Elecciones ULPGC

Lluís Serra, candidato a rector de la ULPGC: “Queremos consolidar el trabajo que empezamos hace cuatro años”

Lluís Serra es catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, y actual rector de la ULPGC. Asegura que entre las razones que le llevan a volver a presentarse como candidato en las elecciones del próximo 5 de diciembre es que quiere “consolidar” el trabajo que su equipo empezó. “Hace cuatro años encontramos algo muy distinto a lo que tenemos ahora. Y gracias a un equipo magnífico, hemos podido hacer grandes progresos en la gobernanza de esta universidad. En aspectos que afectan a los estudiantes, al PDI (Personal Docente Investigador)... Aspectos relacionados con la plantilla, por supuesto a las estructuras, los campus...” En este sentido, añade que “uno se da cuenta de que con cuatro años no es suficiente para consolidar. Pero también somos conscientes de que tenemos que terminar, por tanto, este trabajo y, en cierto modo, poder presentar la obra completa como nosotros pensamos que tiene que estar”, asegura. 

Tenemos el riesgo de retroceder

Su equipo ha explicado que el 80% de los objetivos que se marcaron hace cuatro años están ejecutados, y que otros proyectos se están ejecutando. Preguntado en una entrevista con Canarias Ahora sobre qué retos quedan pendientes, señala que son desafíos muy relacionados con la parte más de campus, de vida académica, de sostenibilidad, que no han acabado de cumplirse. “Nosotros somos conscientes de que no es fácil mover una institución así. Y los recursos tampoco han sido todos los que nosotros queríamos”. “Pero aun así he luchado mucho, tanto con el Gobierno actual como con el anterior, para tener unos presupuestos adecuados que nos permitan seguir adelante con nuestra tarea. Y estamos en un momento en el cual gestionar esta administración no es tarea fácil. O sea, no lo puede hacer cualquier persona. Se requiere personas con un profundo conocimiento de la institución. Y por ello queremos persistir en estos avances porque tenemos el riesgo de retroceder”, subraya. 

En cuanto a los presupuestos de este año remarca que ha hablado con la consejera de Universidades, Ciencia, Innovación y Cultura, Migdalia Machín, que le ha dado esperanza. También asegura que ha hablado con la consejera de Hacienda, Matilde Asián y con el presidente, Fernando Clavijo. “Esto la verdad que nos ayudaría a gestionar la universidad con una cierta holgura. Somos una institución que está realizando una misión social muy importante. Yo siempre considero que la universidad es una gran inversión, no es un gasto. Porque lo que invertimos en la universidad se multiplica en talento, en investigación, en transferencia. Y, por tanto, está demostrado.”

“Además, hay un informe muy reciente del Ministerio de Universidades que dice que las universidades canarias han contribuido en un 13% en la creación del nuevo empleo. Y es un empleo de calidad, un empleo diversificado, un empleo distinto. Por tanto, yo pienso que hay que tratar mejor a las universidades”, sostiene. 

En la Ley de Ordenación del Sistema Universitario se establece que para 2030, las universidades deberán recibir como financiación el 1% del PIB. Serra señala que, si esto se cumple “nosotros tendríamos que recibir en el año 2030, 80 millones más. Si ahora estamos recibiendo del Gobierno unos 130 millones, estaríamos hablando por lo menos de 210 millones para la ULPGC. Es una diferencia y es más, si nos dan 80 millones más, esto va como un tiro. Tendríamos recursos para todo lo que necesitamos y realmente podríamos ampliar el número de títulos, el número de profesorado, reformaríamos las infraestructuras… Esto sería una inyección importantísima. Pero bueno, aunque no sean 80, si por lo menos fuera la mitad, en un plazo razonable, pues nos cubriría las necesidades y nos permitiría hacer cosas. Además de pagar las nóminas y organizar los cursos y los proyectos de investigación”, resume.

Serra añade que la universidad capta recursos. “Y en los últimos cuatro años hemos multiplicado por dos la captación de recursos, digamos, de excelencia, de calidad, por ejemplo, de convocatorias europeas. Pero el dinero que captamos no es para pagar la enseñanza, sino que es para investigar. Y tenemos que invertir en los proyectos de investigación. Es finalista la inversión que recibimos. Y por tanto, no sirve para tapar agujeros”, aclara. 

