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La antigua empresa del consejero canario de Sanidad duplicó sus ingresos por cirugía concertada a finales de 2017

José Manuel Baltar.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

Los últimos datos conocidos sobre las derivaciones del Servicio Canario de Salud (SCS) a las clínicas privadas, facilitados por el Gobierno regional a la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública a través del Portal de Transparencia, vuelven a dejar al consejero José Manuel Baltar en una situación comprometida. Hasta la fecha se sabía que la empresa para la que trabajaba antes de acceder al cargo, Hospitales San Roque, se había llevado un 40% más de intervenciones quirúrgicas desde su llegada, en enero de 2017, pero no el montante económico que esa cifra suponía. Según los datos ofrecidos en la última respuesta del Ejecutivo, que sólo recoge las concertaciones durante los últimos seis meses del año, el grupo hospitalario del que procede Baltar facturó al SCS por este concepto 4,67 millones de euros, más del doble de lo que ganó en el mismo periodo de 2016 (2,17 millones), con el socialista Jesús Morera al frente del departamento sanitario.

En términos porcentuales, el gasto del Servicio Canario de Salud en operaciones derivadas de los dos hospitales públicos de referencia de la isla de Gran Canaria, el Doctor Negrín (zona norte) y el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil (zona sur), hacia los dos centros de San Roque, en la capital y en Maspalomas, se disparó un 115%.

La antigua empresa de Baltar no fue el único grupo hospitalario privado que creció en facturación, ni siquiera el que lo hizo en mayor porcentaje, ya que algunos centros, como La Paloma o la Clínica San José aumentaron sus ingresos por actividad quirúrgica por encima del 300%, ganando cada uno de ellos algo más de medio millón de euros. Sin embargo, por volumen de negocio y repercusión sobre las cifras totales, la antigua empresa de Baltar se lleva la palma. Los 2,5 millones de más que percibió San Roque en el segundo semestre del año pasado influyen de manera muy notable en el dato global del gasto en derivaciones a la privada, que subió cerca de un 30% (de los 6,64 a los 8,38 millones). De hecho, si se excluye al grupo San Roque de este cálculo, el resto de las clínicas perdió, en su conjunto, un 3%, algo más de 178.000 euros.

Los otros grandes hospitales de la isla, el Perpetuo Socorro y Vithas Santa Catalina, también incrementaron sus ingresos por cirugía concertada, aunque en menor proporción. El primero lo hizo un 37% (de 916.000 euros a 1,25 millones) y el segundo, un 56% (de 987.000 a 1,54 millones). En el polo opuesto, Hospiten Rambla Gran Canaria perdió en el periodo analizado un 70% de su facturación, de 1,5 millones a 463.000 euros. Con todo, el peso de San Roque en el área de Salud de Gran Canaria aumenta de forma significativa a través de esta vía de ingresos. En 2016 representaba el 24% del total de clínicas privadas. En 2017, el 40%.

El desglose por centros también arroja resultados positivos para la antigua empresa de Baltar. La clínica de Las Palmas de Gran Canaria, que mantiene en vigor un concierto firmado con el extinto Instituto Nacional de Salud (Insalud) en 1978, facturó durante el periodo analizado 1,21 millones de euros de las concertaciones con el Negrín, casi el triple que en el último semestre de 2016,  y 1,28 del Insular,  un 75% más. El hospital ubicado en Meloneras, que resultó adjudicatario del concurso celebrado en 2010 para la prestación del servicio en las áreas de población de San Bartolomé, Mogán y Vecindario, concentra sus ingresos en las derivaciones de la gerencia del Insular (del Negrín apenas recibió unos 12.000 euros en 2017 y nada en 2016). En los últimos seis meses facturó por esta vía 2,16 millones de euros, más del doble de lo que ganó en el último año de Jesús Morera.

En 2016, un 44% del dinero que recibió San Roque de las derivaciones de los dos hospitales públicos de Gran Canaria provino de las intervenciones quirúrgicas. El resto, de consultas, hospitalizaciones y pruebas diagnósticas. En el mismo periodo de 2017, el segundo semestre, los ingresos por cirugía concertada ya representaban el 64% del total.

