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Puertito de Adeje

Cómo un aficionado a la arqueología y una cabrita logran parar las obras de un proyecto turístico de 350 millones en Tenerife

Dácil Jiménez

30 de junio de 2022 22:47 h

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Los promotores del macroproyecto turístico Cuna del Alma en el Puertito de Adeje, en el sur de Tenerife, han continuado este miércoles con las obras para urbanizar 430.000 metros cuadrados de un barranco y una de las pocas playas de la isla que han logrado mantenerse fuera del alcance del turismo masivo. Los trabajos, cuyo coste total supera los 350 millones de euros, prosiguen en el 98% de la parcela, pero en el 2% restante están detenidos por orden de la Dirección de Planificación del Territorio y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, que comprobó en dos inspecciones a la zona que los trabajos han destruido parte de unos restos arqueológicos.

Cuna del Alma prevé la construcción de más de 400 villas de lujo, hoteles, restaurantes, piscinas, beach clubs, spa y otras infraestructuras como un huerto de 20.000 metros junto al Sitio de Interés Científico de la Reserva Natural Protegida de Adeje. Además, la playa se encuentra en una franja marina protegida, la Zona de Especial Conservación Teno-Rasca, con una biodiversidad marina muy rica, especialmente en cetáceos. Detrás de este macroproyecto hay dos familias inversoras belgas (Vandermarliere y Van Biervliet) con “una fuerte cartera de proyectos inmobiliarios, tanto en Bélgica como a nivel internacional”, según destacó el grupo el día en que se escenificó el inicio de las obras (aunque los trabajos llevaban ya tiempo ejecutándose) a comienzos del mes de mayo.

Sixto Domingo García es el presidente de la Asociación Patrimonial Tegüico, la que puso la denuncia que ha conllevado la paralización cautelar de las obras de Cuna del Alma. Explica a este periódico que encontró unos restos “por casualidad”. Fue el pasado 14 de mayo, día en que se celebró una asamblea ciudadana en la playa del Puertito para protestar contra el macroproyecto turístico. Al término de la misma, a la que acudieron unas 500 personas, decidió pasear por los riscos cercanos a la playa con su mascota, “una cabrita huérfana”.

En mitad del árido paisaje de rocas amarillas y cardones, localizó un yacimiento “a simple vista”, en la superficie. “Entonces me preocupé”, comenta, porque era muy fácil verlos pero nadie parecía haberse percatado de su presencia, o se habían ignorado. Llevarán allí varios siglos, al descubierto, al alcance de cualquiera. El equipo que compone la Asociación Patrimonial Tegüico realizó entonces un informe “pequeño, humilde”, explica Sixto, sin ninguna prospección en el terreno porque “todo estaba a la vista”. Luego lo presentó al Cabildo, que ordenó paralizar cautelarmente los trabajos.

Sin embargo, Sixto no sabe exactamente qué es lo que las obras han destruido porque el Cabildo de Tenerife no ha facilitado esa información y Patrimonio del Gobierno de Canarias aún no ha recibido el expediente por parte de la corporación insular. Una vez lleguen esos documentos, explican fuentes de la Alta Inspección de Patrimonio del Ejecutivo regional, habrá que “revisar los términos de los mismos, toda la información remitida y realizar una inspección al lugar”. Una vez allí, “habrá que comprobar y valorar el daño causado”. Si procede, se tramitaría una infracción, que puede ser grave o muy grave. “Todo resto arqueológico es muy importante”, destacan las mismas fuentes. Para proseguir las obras allí tiene que haber un arqueólogo contratado por la empresa promotora, explican, con el objetivo de supervisar que no se dañe nada más y, en caso de aparecer nuevos restos, paralizar los trabajos inmediatamente o exponerse a una sanción.

“Nosotros sabemos que hay bastantes yacimientos arqueológicos en esa zona”, insiste el presidente de Tegüico. En toda la zona sur de la isla, pero especialmente donde se ubicará Cuna del Alma, hay restos como grabados en piedra, estructuras como fondos de cabaña y material en superficie, como pueda ser cerámica, concheros u obsidiana, explica. Sobre la relevancia de estos vestigios, es tajante: “Para nosotros cualquier cosa del mundo guanche es fantástica”. Por eso, dice no entender que quien realizó la inspección inicial “no tuviera en cuenta este hallazgo”.

Sixto, que se define como un aficionado a la arqueología y un apasionado de la “cultura milenaria que habitó las islas”, opina que “no se puede hablar de sostenibilidad destruyendo el patrimonio de todos, soterrando un grabado, trasladándolo o destrozándolo”. Además, considera un grave error que no se tengan actualizados los catálogos de patrimonio de cada municipio, obligatorios por ley desde 2019. Considera que no habría que esperar a que por realizar unas obras se descubran nuevos yacimientos, sino emprender nuevas prospecciones en la isla para actualizar los catálogos y ser “muy minuciosos en este tema” cuando se vaya a recalificar un terreno: “Hubo una cultura que vivió aquí, en todos los rincones de la isla”, comenta. Por eso, la asociación defiende que se refuerce la plantilla de técnicos de Patrimonio tanto en el Cabildo como en el Gobierno de Canarias. Así “se evitarían estos problemas”.