Sobre las novedades de su programa destaca que se centra en cinco grandes ejes. “Uno es las personas, que están en el centro de nuestro programa: los estudiantes, el personal docente, investigador, el personal técnico de Administración y Servicios, el PTGAS (Personal Técnico, de Gestión, y de Administración y Servicios, y de gestión). Y también las sociedades están en el centro. Luego está otro gran eje, que es el bienestar. Tenemos que trabajar para que esta comunidad tenga una buena salud física y mental. Que haya un bienestar, que haya una buena comunicación entre sus miembros. Luego está la oferta académica, que tenemos que reforzarla”, apunta. 

Yo creo que estamos mucho más cerca de la sociedad que hace cuatro años

Otro eje que menciona es la proyección de la universidad, que cree que en esto “ha sido importante el paso que hemos dado en los últimos años”. Y luego, “la financiación y la gestión de la misma, que es un tema muy importante”, añade. “Yo creo que estamos mucho más cerca de la sociedad que hace cuatro años, muchísimo más. Y hemos sido capaces también de mejorar la investigación, hemos mejorado un poco algunas infraestructuras, mucho menos de lo que quisiéramos. Y hemos avanzado en elementos básicos como son la transparencia. Nosotros llegamos y la transparencia aquí no llegaba al 3, ahora tenemos un 10. Y luego yo creo que la imagen institucional de cara afuera también la hemos mejorado, remarca. 

Vamos como novedad a crear la casa del estudiante

En relación a los estudiantes subraya que se ha trabajado “mucho” en la parte de mentoría. “La LOSU nos lo imponía y nosotros un año y medio antes ya lo estábamos haciendo. Tenemos que facilitar espacios de estudio con un horario extendido. Vamos como novedad a crear la casa del estudiante dentro de una casa antigua del campus”. “La vamos a restaurar y a ceder a los estudiantes para que tengan su espacio propio. También haremos un plan de capacitación, actividades de dinamización justamente para que los impliquen más. Y activar los campus”. En este punto insiste en que no quiere que le consideren “frívolo” pero que “una fiesta en el campus como la Campus Fest, hace 14 años que no se hacía, se acaba de hacer hace un par de meses y la queremos seguir haciendo”. 

Sobre el personal docente e investigador, destaca que “lógicamente, tenemos que adaptar la RPT a las necesidades actuales. Establecer criterios objetivos y transparentes de promoción. Y seguir con la convocatoria de las plazas de ayudante doctor que tenemos ahora. Que no se pueden parar, porque si paras en este proceso también podríamos ponerlas en peligro. Estamos en un momento muy complejo”, apunta. 

Para crecer en Fuerteventura y Lanzarote necesitamos del apoyo de los cabildos

Sobre la falta de profesorado y otras carencias que afectan sobre todo a facultades de Lanzarote y Fuerteventura, destaca que su compromiso con esas islas es tal que las ha visitado numerosas veces en su mandato. “Hemos recuperado unos espacios en Lanzarote que incorporaremos a toda nuestra estructura, digamos tanto del grado en Turismo como del grado en Enfermería”, afirma. “Y luego tenemos también en Fuerteventura un edificio que está empezando a construirse donde nos ubicaremos en el contexto del Parque Científico y Tecnológico de Fuerteventura”, explica. 

“Nosotros para crecer, tanto en Lanzarote como en Fuerteventura, necesitamos un apoyo decidido del Cabildo porque no tenemos recursos. Y, por tanto, si nosotros pudiéramos recibir el equivalente de lo que recibimos del Cabildo de Gran Canaria aquí, que nos apoya en áreas fundamentales como es la transición energética o aspectos ligados a nuestra gestión del campus, procesos participativos o reforma de infraestructuras… Si tuviéramos partidas equivalentes en las otras islas no capitalinas, realmente podríamos mejorar mucho nuestra presencia”, asegura. 