Los datos que se han publicado hasta ahora sobre el incremento de concertación de actividad quirúrgica a Clínicas San Roque no han sido cuestionados ni por el consejero de Sanidad ni por el grupo hospitalario. Baltar, que se ha abstenido en siete procedimientos que afectaban a su antigua empresa pero no en la orden que fija los criterios que deben cumplir las clínicas privadas para poder homologarse y concurrir al concurso de hospitalización de media estancia, se ha escudado en los funcionarios del servicio de inspección médica para justificar el aumento de derivaciones hacia San Roque.

“Hay un montón de explicaciones”

La gerencia del hospital privado se manifestó la pasada semana por primera vez desde que estallara la polémica. Sebastián Sansó, director de Desarrollo de Hospitales San Roque, reconoció en una entrevista en la cadena Ser que los datos que se han publicado son reales, aunque precisó que, detrás de esas cifras, “hay un montón de explicaciones”. “Baltar no ha favorecido a San Roque. No vamos a defender la gestión pública de Baltar, eso compete a los ciudadanos. Fue un magnífico gestor en la sanidad privada y una persona honesta y desde luego no ha favorecido a Clínicas San Roque desde su cargo”, dijo. 

Sansó justifica el incremento de las derivaciones a San Roque en el potencial quirúrgico de sus hospitales: “En Gran Canaria, hay 31 quirófanos acreditados en la sanidad privada. De esos, 13, el 42%, pertenecen a San Roque, 8 en Las Palmas de Gran Canaria y 5 en Maspalomas. Tenemos casi la mitad de los quirófanos privados. Si se hace un mayor uso del recurso privado, porque el consejero ha dictaminado que hay que intentar exprimir al 100% todos los recursos disponibles, parece lógico que San Roque sea el mayor receptor”.

El director de Desarrollo del grupo aseguró además que los dos centros están homologados, lo que constituye otra de las ventajas con respecto a sus competidores. Esta afirmación es novedosa, pues desvela que la clínica de San Roque en Las Palmas de Gran Canaria consiguió esta homologación, una condición indispensable desde el año 2006 para poder recibir pacientes del Servicio Canario de Salud, con Baltar como consejero de Sanidad, puesto que en enero de 2017, fecha de salida del PSOE del Gobierno regional, no la tenía. La clínica de Maspalomas sí disponía de ella desde 2010, cuando concurrió al concurso del sur.

Sansó sumó a estos dos factores un tercero: “Somos el único hospital que cuenta con una unidad de cirugía mayor ambulatoria. Una unidad que pretende que el paciente ingrese y sea dado de alta el mismo día con total seguridad. Se evita el ingreso hospitalario e incrementa la capacidad productiva de los quirófanos”.

El directivo de San Roque admitió que, desde la llegada de Baltar, la Consejería de Sanidad está haciendo “un mayor uso del recurso privado” y, más en concreto, de la fórmula del cupo, por la que se alquilan quirófanos de clínicas privadas para que médicos del Servicio Canario de Salud operen en ellos. Según Sansó, estas decisiones dependen directamente de los doctores y no hay ninguna directriz política. “¿Por qué eligen San Roque? Porque otros operadores han dicho que no, porque tienen menor capacidad quirúrgica y la tienen colmatada. En San Roque, al tener casi la mitad de los quirófanos, damos acogida a todos esos profesionales”, aseveró Sansó, que añadió que su grupo tiene, incluso, “recursos ociosos” que pone “a disposición de la sanidad pública”.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, Canarias es la comunidad autónoma en la que los pacientes esperan más tiempo para ser intervenidos quirúrgicamente, con una media de 177 días, muy lejos de los 50 y 51 días, respectivamente, del País Vasco y Madrid. A pesar de que las Islas continúan a la cola, el Gobierno regional defiende que la lista de espera estructural en catorce especialidades quirúrgicas se ha reducido en un año de los 34.327 a los 28.678 pacientes y que el tiempo de demora ha bajado en cinco días durante el mismo periodo, de 182 a 177. 

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