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Peronismo

Cristina recuperó la centralidad y quiere ponerse al frente de la oposición a Milei en 2025

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner saludó a sus seguidores desde el balcón del Instituto Patria, el miércoles, después de que se diera a conocer el fallo de la Cámara de Casación que confirmó su sentencia a prisión en la causa Vialidad.
17 de noviembre de 2024 00:00 h

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Cristina Fernández de Kirchner volvió al centro de la escena política. Su condena en la causa Vialidad y la evidente decisión de Javier Milei de subirla al ring le devolvieron el protagonismo que había perdido; ahora buscará aprovechar el momentum para convertirse en la principal armadora de una alternativa contra el gobierno libertario. 

El acto del Día del Militante en Santiago del estero este domingo será su puntapié para empezar a caminar el país. La fecha, emblemática, sirve como excusa para darle un tono épico a su primer discucrso después del fallo de la Cámara de Casación. “Cristina será una protagonista en la próxima etapa del país”, asegura a elDiarioAR un dirigente de trato cotidiano con la expresidenta. Ve un cambio notorio en sus movimientos, que delata su voluntad de conducir: “Hace tres meses a nadie se le hubiera ocurrido que viajara a Santiago del Estero a morirse de calor un domingo en noviembre. Ella misma está dando un mensaje”.

En el kirchnerismo, entusiasmados por la posibilidad de una Cristina candidata a diputada por la Provincia en 2025, retomaron la narrativa de la amenaza de proscripción. Lo cierto es que, más allá de su utilidad como discurso político, en los hechos es difícil que le impidan participar en las próximas legislativas. Mientras que el juez Juan Carlos Maqueda confirmó que la Corte Suprema “demorará mucho tiempo” en intervenir en la causa Vialidad, en el Congreso sería inverosímil que en el Senado haya luz verde para aprobar el proyecto de Ficha Limpia, que la sacaría del juego. 

La condena a Cristina, paradójicamente, logró apaciguar la interna del peronismo e incluso le resultó funcional para arrimar a algunos dirigentes díscolos. Axel Kicillof y Ricardo Quintela, las figuras que dieron muestras de resistencia a su liderazgo, expresaron su apoyo hacia ella. La contracara interna del protagonismo de la expresidenta es, justamente, cómo se llevará con la estrategia del gobernador bonaerense para dar el salto nacional. Si quiere ser una “alternativa” en 2027, Kicillof sabe que deberá avanzar en paralelo, casi en puntas de pie, y así evitar nuevos choques con el Instituto Patria. 

“Kicillof cometió un error en todo sentido. Si quiere ser el sucesor, debería haber hecho el trabajo de decir ‘mi candidata es Cristina’, en lugar de desafiarla, y seguramente ella lo apoyaría en 2027”, reflexionó un hombre cercano a La Cámpora, quien no ocultó la furia de su espacio hacia el gobernador: “Él es hijo de un proyecto político, no nació de un repollo. Su entorno le llenó la cabeza diciendo que debía despegarse, pero con eso selló su ‘larretización’. Nosotros respondemos a Cristina, no por el arrastre de votos, sino porque ella sintetiza nuestra mirada. Kicillof todo el tiempo intenta deshistorizar, como si hubiera nacido de un repollo”. También insistió en que el gobernador lanza “provocaciones constantes” y manda a los suyos a que digan que “Axel no es corrupto”. “¿Qué busca insinuar con ese mensaje?”, concluyó. 

La nueva polarización

Durante algunos meses, Milei confrontó con Kicillof. En la Rosada creen hoy que lo más útil para los libertarios es subir a Cristina al ring. Algunos consideran que es win-win, dejan afuera a los adversarios internos de uno y otro espacio —Mauricio Macri, en el caso del oficialismo, Kicillof en el de Cristina— para generar una batalla de dos. 

En la última semana, algunos hechos reafirmaron esa hipótesis. El Gobierno mandó a sacar un busto de Néstor Kirchner y también acabó con la jubilación de privilegio y pensión por viudez que recibía la expresidenta, en una decisión polémica ya que el propio Milei juraba hasta hace poco que no lo haría porque se trataba de “derechos adquiridos”. Cristina reaccionó con un extenso escrito en el que lo trató de “dictadorzuelo”. 

En sus últimas reuniones, la expresidenta se mostró convencida de que el gobierno de Milei va a fracasar. “Su plan económico es un yogur, se vence”, ilustró hace poco y confió en que, cuando eso suceda, la sociedad irá en busca de un opuesto, dejando sin lugar a los moderados. La victoria de Donald Trump podría corroborar esa idea. En la Argentina, una vez más se sentirían las consecuencias de una época pendular, signada por liderazgos fuertes. “El próximo gobierno peronista tiene que tener un DNU más grande que el de Sturzenegger”, afirmó hace unos días Wado de Pedro. 

El largo camino de “reconstrucción” 

Cristina encabezó el martes un acto en la sede porteña del Smata, donde se mostró convencida de que “Dios, la Virgen y el pueblo van a permitir que podamos reconstruir un entramado social y político que finalmente pueda hacer retornar al país a sus mejores épocas”. quiere crear un instituto de planeamiento de políticas públicas, para generar un plan de gobierno. 

Ya mudada del Instituto Patria al partido, su nuevo búnker, avisó que la próxima reunión se hará en la sede del PJ Nacional y que espera que estén “todos los peronistas”, en un mensaje de amplitud. “Cristina empezó a darle volumen a su convocatoria, no es sólo algo discursivo. Se juntó con los dirigentes de Entre Ríos, San Juan, este domingo hará lo propio en Santiago del Estero. Empezó un largo camino de reconstrucción”, afirmó a elDiarioAR una legisladora al tanto de la estrategia.  

Máximo Kirchner reveló en una entrevista que encontró en lo de su madre un libro de Guillermo Moreno y “estaba subrayado”. El gesto al exsecretario de Comercio tuvo como fin expandir la promesa de que esta vez no serán sectarios. No son pocos los que descreen: tienen frescas experiencias anteriores en las que La Cámpora acaparó la lapicera de cara al armado de listas. 

Este domingo, junto al gobernador Gerardo Zamora y el senador peronista José Neder, Cristina evocará un discurso de carácter federal. Sin embargo, su mayor interés sigue puesto en la Provincia y alimenta la expectativa de los suyos de volver a verla en una boleta. En La Cámpora dan por hecho que jugará al misterio hasta el final, pero también admiten que no creen que espere hasta el final para señalar a un “cuatro de copas”, sino que podría poner el cuerpo para ampliar la representación en el Congreso. Sueñan con un bloque de “halcones” que vuelva a entusiasmar e impulse al peronismo a ser una alternativa en 2027. 

LA/JJD

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