Silvia Intxaurrondo habla sobre las verdaderas presiones, la equidistancia, y vuelve a invitar a Feijóo a RTVE

Silvia Intxaurrondo, al frente de 'La hora de La 1'

Redacción verTele

Silvia Intxaurrondo ha concedido una entrevista al diario El País para presentar su primera novela, Solas en el silencio, y aprovecha para hacer balance y opinar no sólo sobre su propia carrera y desempeño actual, sino también sobre el señalamiento contra ella desde la derecha y ultraderecha.

La presentadora de La hora de La 1, asentada como uno de los rostros referenciales de la cadena pública, habla con la periodista Eva Baroja sobre su enfrentamiento judicial con el diario El Mundo, avisando de que llegará “hasta donde sea necesario”, y ampliando a todos los “pseudomedios” que han publicado informaciones sobre ella para decirles que va a seguir trabajando igual.

Preguntada por ello, la periodista pasa de la etiqueta de “musa del sanchismo” que algunos quieren ponerle, normalizando que ella es “periodista, nada más”, y contextualizando que fuera de Madrid no hay tal polémica. También lamenta la excesiva atención a las polémicas creadas en las redes: “En vez de preguntarnos cuál es el objetivo de quienes hacen ruido, nos preguntamos por los decibelios”. E igualmente, defiende sus interrupciones para matizar la opinión de sus tertulianos: “La información es la información, y a partir de ahí que la gente opine lo que quiera”, explicando que ella también puede opinar, pero marcando esa opinión: “Con el auto de un juez o un comunicado del Gobierno o de un partido, no hay opinión posible”, sentencia.

La precariedad y las “presiones indirectas”

Es en esa parte de la charla cuando Silvia Intxaurrondo aclara si ha recibido presiones de políticos: “A mí no me ha escrito un político en su vida”, y relaciona la presión con la precariedad periodística: “El mayor ejercicio de presión no es que te escriba un político, es no tener los medios para sacar adelante una información. La precariedad es una de las armas más potentes para cortarte las alas”.

La periodista usa una expresión, “presiones indirectas”, como otra arma de presión. Y cuestionada por El País, explica: “La obligatoriedad de la equidistancia, es decir, incluir una opinión o un hecho a la misma altura que otro. Hace que la información se desvirtúe. Si un coche es rojo, es rojo. Pero si alguien dice que el coche es negro, no podemos darle voz. Están consiguiendo que nos cuestionemos la realidad que vemos. Ese es el tema”.

La relación con el PP, y la visita de Feijóo

Silvia Intxaurrondo lamenta que la dirección del PP no acepte acudir a su programa en RTVE, considerando que ejercen mal la labor para la que fueron elegidos: “Venir a un espacio de la televisión pública para dar explicaciones es su deber con los espectadores. El que no lo haga, incumple su función”, afirma.

Y sobre una posible nueva visita de Feijóo a La hora de La 1, después de que la presentadora le replicase en directo para demostrar que mentía, lo que inició una campaña del PP contra ella por la que fue defendida por periodistas de todas las cadenas, aclara que ella estaría encantada: “Está invitadísimo, de verdad. Me encantaría que volviera”.

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