Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La justicia investigará si la pareja de Ayuso sobornó a un directivo de Quirón
Una casa al otro lado del muro: Omar, el palestino que venció a la ocupación israelí
OPINIÓN | 'Alberto Quirón, ese chico del montón', por Esther Palomera

Murcia, entre el meme y el escarnio: “Solo salimos en la tele cuando ocurre un hecho macabro o cuando pasa algo estúpido”

Murcia, entre el meme y el escarnio

Aldo Conway

1

“Murcia no existe”, repiten las voces. Y de tanto negarla, la han inventado. La Región vive en los pliegues, siempre difusos, entre el meme y el escarnio, hasta el punto de convertirse la murcianidad en –casi– una unidad de medida para la necedad, para lo brusco o para lo zafio y en un pivote geográfico del humor patrio. 

La imagen de Murcia en el imaginario popular español se ha forjado a partir de una tradición de sátira y exageración que trasciende la geografía real de la Región. Con el tiempo, la murcianidad se ha convertido en un lienzo en el que se proyectan tanto el ingenio como el absurdo, transformando sus peculiaridades en símbolos de lo exótico y lo inesperado. Así, entre memes virales y chascarrillos en tertulias, Murcia se erige como un referente que permite a la gente explorar—y reírse— de las diferencias regionales, creando un híbrido entre realidad y mito que enriquece el humor nacional.

El estereotipo murciano, explica el investigador en Comunicación Audiovisual Antonio Rivera, “se ha configurado a lo largo de varias décadas mediante una transformación mediática progresiva”. Según ha explicado a elDiario.es, ya existían en el imaginario colectivo ideas denigrantes –como la supuesta asociación entre murcianos y delincuencia– que con el advenimiento de nuevos medios, en especial a partir de 2000, fueron reforzadas y amplificadas.

“En concreto [a quien se expuso mediáticamente fue a] la clase obrera murciana y sobre todo del lumpen murciano, no de las clases altas, ni mucho menos, a pesar de que las clases altas murcianas dan para chiste y caricatura muchísimo más que los otros”, expone. 

La irrupción de plataformas digitales y la crisis financiera contribuyeron a cristalizar estos estereotipos a través de formatos televisivos y, posteriormente, de contenidos virales en internet, lo que facilitó la “alienación” del personaje murciano de su compleja realidad social.

También revela una doble función del humor: por un lado, actúa como instrumento de exclusión al reproducir clichés profundamente clasistas, y por otro, ofrece la posibilidad de resignificar la identidad cultural. No en vano, diferentes cuentas de memes, sobre todo próximas al humor postirónico, han reivindicado la murcianidad a través de la historia del Cantón de Cartagena y, sobre todo, de la figura de Antonete Gálvez, el labrador y revolucionario emblema del republicanismo federal español y murciano, utilizando su imagen como foto de perfil.

“Yo viví”, afirma Rivera, “simultáneamente, la realidad de hacer vida en el Espinardo de los 2000, que tenía y tiene una realidad compleja y atravesada por muchas variables, y al mismo tiempo el bombardeo mediático de imágenes que reflejaban lo contrario de las personas que vivían allí. Veo cierta conexión con el hecho de que hemos tenido a nivel regional una industria audiovisual que no exporta productos de otro tipo. Prácticamente nadie recuerda imágenes generadas en Murcia en los últimos veinte años que no sean las imágenes de la espectacularización clasista de la pobreza, que llegaron a las televisiones de toda España a través de productos como Callejeros”.

'Murcia, qué hermosa eres'

La humorista murciana Raquel Sastre también apunta a la televisión como parte indispensable de este proceso, pero pone el énfasis en el extinto programa 'Murcia, qué hermosa eres'. Aquellas galas, que seguían –o trataban de seguir– la fórmula televisiva de José Luis Moreno, formaron parte de un plan de las autoridades regionales para promocionar la Comunidad Autónoma.

El problema es que la estética de casino, los constantes mítines y el playback fastuoso de los artistas que acudían a tocar contribuyeron a que, la expresión “Murcia, qué hermosa eres”, se acabase popularizando para hacer referencia a esa Murcia que enseñaron. Caspa mata relato.

También señala que aquellas galas tenían “una atmósfera impregnada de un aire kitsch –incluso hortera– que contrasta con la imagen de una Murcia ”no casposa“ en el imaginario popular.” Según Sastre, esta percepción se fusionó con los chistes de épocas pasadas, lo que facilitó que se estableciera a Murcia como la “nueva Lepe”.

Además, destaca que mientras en Lepe existieron humoristas que popularizaron estos chascarrillos, en lugares como Albacete no se contó con esa presencia mediática constante: “Allí estaban los chanantes, pero son muy cabrones y prefirieron hacer chistes de Murcia [se ríe]. Pero la tele hace mucho. El cómico Chema Ruiz tiene un chiste que va de un reportero que busca murcianos para que salgan en los informativos, pero solo elige a los que son ininteligibles. Y a Murcia le ocurre también como a otros tantos sitios, que solo salen en la tele cuando ocurre un hecho macabro o cuando pasa un hecho estúpido”.