No obstante, asegura que se ha trabajado en cuestiones como la contratación. “Con bolsas de sustitución, pues hemos hecho bolsas de trabajo específicas para Fuerteventura y para Lanzarote. Porque antes ¿qué nos pasaba? Sacamos una plaza, por ejemplo, para Enfermería y ponía: destino Lanzarote. Y claro, la persona ganaba la plaza, se iba y luego la dejaba y se volvía para acá (Gran Canaria). Y pedía un traslado a otra plaza dentro de la estructura. Por tanto, estamos haciendo un trabajo importante con el Servicio Canario de Salud para captar profesionales de enfermería y otras especialidades médicas para la docencia teórico-práctica en enfermería en ambos”. 

El catedrático asegura que se han realizado otras iniciativas “muy interesantes en los últimos meses y queremos potenciar, como por ejemplo, que los estudiantes de Medicina de Las Palmas puedan hacer el rotatorio el último año en Lanzarote”. Esto cree que permitirá “acercar a los profesionales de la ULPGC a las islas no capitalinas. Esto es muy importante para luego que puedan plantearse ir a trabajar allí”, apunta.

Hemos hecho obras para mitigar el efecto del cambio climático

Serra explica que los fondos Next Generation se han usado sobre todo para digitalización y que del FDCAM sí que se han utilizado para infraestructuras. “Estamos rehabilitando toda la escuela de informática, con un presupuesto de casi 4 millones de euros. Y muchos otros edificios, en Ciencias de la Salud, en Veterinaria hemos hecho muchas acciones también. Hemos hecho obras también para mitigar el efecto del cambio climático, el calor, mediante pérgolas, medidas de barreras...”, enumera. 

El candidato a rector asegura que gracias al Cabildo de Gran Canaria se contará con otra fuente de financiación por sus remanentes, que “nos va a permitir instalar una estación fotovoltaica en el campus de Tafira que nos va a generar más del 50% de la energía de consumo. También, dentro del campus, gracias a este recurso del Cabildo de Gran Canaria estamos haciendo refugios bioclimáticos”, asegura. “Tenemos un campus extraordinario con un palmeral único”, recuerda. 

Sobre la proliferación de universidades privadas en Canarias, incide en que en Canarias, el 80% de los egresados de grado son de universidades públicas. Y de Máster, cerca del 70%. De doctorado, el 100% son de universidades públicas. “¿Qué quiero decir con esto? Que hay algunas cosas, másteres cortos de duración, pues que a lo mejor las universidades privadas pueden hacer. Pero realmente, las maestrías más complejas, como de computación o ingeniería de caminos, son mucho más difíciles de hacer en una universidad privada. Por lo menos hacerlo bien. Nosotros lo que queremos es que se les evalúe, igual que a nosotros”, indica.

“Creemos totalmente en la libre competencia. También sabemos que nosotros estamos haciendo un servicio importante, porque generalmente, en Canarias, la gente que tiene recursos suele ir a estudiar fuera. O sea, tienen más problemas en la universidad privada para encontrar un grupo suficiente que nosotros”, añade. 

En cuanto a la desigualdad social en la ULPGC, subraya que “una de nuestras políticas importantes es, dentro de lo que llamamos el bienestar integral, hacer un entorno inclusivo que incluya políticas de inclusión y programas de cooperación familiar y también un programa especial para profesorado, jubilado y emérito. No queremos perder a nuestros mayores, queremos retenerlos y que formen parte también de la comunidad universitaria”.

Sobre la brecha de género en la universidad, apunta que su equipo es “muy paritario”: “Si excluimos al gerente, que no es universitario, tenemos cinco mujeres y cinco hombres”. Insiste en que “de las cinco mujeres, tres son catedráticas, y de los hombres también tres son catedráticos. Además, de las profesoras titulares hay dos que están habilitadas a catedráticas, o sea, que en total nuestro equipo tiene cinco mujeres catedráticas o habilitadas a catedráticas y 3 catedráticos o habilitados, que es un equipo con una experiencia docente y de gestión y que, desde luego, en ningún otro equipo existen más de dos catedráticos. Por tanto, yo creo que esto es también importante, y esta paridad tan matemática entre yo pienso que también es positiva”, afirma. 

