el turno de salir. Cuando estás desde el primer momento tomando decisiones y ves que hay muchísimas cosas que son imposibles de hacer, hay que saber manejarlo.
TNT y Mediapro nos han dado una libertad brutal y me parece también súper generoso que lancen toda la temporada en forma de maratón. La queman entera y la ponen al servicio de todo el mundo. Ojalá que a todos aquellos que quieran divertirse un poco les podamos sacar una carcajada, y respetar también a los que quieran estar en silencio porque, evidentemente, todos tenemos un escalofrío en la espalda en estos momentos.
"Cuando la gente quiere dividir, me parece inhumano"
TNT apuesta por lanzar toda la serie del tirón en una prueba más de que el entretenimiento es muy importante en estos momentos tan complicados que está atravesando el país. Y en esa vorágine de iniciativas de lo más creativas, nos encontramos con un tuit de Vox en el que mete un hachazo al mundo de la cultura. ¿Qué piensa uno al ver un mensaje como ese?
Lo primero que pensé es que el tuit confrontaba para mí dos cosas tan importantes como la agricultura y la cultura. Mi padre era agricultor, como toda mi familia. También era saxofonista, y para él la cultura y la agricultura han sido fundamentales en su vida. Él me empujó a ser actor porque no pudo ser el músico que quiso llegar a ser. Cuando ves que alguien intenta dividir dos partes que son consanguíneas dentro de ti, dices: ¿Pero esta gente sabrá lo que está diciendo? ¿Esta gente sabe lo que escribe? ¿Qué está intentando hacer?
Lo vi con una distancia que dije: es una tontería más, una falta de respeto más. En este tiempo y en este lugar de fragilidad en el que todos estamos viviendo, me parece inhumano. Si querían herirme, conmigo no lo consiguieron, pero hay una fragilidad ahora mismo con la que no se puede jugar. Todos los eslóganes son para que estemos juntos y unidos. Cuando la gente quiere dividir, a mí me enferma y me parece inhumano.
¿Qué importancia tienen para ti los personajes de Jesús Vidal y Esty Quesada?
Nos gustaba mucho que Juan se viera confrontado a personajes poliédricos. Lo que intenta 'Vamos Juan' con estos dos personajes es derribar todos los prejuicios que uno pueda tener frente a otras personas. Sobre todo, cuando los enfrentas a la persona más prejuicosa del mundo, que es Juan Carrasco.
Jesús estuvo maravilloso, es un actor fantástico, con una formación impecable y fue genial tenerlo en el plató. Y a Esty la adoro, la considero hija mía ya y nos gustó muchísimo a todos cuando descubrimos su potencial. Queríamos tenerla más cerca de Juan Carrasco porque queríamos plasmar mucho más la intimidad, la parte familiar… Hablar de la comedia con una conversación muy íntima, que es algo que no se está viendo mucho en mucha ficción. También desde la incomodidad del silencio. Desde luego, son dos personajes muy incómodos para el protagonista. No sabe cómo manejarse con ellos y los silencios son siempre comedia. Ha sido gratificante trabajar con ellos.