Tecnología de vanguardia ha permitido extraer con éxito material genético de insectos que quedaron atrapados en muestras de resina de seis y dos años de antigüedad.
El ADN, en particular el ADN de animales extintos, es una herramienta importante en la identificación de especies. En el futuro, los investigadores liderados por la investigadora del Instituto Senckenberg Mónica Solórzano-Kraemer también planean utilizar sus nuevos métodos en inclusiones de resina más antiguas. El estudio fue publicado en la revista científica PLOS ONE.
La idea de extraer ADN de organismos atrapados en resina inevitablemente invoca recuerdos del éxito de taquilla Jurassic Park. “Sin embargo, no tenemos la intención de criar dinosaurios”, dice Solórzano-Kraemer en un comunicado. “Más bien, nuestro estudio actual es un intento estructurado de determinar durante cuánto tiempo se puede conservar el ADN de insectos encerrado en materiales resinosos”.
Para ello, el autor principal, el doctor David Peris de la Universidad de Bonn, e investigadores de las Universidades de Barcelona y Bergen y del Museo Geominero (IGME) en Valencia examinaron el material genético de los llamados escarabajos ambrosía que quedaron atrapados en la resina de los árboles de ámbar (Hymenaea) en Madagascar.
“Nuestro estudio tuvo como objetivo fundamental aclarar si el ADN de los insectos incrustados en resina se sigue conservando. Utilizando el método de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), pudimos documentar que este es, de hecho, el caso de las muestras de seis y dos años de antigüedad que examinamos”, explica Solórzano-Kraemer.
Hasta la fecha, pruebas similares de inclusiones en ámbar de varios millones de años y copales de varios miles de años habían fallado, ya que los impactos ambientales más recientes habían causado cambios significativos en el ADN de los insectos incrustados o incluso lo habían destruido. Por lo tanto, las muestras incluidas en resina se consideraron inadecuadas para exámenes genéticos.
Solórzano-Kraemer agrega: “Ahora podemos demostrar por primera vez que, aunque es muy frágil, el ADN aún se conservó en nuestras muestras. Esto lleva a la conclusión de que es posible estudiar la genómica de organismos incrustados en resina.”
Vida útil del ADN
Todavía no está claro cuánto tiempo puede sobrevivir el ADN dentro de la resina. Para abordar esta pregunta, los investigadores planean aplicar el método de forma escalonada desde las muestras más recientes hasta las más antiguas para determinar la “vida útil” del ADN incrustado en resina.
“Nuestros experimentos muestran que el agua en las inclusiones se conserva mucho más tiempo de lo que se suponía anteriormente. Esto también podría afectar la estabilidad del material genético. Por lo tanto, la extracción de ADN funcional de ámbar de varios millones de años es bastante improbable”, dice Solórzano-Kraemer .