También menciona que en este mandato se han nombrado once mujeres ‘honoris causa’, lo que ayuda a reducir la brecha de género en la universidad. “Desde marzo de este año hasta ahora, en las universidades españolas se están nombrando muchas mujeres ‘honoris causa’, pero ha tenido un impacto también fuera de estas fronteras. Se conoce como una acción sencilla de hacer, pero que cambia las cosas. Yo creo que los rectores y los equipos estamos para eso. En el momento en que podamos establecer golpes de timón importantes, aunque pueden ser criticados, hay que darlos porque cambian mucho la percepción de la gente. Once mujeres con unos currículos extraordinarios que no es que hubieran sido silenciadas, pero que nunca habían sido premiadas”. En este punto, añade que “hay un antes y un después. Y, desde luego, no vamos a permitir que haya una disparidad. Si esto cambiara en el futuro, nos exigiríamos que se rectificara”. 

En materia de igualdad hace alusión a los premios de TFG a la Igualdad, los premios de final de máster o que la Unidad de Igualdad ha sacado un nuevo plan. “Hemos trabajado muy bien con un proyecto europeo que se llama Atenas, que nos ha permitido trabajar con distintas universidades y nos ha permitido comparar nuestro plan de igualdad con otros. Es una cosa muy, muy enriquecedora”.

Preguntado sobre políticas de conciliación, remarca que se ha instalado el teletrabajo en el PTGAS “que tiene el derecho a compaginarlo con la actividad presencial, y seguramente tendemos a un modelo de docencia en el cual el teletrabajo y la teleformación formarán parte del día a día, es decir, no será necesario que los estudiantes vengan, ni siquiera los docentes todos los días a trabaja. Esto no está en el programa, pero es la idea de una universidad de futuro, una universidad donde la formación híbrida tenga un papel más importante”. 

“Necesitamos planes más flexibles por parte del Ministerio, porque si no, no podemos ajustarnos y no podemos hacer lo que normalmente nos gustaría, pero es evidente que la teleformación y el teletrabajo tienen que ser protagonistas en la universidad, y el estudiante tiene que estar muy bien mentorizado, muy bien tutorizado, pero no tiene por qué estar aguantando en una clase la lección de un profesor como si estuviéramos en el siglo XX o en el siglo XIX. Las cosas han cambiado, la tecnología ha cambiado y tenemos que ir adaptándonos”, sostiene. 

Otra de las cuestiones que menciona es que se ha trabajado con organizaciones empresariales y se han sacado adelante proyectos de emprendeduría y menciona el programa Spinoff o la Patents Week, que es una semana en la que se enseña a desarrollar una patente. “Todo esto lo hemos hecho en el Parque Científico con gran éxito”, asegura. “En estos últimos tres años hemos generado 14 empresas y la idea es que para los próximos seis años podamos generar tres o cuatro veces más. Es decir, un volumen importante de empresas y crear un entorno de transferencia y de innovación ligado a la universidad que atraiga a otras empresas de otros países y otras que en definitiva encuentren aquí un espacio de talento y de creatividad”, resalta. 

Serra también se enorgullece de que el programa Erasmus haya dado “un salto importante”, pues, “ahora estamos con cifras de 1.600 estudiantes intercambios”. “Yo me imagino nuestra ULPGC todavía con más intercambio, con más estudiantes extranjeros y posiblemente con más estudiantes del continente africano”, apunta. 

El papel de la universidad ante la situación de Palestina

“Nosotros tenemos que tener un papel digamos bastante imparcial pero tenemos que denunciar cuando ocurren cosas injustas en el planeta. Yo voy a recibir un día de estos al embajador palestino y creo que debemos de promover la paz y a la vez la libertad de estudio y de cátedra. No podemos ir tampoco contra todo lo que sea Israel porque al fin y al cabo si hay una persona que tiene un origen israelí que está trabajando en esta universidad, que no es el caso, no hay que estigmatizar porque las personas estamos por encima de los políticos y los pueblos están por encima de los políticos. Ni todos los americanos son Donald Trump por muchos que lo voten ni todos los israelíes son Netanyahu por mucho que lo voten. Los ciudadanos están más allá. Pero tenemos que estar con los más desfavorecidos siempre, con los oprimidos y con los que sufren”, resume.