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Soria colocó a un viceconsejero de Industria para ayudar a su hermano en el concurso eólico, porque “no tenía ni idea”

El expresidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, colocó como viceconsejero de Industria en 2003 a un catedrático de ingeniería electrónica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Antonio Núñez Ordóñez, para ayudar a su hermano, el consejero Luis Soria, “porque no tenía idea de nada” relacionado con la ingeniería, las energías renovables y la potencia eólica.

Así lo ha declarado este lunes el que fuera viceconsejero de Industria durante el gobierno de CC y PP (2003-2005) que pretendió adjudicar un concurso público de asignación de potencia eólica con amaños e información privilegiada a privados, el caso eólico que se juzga estos días en la Audiencia Provincial de Las Palmas.

“Recibí una llamada de José Manuel [Soria, por entonces presidente del Cabildo de Gran Canaria] para reunirnos en el Cabildo. Allí me dijo que no iba ser consejero y que lo sería su hermano Luis, pero que me quería para que ayudase a su hermano”, explicó este lunes Núñez, en calidad de testigo propuesto por la defensa de Celso Perdomo, el ex director general de Industria y principal acusado.

“Me lo pensé unos días, le pedí [a José Manuel Soria] si podía nombrar a mi equipo y me dijo que sí, excepto al director general de Industria [Celso Perdomo], porque era un hombre de partido y ya lo había decidido” así el propio José Manuel Soria, indicó al tribunal del jurado el exviceconsejero de Industria.

Aparte de una extensa y detallada exposición del origen del concurso eólico, del que es un experto conocedor, Antonio Núñez aportó a este juicio datos de interés que contradicen el testimonio del hermano de José Manuel Soria, cuando el exconsejero Luis Soria sostuvo que no supo nada de lo que pasaba en su consejería. Es esa larga sombra de los hermanos Soria que va dejando rastros.

“Yo no supervisaba a Celso, mi función era ayudar al consejero. El consejero no tenía mucho conocimiento de todo esto, porque era economista y venía de la empresa privada”, explicó Núñez Ordóñez.

Y cuestionado sobre si sabía de los tratos de Perdomo con los empresarios a los que se les facilitó las bases del concurso antes de su publicación, como así lo han reconocido los acusados, dijo: “Celso a quien daba cuenta era al consejero. Yo tenía facultades para indicarle si algo estaba haciendo bien o mal, pero habitualmente no me llamaban a esos despachos [del consejero con sus directores generales]. Yo no autoricé a facilitar las bases a empresas antes del concurso”, sentenció.

“El consejero [Luis Soria] no nos indicó que no diéramos estas cosas a nadie, ni lo uno ni lo otro. No se trabajaba de forma secreta [en la elaboración de las bases del concurso]. La intención era beneficiar a instituciones locales y a las personas físicas que tuviesen terrenos con viento”, añadió el exviceconsejero de Industria.

De lo que sí habló extensamente Núñez fue de la existencia de hasta cuatro o cinco borradores previos a la versión definitiva de esas bases, y que aparte de técnicos y cargos políticos de la consejería dirigida por Luis Soria, quienes manejaron esos borradores fueron miembros del equipo del presidente del Gobierno, el fallecido Adán Martín Menis. “Debimos sacar esos borradores de órdenes de convocatoria del concurso a información pública, pero por las prisas, no lo hicimos”, dijo.

¿Y quiénes metían prisa? Pues precisamente el núcleo duro de Presidencia del Gobierno de Canarias: “Salvador Iglesias [jefe de Gabinete de Adán Martín] y Miguel Becerra [viceconsejero de Presidencia] intervenían con prisas, querían conocer cómo iba la preparación del concurso, e imagino que después hablarían con el presidente”, explicó Núñez. Eran la parte de CC en ese gobierno con el PP.

La defensa de Celso Perdomo renuncia a seis testigos

La defensa de Celso Perdomo renuncia a seis testigosPrecisamente el que fuera jefe del gabinete de Adán Martín, Salvador Iglesias, estuvo este lunes en la Ciudad de la Justicia, pero junto a otros seis testigos propuestos por la defensa de Celso Perdomo se limitó a escuchar a su señoría, Pedro Herrera, agradecerles su paciencia y colaboración con la Administración de Justicia, sin que llegaran a testificar al renunciar a ello Perdomo.

Además del ahora jefe de los servicios jurídicos del Parlamento de Canarias, Celso Perdomo también renunció a la testifical del que fuera presidente del Consejo de Administración de Canarias Ahora en aquella época, José Francisco Henríquez, al que el Parlamento de Canarias acusó en 2007 de ser “el cabecilla de la trama” por su militancia socialista, en una comisión de investigación amañada por los grupos parlamentarios de CC y PP, y en la que llegó a declarar José Manuel Soria.

En este juicio, la defensa de Celso Perdomo pretendió incorporar las conclusiones de esa comisión parlamentaria pactada entre CC y PP semanas antes del final de la legislatura (2003-2007), cuando ya era vox populi que nacionalistas y populares, a pesar de su ruptura de 2005, volvieran a ser aliados en el Gobierno de Canarias, como así fue en el Ejecutivo de Paulino Rivero y José Manuel Soria, hasta 2010. El presidente del tribunal no admitió la incorporación de esas conclusiones políticas.

Además, de a Salvador Iglesias y José Francisco Henríquez, la defensa del principal acusado renunció a los testimonios de un asesor de Luis Soria, José Luis Jiménez, el exconsejero del Cabildo de Tenerife Vicente Álvarez Gil, la exrectora de la Universidad de La Laguna, Marisa Tejedor, por aquella época consejera de Industria al romperse el pacto de gobierno CC-PP en 2005 y sustituir a Luis Soria, así como de Pedro Marrero y Jorge Luis de Lorenzo.

Cumplieron con el trámite de declarar suscintamente el exgerente de la Mancomunidad del Norte de Gran Canaria, José Sanabria Díaz, el ex director comercial de Endesa Canarias, José Antonio Lucendo, y por videoconferencia desde La Laguna el abogado David Pérez González.