Los posibles destinos del avión cultural lejos de Miraflores

El Ayuntamiento de Córdoba ya trabaja administrativamente en el despegue del avión cultural del Balcón del Guadalquivir. El inicio del expediente, aprobado este lunes por la Junta de Gobierno Local, no es más que el paso obligatorio para poner la cuenta atrás para el desmantelamiento de la aeronave DC-7 donada por el piloto Francisco Agulló.
Lo cierto es que Agulló, un piloto suizo de origen español con un gran interés en los aviones antiguos, no se ha pronunciado sobre el destino del avión que donó gratuitamente al Consistorio en el año 2009. Como ya adelantó este periódico, el pasado mes de octubre, recibió un burofax con información de los planes municipales de retirar el avión de la ribera de Córdoba. Por el momento, más allá del acuse de recibo, desde el entorno del piloto no se ha dicho ni escrito una palabra.
Este silencio complica la prioridad que se ha marcado el Ayuntamiento. Fuentes municipales han explicado a este periódico que, de todos los posibles destinos para el avión, el prioritario es que vuelva con su legítimo dueño, toda vez que, cuando lo cedió a la ciudad de Córdoba, estableció que así había de ser si no se llegaba a usar como contenedor cultural en los dos años que siguieron a su donación.
Algo que evidentemente no ocurrió, entre otras cosas porque el avión no llegó a Miraflores hasta 2011. Pero ni entonces ni en ningún año de los que le siguieron, aquella aeronave se convirtió en contenedor cultural, ya que el proyecto al que iba vinculado, Circular, nunca se llevó a cabo, como tampoco lo hicieron los planes y proyectos posteriores que se plantearon para la aeronave.
Si el propietario no se manifiesta, hay otras dos posibles futuros para la avioneta de Miraflores sobre la mesa del Ayuntamiento. Uno de ellos pasa por buscarle un nuevo emplazamiento y cederlo gratuitamente. En este sentido, las citadas fuentes han indicado que están dispuestos a escuchar a particulares, museos o entidades, ya sean del sector aeronáutico o de cualquier otro sector, que estén interesadas en adquirir este histórico ejemplar de la aviación.
De momento, eso sí, no hay ofertas concretas, aunque no está para nada descartado que aparezca algún interesado en hacerse con el DC-7. Esta opción, además, podría abaratar el coste de desmantelamiento en el caso de que la cesión estipulara que el traslado lo sufragara el beneficiario.
Finalmente, la tercera opción pasa porque el Ayuntamiento desmantele la aeronave y la mande a un desguace. Es la más costosa para las arcas municipales, aunque aún no se ha pedido presupuesto, a la espera de que Agulló se pronuncie primero, o buscar a un tercero interesado, en segundo lugar.
En este ámbito, cabe recordar que el traslado de la aeronave a Miraflores costó 130.000 euros, según la prensa de la época, aunque incluía la comitiva y la fiesta que montó el Gobierno de IU, que tuvo lugar tres meses antes de las elecciones de 2011, en las se produjo el vuelco que llevó al Gobierno de José Antonio Nieto (PP) con mayoría absoluta.
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