Las Palmas y Alavés abrirán este viernes la jornada 28 de LaLiga EA Sports en un partido clave para ambos equipos, en zona de descenso y rivales directos por la permanencia, en el que además el entrenador local, Diego Martínez, parece que se juega su futuro.
Ambos conjuntos se han acostumbrado a jugarse un puesto en Primera División en las últimas temporadas. Fueron rival directos para ascender -al final lo consiguieron los dos, por vías distintas- y también pugnaron por la permanencia la temporada pasada, que finalmente lograron. Ahora se vuelven a medir en Gran Canaria, aunque esta vez, suceda lo que suceda, tendrán después diez partidos más.
El equipo amarillo no ha ganado aún en 2025 y es el peor de toda la competición en las últimas nueve jornadas disputadas, con solo dos puntos sumados, unos guarismos que incluso empeoran los que motivaron el despido del técnico catalán Luis Carrión en el primer tramo de la temporada.
La derrota del pasado domingo ante el Betis (1-0) ha dejado a Martínez en una situación límite, y únicamente la cercanía del partido ante el Alavés, que solo ha podido preparar con tres entrenamientos, le otorga una última oportunidad de enderezar el rumbo.
Después de jugar contra el equipo vitoriano y tras el parón de selecciones, Las Palmas ya no volverá a hacerlo hasta el próximo día 31 ante el Celta en Balaídos, lo que daría margen suficiente para la llegada de su hipotético sucesor y que comenzase a trabajar de cara al tramo final de temporada.
El equipo amarillo no podrá contar por sanción con el lateral derecho Viti Rozada y el centrocampista Dário Essugo, dos titulares habituales, pero recuperará a otros dos jugadores imprescindibles para Diego Martínez, como el central Scott McKenna y el atacante Alberto Moleiro, mientras que recupera al central Mika Mármol tras torcedura del tobillo izquierdo que le hizo perderse la visita al Betis.
Los vitorianos visitan a un rival directo después cosechar su primera victoria en casa desde la llegada de Eduardo Coudet y tras cuatro meses sin hacerlo.
El triunfo ante el Villarreal ha abierto una nueva realidad en los albiazules, que han recibido un chute de energía importante antes de un enfrentamiento crucial para la permanencia.
El agónico triunfo como locales da paso a una nueva visita en las que el Alavés se siente cómodo.
De hecho, con Coudet al frente, el Glorioso solo ha perdido un partido lejos de Vitoria, ante el Barcelona por 1-0.
El argentino está obligado a cambiar de planes para este encuentro debido a las sanciones y las lesiones.
El primero en dejar su hueco será el portero Antonio Sivera que continúa de baja tras el fuerte choque con Ayoze y tampoco podrá está por sanción.
Esto implica que el ‘Chacho’ deberá elegir entre Jesús Owono, que no se encuentran al 100 % tras un esguince de rodilla, y Adrián Rodríguez, portero del equipo filial que debutó la pasada jornada con 45 minutos.
Presumiblemente, Antonio Blanco tampoco estará disponible tras ser expulsado por doble amarillo ante el Villarreal, aunque el club ha apelado la resolución inicial a su recurso.
Y lo mismo ocurre con Moussa Diarra, que deberá cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas amarillas.
En cambio, es probable que Carlos Protesoni y Hugo Novoa entren en convocatoria después de varias jornadas en el dique seco
A pesar de todo, Coudet no variará mucho su once , más allá de los cambios obligados.