El presidente de Tegüico lamenta que no se le dé más importancia a la arqueología en la isla de Tenerife. La asociación, añade, está “aunando fuerzas con otros colectivos para acabar con el saqueo de un patrimonio tan rico como es el guanche”. La arqueología, afirma, “es un gran valor pero mucha gente cree que se puede pasar por encima. Deberíamos hacer como hacen en otras partes del mundo, que es valorar su patrimonio”.

Sin catálogo de restos arqueológicos

Estos vestigios no están inventariados ni recogidos en ningún documento oficial. El Ayuntamiento de Adeje no dispone aún del Catálogo Municipal de Bienes Patrimoniales Culturales, algo obligatorio según la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, de 2019. Dicha ley dio tres años a las administraciones locales para confeccionar el documento, plazo que venció el pasado 13 de junio.

Ante el previsible incumplimiento de lo que obliga la ley, Unidas Podemos Adeje solicitó en un pleno municipal el pasado mes de mayo la elaboración de este documento con carácter de urgencia. La moción fue rechazada. En el debate, el Ayuntamiento alegó que lo que existe es un “inventario” que está en poder de los técnicos de Urbanismo y de Patrimonio en el que se recogen los bienes inmuebles de carácter arqueológico y etnográfico del municipio. “Cuando el personal o los técnicos de Urbanismo tienen que dar una licencia (...) piden ese informe a Patrimonio y se valora”, explicó entonces Juan Desiderio Afonso, concejal de Patrimonio Histórico-Artístico. Consultado por este periódico, el Ayuntamiento afirma que se encuentra en estos momentos “en el proceso de elaboración del proyecto del catálogo arqueológico y elementos patrimoniales, tanto por parte de la empresa que está redactando el Plan General de Ordenación Urbanística como a nivel interno; desde el Área de Patrimonio Histórico-Artístico se está trabajando en la catalogación de los bienes muebles, de valor etnográfico y arqueológico”.

Las obras de Cuna del Alma comenzaron con licencia del Ayuntamiento y luego fue la denuncia de Tegüico la que forzó la intervención del Cabildo insular, que constató que sí han destruido parte de un yacimiento.

En la zona, explica Gabriel González, concejal de Unidas Podemos Adeje, hay distintos tipos de restos, desde grabados en piedra hasta concheros y pequeñas construcciones. “Ya sabíamos que había yacimientos”, afirma, y añade que la Asociación Patrimonial Tegüico tiene más restos inventariados. Sin embargo, al no haber un catálogo, “no se informó al Cabildo ni al Gobierno de Canarias”. La ley es clara, dice que “es obligatorio tener un catálogo” y establece sanciones que van desde los 150.000 a los 600.000 euros por destrucción del patrimonio.

Pedro Martín (PSOE), presidente del Cabildo, reconoció este miércoles que la infracción es “muy grave” y por lo tanto tendrá que hacerse cargo de una posible sanción del Gobierno de Canarias, a quien debe remitirse toda la información recabada. También señaló que el Ayuntamiento de Adeje ha pedido toda la documentación que se requiere en un proceso que ha durado “muchos años” y en el que se han reunido datos, estudios, valoraciones y aportaciones de técnicos, por lo que opinó que era “desproporcionado” que se quiera echar la culpa al consistorio por el hecho de que en un momento determinado y en “una parcela muy grande” una empresa haya podido causar un daño.

A Sixto y su cabra les bastó un paseo para descubrir restos arqueológicos en la zona.

Patrimonio Histórico del Cabildo considera, en su dictamen de este martes, que “resulta imprescindible la realización de una labor de seguimiento arqueológico por parte de un técnico especialista en Arqueología, que deberá supervisar y ejecutar la totalidad de las medidas de protección previstas”.

Dos informes desfavorables al proyecto

Unidas Podemos Adeje asegura que el Cabildo ya conocía la situación del Puertito desde 2014. De esa fecha consta como antecedente en el Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico de la institución insular un informe desfavorable emitido el día 18 de noviembre de ese año. Según el partido, en el Documento de Aprobación Inicial de la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación de Adeje (Ámbito del Sector S06 Puertito de Adeje, lugar en el que se realiza una parte de las obras), se puso de manifiesto “la imposibilidad de emitir el informe por no contar con el correspondiente estudio arqueológico”.

También existe un segundo informe desfavorable, de 12 de mayo de 2017: “En consecuencia, se informa desfavorablemente el documento presentado en tanto que no existe garantía de que se vayan a adoptar las medidas de protección adecuadas respecto a los bienes patrimoniales que, eventualmente, se localicen en el ámbito de referencia”.

Unidas Podemos afirma que contrastó la información del expediente administrativo correspondiente y comprobó que el proyecto no contaba con un informe técnico del Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico del Cabildo. Además, critica el partido, los trabajos de movimientos de tierra se iniciaron sin la supervisión de ningún arqueólogo. Gabriel González afirma que las obras “nacieron sin ninguna garantía y ello determinó que hoy estemos en esta situación”.