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El paso de la tormenta Jonas paraliza Washington DC durante todo el fin de semana

La Casa Blanca, en Washington, tras el paso de la tormenta Jonas.

Rayco Bejarano

Whashington —

Los meteorólogos lo venían anunciando durante toda la semana y los pronósticos no fallaron. Puntual a la cita los primeros copos de nieve comenzaron a caer en la capital de Estados Unidos a la una del mediodía hora local del pasado viernes y la nevada se prolongó sin parar hasta bien entrada la noche del sábado.

Casi 36 horas sin descanso y para los que los diferentes servicios de emergencia habían alertado a la población para mantenerse en casa durante el fin de semana, comprar los alimentos y agua necesarios y evitaran bajo cualquier circunstancia utilizar el coche.

Washington DC y su área metropolitana, que abarca también varios condados del sur del estado de Maryland y otras tantos del norte del estado de Virgina, han recogido durante este fin de semana tanto o más nieve que en algunas de las tormentas más intensas de la última década. Así, y según datos del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos, hasta las cuatro de la tarde de este sábado la tormenta Jones ya se colocaba en la sexta posición del ranking de las 10 tormentas más intensas en la historia en Washington DC dejando al menos 60 centímetros de nieve hasta las seis de la tarde de este sábado en algunos puntos de la ciudad.

La tormenta ha mantenido en vilo todo el fin de semana a gran parte del este del país, unos 85 millones de personas, lo que ha obligado a varios de sus gobernadores a declarar el estado de emergencia en 11 de estos estados más en la ciudad de Washington DC. La tormenta se ha ido moviendo de sur a este ha dejado más de 7.000 vuelos cancelados desde el viernes. Algunas de las compañías aéreas como Delta, United o American Airlines comenzaron a avisar a sus pasajeros durante este miércoles y jueves permitiéndolos en algunos casos una política flexible para cambiar sus vuelos.

Calma tensa

En Washington DC poco se movía en la calle a partir del mediodía de este viernes aparte de los pequeños copos de nieve que empezaban a caer y algunos rezagados que se apuraban por llegar a casa. Algunos todavía tenían en la mente el calvario en el que se convirtió la ciudad el pasado miércoles cuando en plena hora punta de la tarde unos pocos centímetros de nieve colapsaron las principales vías. La gran atención puesta en la tormenta del fin de semana y la falta de previsión provocó que numerosos coche quedaran atascados en las carreteras de acceso a la ciudad. Una situación ante la que la alcaldesa de la ciudad, la demócrata Muriel Bowser, se disculpó por la “inadecuada respuesta” a los 2,5 centímetros de nieve que entonces cayeron.

En esta ocasión los edificios de las oficinas federales del gobierno cerraron a las 12 del mediodía y también muchos comercios de la ciudad decidieron echar el cierre a esa misma hora.

El metro de la capital, el segundo del país en cuanto al número de pasajeros, dejó de operar desde las 11 de la noche de este viernes y ha permanecido cerrado durante todo el fin de semana. WMATA, la empresa que lo gestiona, anunció también que guardaría todos los vagones en los túneles para evitar daños mayores. También los autobuses del área metropolitana comenzaron a operar durante el viernes con servicios reducidos para finalizar el servicio a partir de las cinco de la tarde.

Y es que la cantidad de nieve que acumulan gran parte de las calles de la capital las hace totalmente impracticables para las personas y vehículos. Las precipitaciones en forma de nieve, los fuertes vientos unido a las bajas temperaturas, de hasta menos cinco grados, no animaban mucho a salir a la calle durante el fin de semana.

Las autoridades de la ciudad se afanan en mantener las principales vías de la ciudad despejada y recluta voluntarios vía internet para ayudar en las labores de limpieza de la nieve. Una limpieza que todos los residentes deberán acometer en las entradas de sus casas y en su porción de acera una vez amanezca y deje de nevar, si no quieren encontrarse de multas que llegan hasta los 25 dólares.

La alcaldesa ya ha avanzado que las labores de limpieza durarán días y no parece probable que la ciudad pueda recuperar la total normalidad hasta bien entrada la semana.

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