Los Indianos esquivan la lluvia y desembarcan en Santa Cruz de La Palma

Miles de indianos han desembarcado en Santa Cruz de La Palma este lunes de carnaval para hacer gala de las riquezas conseguidas al otro lado del océano Atlántico, y lo han hecho tras evitar la tormenta que desde hace días se pronosticaba para el día grande del carnaval palmero.

Con un sol radiante, pero nieve en las cumbres de La Palma, la incombustible Negra Tomasa (Víctor Díaz, “Sosó”, de 84 años) ha llegado al puerto de Santa Cruz de La Palma a las diez de la mañana, donde autoridades insulares e Indianos madrugadores la han recibido al ritmo de la Conga de la Negra.

La Negra Tomasa ha desembarcado frente a una multitud de indianos que la han recibido antes con móviles en alto y pidiendo una foto que con el bote de polvos de talco, o el mojito, al que otros años ha estado más acostumbrada.

Mientras tanto, La Plaza de España de Santa Cruz de La Palma esperaba con aforo completo, de unas 1.560 personas según la Policía Nacional, la llegada del personaje más célebre de Los Indianos al ritmo de música cubana y envueltos en una nube de polvos de talco.

Los indianos más previsores que desembarcaron con paraguas han hecho de la necesidad virtud, y los han convertido en parasoles, o como cobertura para los polvos de talco mientras las nubes de tormenta continúan evitando la capital palmera.

Por vía marítima, más de 20.000 indianos han alcanzado el puerto palmero durante los días previos, o en la mañana de este lunes de carnaval, a los que se suman las constantes guaguas que transportan a más indianos en grupos de 70 personas.

A medida que avanza la jornada, la fiesta sigue inundando cada rincón de Santa Cruz de La Palma, con la música cubana marcando el compás de un día donde la alegría y la tradición superan cualquier pronóstico meteorológico.

Entre risas, polvos de talco y ritmos caribeños, Los Indianos reafirman su lugar como el evento más emblemático del carnaval palmero, demostrando una vez más que ni la lluvia, ni el paso del tiempo, pueden eclipsar su esencia festiva.