“Nos tomamos bien las bromas”

El periódico satírico digital El Mundo Today ha creado todo un género humorístico en torno a la ficcionalización de Murcia mediante noticias rocambolescas que incrementan el contraste de la Región con el resto del país. A través de un humor que raya en lo absurdo, sus artículos son buena muestra de cómo la Comunidad se transforma en el escenario perfecto para situaciones exageradas: desde murcianos que lo son, pero no lo saben, hasta la presentación del fuego en la Mobile World Congress.

Cuenta el cómico murciano Pedro Ángel Roca a elDiario.es que en los clubes de comedia los chistes sobre Murcia no tienen ya el mismo impacto que antes: “Ya no sorprende tanto. El impacto que han tenido grupos como Viva Suecia o Arde Bogotá en los últimos años, Carlos Alcaraz... ahora la gente conoce muchas más cosas de Murcia y es tendencia. También influye nuestro carácter, nosotros nos tomamos muy bien las bromas que se hacen sobre nosotros, y además solemos caerle en gracia a la gente.”

Mozo Yefímovich tiene un canal de YouTube en el que analiza el ecosistema de Internet, las redes sociales y los fenómenos que ocurren dentro; en uno de sus vídeos más recientes explora el papel de los lolcows. Un lolcow es la forma de definir a esos personajes que se vuelven virales por la extrañeza que generan; Yefímovich lo traduce al castellano como hazmerreír. Siguiendo el hilo de Sastre, el casting murciano de personajes tocados por la varita de la tele, ha generado figuras a través de las cuales, el resto de España ha visto a la Región. Demasiados embajadores no solicitados.

Yefímovich, a la cuestión sobre el porqué se ha puesto la diana en la Región de Murcia, afirma que [aunque ya viniera de largo], el programa de La Vida Moderna (LVM) de La SER tuvo mucha influencia.

“Lo que estamos viviendo hoy en día con [el fenómeno de] La Revuelta y con lo que antes fue La Resistencia, tiene su génesis en LVM. Hay muchísimas expresiones que ya hemos naturalizado que vienen de allí. Crearon un lenguaje propio que ha trascendido. La tónica era hacer cánticos sobre casi todo, y la repetición constante de eslóganes hacía que ciertas ideas se asentasen muy fácilmente. Así se viralizaba: se convertía en una muletilla de tu día a día y la acababas usando en tu grupo de amigos. [En LVM] fue el primer lugar en el que yo recuerdo que se hiciesen bromas sobre Murcia recurrentemente”.

Talento desaprovechado

También señala que hacer chistes sobre según qué regiones tiene una significación particular, y cree que los lugares que tienen un recorrido previo en el imaginario colectivo [los tópicos sobre los catalanes, o los chistes sobre andaluces], tienen un matiz distinto. “De alguna manera, es como meterse con la nada”.

La socióloga Cristina Guirao, por su parte, vuelca la responsabilidad en las autoridades regionales, y en la falta de inversión cultural, en la promoción de actividades más allá de los festivales de música y cree que el panorama es “desalentador”.

Guirao argumenta que “hay mucho talento en la Región que ni se aprovecha ni se publicita”, y da lugar a una proyección descompensada de la realidad. Esta visión de Guirao cataliza bien lo que cuenta Mozo Yefímovich: Murcia se conoce poco, y cuando uno no cuenta su historia los demás se la inventan por él.

La construcción humorística de lo murciano evidencia una estrategia de resignificación cultural. Al transformarse en un referente cómico, la Región se convierte en un espejo donde se reflejan las contradicciones del imaginario popular: por un lado, se celebra la autenticidad de sus tradiciones y peculiaridades; por otro, se exageran sus rasgos hasta casi caricaturizarlos. 

Este doble juego—entre autocrítica y externalización de prejuicios—revela cómo el humor actúa como puente para transitar entre la realidad y la ficción, permitiendo a la gente de Murcia reivindicar su identidad y a la sociedad española reexaminar sus propias ideas sobre lo “otro”.

Por ser de la capital no estás libre de ser un paleto

Muchos murcianos han experimentado en carne propia la extrañeza de los foráneos –o sea, de todos los demás– al encontrarse a un “murciano normal”. Adrián, profesor de lengua en Madrid desde 2019, cuenta entre carcajadas que él fue el primer murciano que conoció su novia: “No me preguntó de dónde era hasta la segunda o la tercera cita, porque no tengo mucho acento. La tía flipó y de verdad creía que hablábamos como esos que salen por la tele. Luego, claro, conocer a sus amigos y las típicas bromas de que si uso muy bien los cubiertos o que si he descubierto ya cómo funciona la luz del pasillo. A mí me hace gracia que gente de ciudad piense que solo por ser de la capital está libre de ser un paleto”.

“También saltan mucho con lo de que Murcia es facha”. Comenta Marina, enfermera residente en Barcelona y nacida en Puente Tocinos. “Pues no sé. Sí, supongo. Pero tú eres de Valladolid, tápate un poco”.

Etiquetas
stats