Reinventándonos cada día, por aquello de renovarse o morir, hasta en los nombres que nos damos para decir quiénes somos, nos lleva de cabeza al “usar y tirar” que nos consume. Todavía, las mujeres cobran menos por el mismo trabajo. Todavía tienen más dificultades para acceder a un puesto de trabajo. Todavía, andan estampándose contra el “techo de cristal”, aunque vayan a los de poder con todos los méritos puestos. Todavía tiene pleno sentido conmemorar para reivindicar, juntas todas las mujeres del mundo, el 8 de Marzo como el Día de la Mujer Trabajadora.
Las altas instancias y los novísimos movimientos, andan afanados cambiando nombres a los mismos hechos, a la persistente realidad. ¿Por qué les molestan?, ¿tal vez porque se necesite distraer la atención de la voluntad y medios para mejorar, en este caso, la situación de las mujeres?. Con toda propiedad lingüística, con toda legitimidad, con todo el respeto a las mujeres que dieron tanto para que se celebrara este día, celebremos el día 8 de Marzo como Día de la Mujer Trabajadora. Todas las mujeres juntas en esta causa común. Todas llevamos a nuestras espaldas el trabajo de los cuidados para mantener la vida. Todas las mujeres del mundo podemos y debemos, mostrarnos y alzar la voz por la misma causa que lo hicieron nuestras ancestras en este día.
Soy mujer, soy trabajadora. Y soy inmigrante, y soy de otra raza, y soy madre soltera, y soy mujer con discapacidad, y soy......... pero el 8 de Marzo en las calles con todas, soy mujer trabajadora.
Cuando aprovechamos los espacios públicos que han logrado las causas universales del Feminismo, (como es el de la Igualdad de derechos en el trabajo), para llenarlos de otros mensajes estamos sembrando confusión entre los simpatizantes más lejanos, debilitando la fuerza de la unión adquirida en décadas de 8 de Marzo y satisfaciendo al patriarcado que ocupa todos los poderes que nos necesitan enfrentadas.
Que cada cual se vista y se adorne con los atributos que quiera, pero tengamos claro que nos convoca nuestra historia universal y el manifiesto que pregona el objetivo de esta celebración en común y compartido por todas las mujeres durante tantos años. No amanecemos hoy, proseguimos el camino con la fuerza que nos da nuestra Historia.
Estoy viva y esto siento, mujeres, compañeras, todas.
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