La Junta tarda casi 3 años en impulsar en León el Centro de Control de autobuses con 11 veces menos de la inversión prometida
En apenas tres meses se cumplirán tres años desde que el Gobierno de la Junta de Castilla y León, a través de su único consejero leonés, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció la creación en la estación de autobuses de León entonces en plena remodelación de un Centro de Control del Transporte de autobuses a nivel autonómico con la inversión de 25 millones de euros.
Hoy la empresa pública de su Consejería, Somacyl, ha dado por fin el primer paso, la licitación del contrato, para impulsar ese centro de coordinación de transporte por carretera en la capital leonesa pero por un importe final de 1,65 millones de euros, que junto a otros 700.000 euros en obras de acondicionamiento del espacio, supondrán en total 2,3 millones, once veces menos de aquella cifra prometida.
Lo que sí se hace ahora por primera vez es cuantificar el número de puestos de trabajos que este centro tendrá, no necesariamente todos de nueva creación sino en algunos casos de traslado de otros emplazamientos de la Junta: serán 17 las “incorporaciones”, literalmente, de puestos de trabajo “cualificados y tecnificados”, reza una nota oficial por la que se anuncia esa licitación.
La cifra concreta por la que sale este contrato es de 1.650.944,77 euros, se abunda, sin especificar que dos de cada tres euros son de financiación europea y sólo uno de fondos propios de la Junta.
El Centro de Control de Transporte de Castilla y León, que se ubicará en un espacio reservado a la derecha del edificio terminal de la estación de autobuses rebautizada como Reina Doña Urraca I de León, se convertirá en el punto neurálgico para el control y la gestión del sistema de transporte público de viajeros por carretera de competencia autonómica, como parte de una inversión mayor, que no serán los 25 anunciados al principio sino 30 millones en total, para la tecnología al servicio de una plataforma tecnológica unificada para gestionar el servicio de transporte que la Junta tiene privatizado con dinero público entre varias compañías del sector. Se trata de implantar lo que se denomina oficialmente Sistema Inteligente para el Transporte Público de viajeros por carretera (ITS) en Castilla y León.
La distribución
Todo el programa del Centro de Control se desarrolla en la planta baja de la estación leonesa, diseñada con dos únicos accesos propios e independientes del resto de accesos de la propia estación.
La distribución de las superficies se articula a través de un pasillo central, creando una sucesión de modernas oficinas a ambos lados con accesos independientes, finalizando el recorrido lineal en una estancia de casi 75 metros cuadrados donde se alojará una de las señas de identidad de este centro: la Sala de Operaciones, que contará con un 'video wall' con múltiples pantallas para el seguimiento y control en tiempo real del transporte público de Castilla y León.
La obra civil se anunció en su día por valor de 700.000 euros, que no se incluyeron en la remodelación de la estación de autobuses de la avenida Sáenz de Miera, a pesar de que esta costó casi 7 millones de euros, la ejecutó la misma empresa pública Somacyl y se inauguró hace justo un año.
En aquel entonces no sólo se comenzaron a matizar los millonarios anuncios de inversión iniciales sino que también, con la presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se anunció la ubicación en la estación leonesa del Centro de Coordinación Internacional de la empresa Alsa. Eso sí, pocas semanas después, como confirmó en persona el mismo CEO de la compañía Alsa, en realidad se aclaró que se trataba de un mero traslado de oficinas de un servicio ya existente, hace diez años, situado hasta ahora en unas oficinas apenas a dos kilómetros de distancia, como también destacó ILEÓN.