El futuro del monumento a Franco de Tenerife, enrocado entre los intentos de protegerlo y de renombrarlo “a la concordia”
“Una humillación a las víctimas”. Es la conclusión a la que llegan las asociaciones de represaliados del franquismo e historiadoras ante los intentos de proteger el monumento a Franco de Santa Cruz de Tenerife y, en especial, ante la última idea del Cabildo de la isla (gobernado por Coalición Canaria y PP) de renombrarlo como monumento “a la concordia”. “¿A la concordia de quién, de todos los que desaparecieron el 18 de julio de 1936 y después de la dictadura? ¿la concordia de las familias que dejaron sin hermanos, sin padres y sin hijos?” se pregunta la presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, Mercedes Pérez Schwartz.
La pasada semana, el Cabildo de Tenerife anunciaba el inicio de los trámites para declarar a esta escultura de Juan de Ávalos como Bien de Interés Cultural (BIC). Lo hace en cumplimiento de una sentencia que determina que debe incoarse el expediente tras batallar una asociación en los tribunales. El ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ya especificó hace unos días que incoar ese expediente no quiere decir que la escultura sea BIC y ha aclarado que “la resignificación” no debe ser “cambiarle el nombre”. El Gobierno, así como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), presidida por el activista y sociólogo Emilio Silva, han pedido personarse en dicho expediente.
“Haremos todo lo posible para la retirada de un monumento construido para humillar a las víctimas del franquismo, porque hay leyes que lo dicen pero especialmente porque la cultura democrática es incompatible con la exaltación de quien encabezó un golpe de Estado para asaltar el poder violentamente, asesinó a más de 2.000 civiles republicanos canarios y dejó un país sembrado de cadáveres, mucho de los cuales todavía están desaparecidos”, señala la ARMH.
El intento de declarar BIC el monumento a Franco no es nuevo. Hace unos años lo solicitaron tanto la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel como la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio San Miguel Arcángel. En 2022, el Cabildo de Tenerife, liderado por el PSOE, desestimó esas solicitudes. Los socialistas explicaron entonces que, tras un análisis riguroso de un estudio de la Universidad de La Laguna al respecto y del informe de la Unidad Técnica de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, se determinó que carecía de valores artísticos excepcionales.
En la anterior legislatura, el Gobierno de Canarias (liderado entonces por Ángel Víctor Torres) publicó un Catálogo de Vestigios Franquistas que hacía referencia a las exaltaciones del régimen que perviven en Santa Cruz de Tenerife, entre ellas el monumento a Franco. Se detallaba en ese extenso informe elaborado por expertos de la Universidad de La Laguna por qué incumple con la Ley de Memoria Democrática. Sin embargo, la asociación San Miguel Arcángel, la asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife (gobernado por CC y PP) iniciaron una cruzada en los tribunales contra dicho catálogo, que finalmente fue suspendido por el actual Gobierno de Canarias, también a manos de CC y PP. La intención del actual Ejecutivo Regional es publicarlo en el Boletín Oficial cuando esté ampliado con todos los municipios.
Con el catálogo de vestigios suspendido y un expediente de BIC en trámite, las víctimas del franquismo se encuentran decepcionadas tras la lucha de tantos años. A ello se suma que se pretenda resignificar como monumento a La Concordia, un término usado por PP y Vox en varias comunidades autónomas para reducir las leyes de Memoria Democrática.
La coordinadora del Catálogo de Vestigios Franquistas de Santa Cruz de Tenerife y catedrática en Historia del Arte de la ULL, Maisa Navarro, ha señalado a este periódico que es una “indecencia” que se proponga esa resignificación. Recuerda que el Cabildo no es una administración competente y que la sentencia de junio lo que obliga a la corporación insular es a dar los pasos para la incoación de expediente porque la Ley de Patrimonio de Canarias obliga a ese paso previo, a reunir los informes suficientes. “Pero es un trámite administrativo”, aclara.
El propio Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha reprochado al Cabildo (de su mismo color político) que se pretenda renombrar al monumento. Según expresó el alcalde, José Manuel Bermúdez, en un comunicado, la escultura “es de propiedad municipal, por lo que el consistorio es el único con potestad para cambiar su nombre o resignificarlo”. Ese ayuntamiento eludió hace años responsabilidades en los tribunales por el monumento tras los requerimientos del abogado Eduardo Ranz. Entonces, alegó que estaba pendiente de un informe del Cabildo.
La presidenta de la Corporación Insular, Rosa Dávila, ha admitido que la resignificación del monumento corresponde al Ayuntamiento, pero añade que la moción que CC y PP se mantendrá y se llevará a pleno. Además, insistió en que el procedimiento para declararlo BIC puede “llevar años”. “Serán muchos los informes que se aporten, de distintas organizaciones, asociaciones, universidades, expertos en patrimonio...”, dijo en declaraciones a los periodistas. También afirmó sobre el hecho de que el Gobierno central se persone, que es una decisión “sensata”, mientras que el vicepresidente del Cabildo, Lope Afonso (PP), criticó la “celeridad” de Ángel Víctor Torres en este tema.
Los símbolos de exaltación del monumento
“100.000 personas llegadas de toda la isla canaria se concentran en Santa Cruz de Tenerife frente al monumento que conmemora la partida del generalísimo Franco cuando, capitán general de Canarias, salió de aquí para acaudillar el movimiento nacional. Esta obra original de Ábalos fue costeada por los tinerfeños por suscripción popular. En los discursos de las autoridades provinciales y del ministro de Comercio fueron glosados los episodios de aquella jornada. El acontecimiento culminó con una plural ofrenda”. Así resume el Nodo de 1966 la inauguración del monumento.
El complejo escultórico fue construido en la encrucijada de la Rambla de Santa Cruz (antigua Rambla del General Franco) y la Avenida de Francisco La Roche (antigua Avenida de Anaga) de Santa Cruz de Tenerife y carece en la actualidad de declaraciones de valor artístico. El Catálogo de Vestigios de Canarias (aprobado por la Comisión Técnica de Memoria Histórica) concluía que no es preceptiva su conservación como monumento en su conjunto, teniendo en cuenta que “es un complejo que vulnera los principios democráticos de convivencia, y contribuye a la distorsión de la verdad histórica, al tiempo que es la muestra más exacerbada de exaltación al dictador como figura mesiánica”.
La coordinadora del Catálogo y catedrática en Historia del Arte de la ULL, Maisa Navarro, explica a Canarias Ahora que entre los elementos que impiden su resignificación como plantea el Cabildo se encuentra: la base de la escultura (representación de la isla de Tenerife), el 'Dragon Rapide', avión en el que Franco voló desde Canarias a Marruecos para iniciar el golpe de Estado; la figura de Franco “como cruzado medieval”, ataviado con capa y espada, y los nueve escudos de los partidos judiciales provinciales como representación de un “apoyo legal a la Guerra Civil como justa y legal”.
En un informe anterior a este de la ULL, también coordinado por esta experta, se determinó que el monumento “es una interpretación que impone una versión distorsionada de la guerra y sus consecuencias a los vencidos y persigue la exaltación permanente de la victoria y, en este caso, una santificación de la figura del dictador”.
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